Recién se han publicado los datos del Indicador Trimestral de la Actividad Económica (ITAEE) de las entidades federativas de nuestro país. La información, que corresponde al tercer trimestre del 2024, se presenta en cifras originales y desestacionalizadas, y a tasas anuales (variación a partir de la comparación con el tercer trimestre del 2023) y trimestrales (variación a partir de la comparación con el segundo trimestre del 2024). Con estos datos, analizaré, con énfasis en la economía sinaloense, lo que sucedió en materia económica en las regiones del país, cuando habían transcurrido las tres cuartas partes del año 2024. La información permite también evaluar y analizar el crecimiento de las economías regionales en los primeros nueve meses del 2024.
Con cifras desestacionalizadas, empezaré por revisar lo que pasó en el tercer trimestre del 2024. Las cifras revelan que la economía sinaloense, en términos de variación anual, prácticamente no cambió, ya que la tasa fue de 0.0 por ciento, con lo que se ubicó en el puesto 24 del ranking nacional. Es decir, el tamaño de la economía en el tercer trimestre del 2024 resultó igual al que se tenía en el tercer trimestre del año anterior. Sinaloa creció menos que el país, ya que, en el mismo periodo, el crecimiento nacional fue de 1.6 por ciento. Encabezadas por Zacatecas (7.5%), Oaxaca (6.3%) y Nuevo León (5.8%), 19 entidades crecieron más que el promedio nacional. Las tasas más bajas se presentaron en Quintana Roo (-13.4%), Campeche (-10.4%) y Tabasco (-6.9%).
Considerando tasas trimestrales, Sinaloa presentó una variación de 1.8 por ciento y se colocó en la posición 5 de la lista nacional. Al igual que otras 13 entidades, creció más que el país (1.1%). Las entidades más destacadas, con mayores variaciones trimestrales, fueron Hidalgo (5.9%), Nuevo León (4.0%) y Guanajuato (2.7%). Las mayores caídas se observaron en Campeche (-5.1%), Durango (-3.2%) y Quintana Roo (-2.4%).
A partir de cifras originales, el crecimiento anual de Sinaloa en 2024.3 fue de 0.5 por ciento con lo que se situó en el lugar 24 de la tabla nacional, por debajo de la cifra para el país que fue 1.7 por ciento. Por actividades productivas, las primarias y las secundarias presentaron cifras negativas. Las primarias cayeron -17.3 por ciento y las secundarias -2.7 por ciento. Las únicas que mostraron una recuperaciónfueron las actividades terciarias, con una variación anual de 2.8 por ciento. Fueron pues estas últimas, las que evitaron que Sinaloa hubiera alcanzado cifras negativas en la variación anual.
Las actividades primarias presentaron su tercera tasa negativa en los últimos cuatro trimestres y Sinaloa se colocó en el fondo de la tabla (lugar 32) por entidades federativas considerando la variación anual para esta actividad. Las actividades secundarias, acumularon cinco meses con tasas negativas y por la variación anual del tercer trimestre del 2024, Sinaloa se ubicó en el puesto 25 de la lista nacional por regiones. En cambio, las actividades terciarias acumularon nueve semestres con tasas positivas. En este caso, en el periodo que nos ocupa, Sinaloa se colocó en el puesto 10 del ranking nacional.
En resumen, como he señalado, los datos recién conocidos para el tercer trimestre de 2024 muestran que para la economía sinaloense en su conjunto se han presentado tasas que la ubican en los lugares 24 (debido a variación anual) y 5 (debido a variación trimestral) en el plano nacional. Un evidente y preocupante muy bajo crecimiento, que revela que, aunque se obtiene una buena posición a tasa trimestral, el crecimiento apenas alcanzó para estar en el mismo nivel de producto estatal en el que estábamos un año antes. Puede observarse que las cifras de la economía sinaloense en este periodo fueron apenas impulsadas por las actividades terciarias, fundamentalmente por el Comercio (5.3%) y los Servicios educativos (6.2%). El comercio y los servicios no crecieron más debido a una caída de casi 22 puntos en los Servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas (actividades ligadas al turismo). La escasa contribución de las actividades primarias y secundarias obedeció a importantes caídas en la Agricultura (-19.2%), la Minería (-9.7%) y la Construcción (-9.1%). Las cifras confirman los efectos nocivos de la sequía y la presencia de una preocupante desaceleración en la construcción y las actividades turísticas.
