Hoteles sin huéspedes, vendedores sin clientes y restaurantes sin comensales. La crisis de seguridad deja lastimado al sector turismo de Culiacán.
Una de las consecuencias de la ola de violencia que ocurre en Sinaloa desde hace casi 3 meses es, según declaran los representantes de distintos sectores empresariales, la muy marcada caída en el número de turistas que visitan Culiacán.
El sector turístico de la ciudad, compuesto por hoteles, restaurantes y comerciantes, ha experimentado una reducción de hasta el 40 por ciento en su afluencia de clientes, que se traduciría a más de 50 millones de pesos en pérdidas.
Desde el 9 de septiembre, un repunte en la violencia y actividad delictiva hiere a las actividades comerciales y productivas de Culiacán. Desde entonces, se acumulan por lo menos 504 desaparecidos y 446 asesinatos en todo el estado.
Aunque los efectos de la inseguridad alcanzan también a otras localidades, es en Culiacán donde estos han sido más notorios. El miedo generado por la amenaza constante que suponen los enfrentamientos armados, desapariciones, robos de vehículos, entre otros hechos violentos, ha generado una parálisis en las actividades de numerosos sectores. Entre estos, se cuenta al turístico.
De enero a septiembre de este año, antes del inicio de la jornada violenta y de acuerdo con las autoridades de turismo estatal, Culiacán captó cerca del 15% del turismo total que recibió Sinaloa. En ingresos, esto sería equivalente a alrededor de 1,300 millones de pesos en dicho periodo de nueve meses.
Guadalupe Zavala, presidenta de Canaco en Culiacán, asegura percibir una caída de entre 30 y 40 por ciento en la recepción de turistas desde el inicio de la crisis. Con base en esto, es posible calcular que cada mes de narcoguerra le provoca una pérdida a la actividad turística de la ciudad que asciende a la magnitud de 50.5 millones de pesos en ingresos.
Dentro del sector turístico, algunos de los ámbitos que reportan mayor impacto serían el restaurantero, hotelero y comercial. Además, el perjuicio no se limita a la zona urbana de Culiacán, sino que se extiende a comunidades cercanas que dependen casi enteramente del turista culiacanense. Algunos ejemplos de esto son Altata, Concordia e Imala.
Al menos 24 restaurantes han cerrado definitivamente en Culiacán
Laura Guzmán Torrantegui, presidenta de la Canirac en Culiacán, califica al 2024 como un año perdido. Asegura que los restauranteros venían viendo bajas ventas desde enero, esperando que la segunda mitad del año les significara una recuperación. Sin embargo, la violencia que se ha desatado y la crisis económica subsecuente los ha hecho abandonar esa esperanza.
Desde el inicio de la ola de violencia, en Culiacán han cerrado, por lo menos, 24 restaurantes. Aunque Guzmán precisa que algunos, al menos 8, arrastraban problemas financieros desde antes, también apunta el efecto catalizador que la contingencia de violencia tuvo en su eventual cierre permanente. “Estábamos agarrados con pincitas”, dice.
Hoy, la empresaria encuentra más importante encontrar los medios para que el sector logre recuperarse en el 2025, antes que seguir concentrada en lo que se ha perdido en este año. Reconoce que es difícil pensar como tal, pero confía en que es lo más beneficioso para el sector y para quienes de él dependen.
“El tema es que el 2024 ya se acabó. Con sus bemóles, sus cierres, con su transitada. El gran reto, no nada más desde la perspectiva turística, es nadar de muertito, brincar diciembre a como podamos, con los recursos que tengamos disponibles.” Declaró la representante de los restauranteros.
Asegura que la crisis por la que actualmente atraviesa la industria restaurantera es aún peor que la vista durante la pandemia.
En el caso de las comunidades pequeñas de las afueras de la ciudad, que dependen del flujo de turistas proveniente de Culiacán, “si nosotros tenemos gripa, ellos tienen neumonía”, dice Guzmán.
Ver restaurantes vacíos se ha convertido en una constante desde el estallido de violencia, sobre todo aquellos días en que la criminalidad arrecia.
Vendedores que dejan de vender
Vendedores ambulantes de Culiacán acostumbraban desplazarse a lugares turísticos de la periferia, como Altata o Badiraguato, todos los días para aprovechar el flujo de visitantes foráneos. Desde el inicio de la crisis de seguridad, han dejado de hacerlo, producto del poco flujo de personas. Ahora, solo acuden contados fines de semana, en aquellos donde la .
“Antes iban todos los días, ahora solo van los fines de semana, pero, ¿ya ve cómo está la inseguridad? A veces van y a veces no van”, explica la líder del bloque de vendedores ambulantes, Laura Quevedo.
Este problema no es exclusivo de los vendedores que asisten a lugares turísticos. Incluso los del Primer Cuadro de Culiacán, el centro comercial de la ciudad, han visto reducciones significativas en sus ingresos. Esto los ha orillado a solicitar apoyo por parte del municipio, que hasta la fecha se ha limitado a otorgar cheques de 5 mil pesos por vendedor y algunos créditos, ello hace poco más de un mes.
Cabe destacar que, actualmente, el Frente Primero Culiacán, compuesto por más de una docena de asociaciones civiles y de comerciantes, se ha resuelto a suspender la entrega de propuestas al gobierno, pese a tener un paquete de 40 iniciativas listas, en espera de que el estado presente sus propias ideas y medidas. Esta situación se prolonga desde inicios de noviembre.
ve
Los vendedores ambulantes de los sitios turísticos de la región centro de Sinaloa se quedan sin clientes.
Hoteles desolados, esperan ocupación del 10% en diciembre.
El presidente de la Unión de Hoteleros de Culiacán, José Manuel De La Rivas, brinda algunos datos sobre la desoladora condición en la que se encuentra el negocio hotelero de la capital sinaloense.
El miedo que provoca la crisis de seguridad, junto con la cancelación de eventos que significaban la llegada de visitantes del exterior, como la Feria Ganadera, el Palenque de Culiacán, o incluso la Feria Internacional del Libro con su comitiva de invitados extranjeros, ha dejado a los hoteles de la ciudad sin huéspedes.
De acuerdo con De La Rivas, octubre de 2024 supuso una caída del 56% en la ocupación hotelera de Culiacán, comparado con el mismo mes del año pasado. En diciembre, se espera que el indicador alcance apenas 10%, al tratarse de una época del año vacacional, y tratarse este de un destino principalmente de negocios.
Más información sobre la ola de violencia en Sinaloa:
- Sector hotelero resiente cancelación de la Feria Ganadera y Palenque de Culiacán 2024
- Guillermina se queda sin clientes: Parálisis del comercio amenaza una historia de medio siglo.
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.