Los nueve meses del 2024. Un semestre antes de terminar el año.
Me ocuparé ahora de analizar el comportamiento de las economías regionales en el acumulado de los primeros nueve meses del año 2024. Es decir, de enero a octubre, con lo que podemos tener una idea cercana del crecimiento económico con el que cerraron el 2024 las entidades federativas.
Las entidades líderes fueron Durango (6.1%), Oaxaca (5.5%) y Puebla (4.8%). El crecimiento nacional en el periodo fue de 1.8 por ciento. Sinaloa creció solo 0.3 por ciento, es decir, prácticamente no había crecido hasta octubre del 2024. Ocupó, en el ranking nacional, el lugar 28.
El pobre crecimiento de la economía sinaloense obedeció a que en el periodo las actividades primarias y secundarias presentaron tasas negativas. Una caída acumulada de -7.5 puntos en el caso de las actividades secundarias y de -6.8 por ciento en las actividades primarias. Para estas actividades, en el conjunto de las entidades federativas, Sinaloa se colocó, respectivamente, en los lugares 30 y 27. Evitó una tasa negativa en estos primeros nueve meses del 2024, gracias a una tasa de 2.9 por ciento para las actividades terciarias.
Pero ¿el comportamiento de qué actividades provocó la caída de las actividades secundarias y primarias en este tramo del año? Una caída de -3.5 puntos porcentuales en el caso de las actividades agrícolas, y una importante caída también de la Minería (-15.1%) y la Construcción (-17.5%). En el caso de las actividades terciarias ¿qué actividades son las que más contribuyeron al crecimiento? El Comercio (5.6%) y los Servicios educativos (3.4%). Cabe señalar, que los Servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, acusan en este lapso una importante caída de -16.5 por ciento, lo cual resulta preocupante.
Para terminar, señalo que en lo que va del Gobierno de RRM (desde el último trimestre del 2021 hasta el tercer trimestre del 2024), la economía sinaloense ha crecido a una tasa cercana al 1 por ciento, con tasas negativas en las actividades primarias (-0.7%) y secundarias (-0.4%). Las actividades terciarias son las únicas que muestran una variación promedio positiva de 2.2 por ciento.
Así las cosas, todo parece indicar que terminaremos el 2024 entre las regiones con menos crecimiento, con crecimiento nulo o peor aún con tasas negativas. Ya sea que nos concentremos en lo que aconteció en el tercer trimestre de 2024, en los primeros nueve meses de este mismo año o en lo que va de la administración de RRM, lo que se observa es que la economía ha estado soportada a duras penas por las actividades terciarias, por el comercio y los servicios. Las actividades primarias, ya sea por la sequía, por la caída de los precios de los productos agrícolas o por los problemas de comercialización, han terminado por aportar muy poco, si no es que nada, al crecimiento económico. La falta de inversiones productivas, la escasez de obra física y la debilidad de la actividad manufacturera, han colocado también a las actividades secundarias en una posición de sobrevivencia.
Parece pues, que solo podrían salvar a Sinaloa las actividades terciarias, que por cierto representan más del setenta por ciento de la estructura productiva de la entidad. Tan solo el comercio, aporta cerca del treinta por ciento del producto estatal. Pero la inseguridad y la violencia que han provocado el cierre de empresas, la reducción del horario de operación de las unidades económicas dedicadas a los servicios de alojamiento temporal y a la preparación de alimentos y bebidas y, en consecuencia, la pérdida de empleos, parecen tener otros planes. Por eso reitero, la reactivación económica, requiere resolver, antes que nada, el tema de la inseguridad. Es cierto que habría que trabajar también en una estrategia para atender los rezagos en materia económica que son estructurales, pero, por ahora, se requiere hacer lo necesario para que vuelvan a abrir las unidades económicas que cerraron y para que regresen a los horarios de siempre aquellas que por necesidad los han restringido. Pero insisto, cualquier esfuerzo que se haga será insuficiente si no se termina antes con el clima de violencia.
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