Faltando pocos minutos para las cinco de la tarde de este miércoles, por lo menos dos helicópteros militares sobrevolaron a baja altura sobre el Primer Cuadro de Culiacán. La altitud del sobrevuelo era tan poca que hacía retumbar las ventanas y provocaba el llanto en algunos infantes.
En la plazuela obregón, a un lado de la catedral, las personas que se encontraban descansando en las bancas miraban al cielo y luego entre ellas, consternadas.
Al darse cuenta de que la situación continuaba, algunas personas, sobre todo de la tercera edad, se levantaban de su descanso para retirarse. “Váyase para su casa, oiga”, se escuchó un grito. Quienes prefirieron retirarse se dirigían hacia el cruce de la avenida Álvaro Obregón, presumiblemente para poder abordar un camión que los llevara a su casa. Otros grababan los sobrevuelos.

Por lo menos dos helicópteros estuvieron volando bajo en el centro el miércoles.
Sobre la Obregón se vieron circular vehículos blindados del ejército, así como de la policía estatal, a alta velocidad.
Los rondines de los helicópteros se pudieron ver y escuchar por casi 40 minutos. Durante este tiempo también se avistaron patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública, bautizados por los culichis como “Los policías de Harfuch” circulando por las calles interiores del Centro.
Al mismo tiempo en que estos hechos se desarrollaban, trascendían reportes de hechos violentos en varios puntos de la ciudad: Alturas del Sur, Colonia Hidalgo, Isla Musála, entre otros.
“Ya me voy a la chingada yo”, dijo a Espejo un hombre que atendía un triciclo de aguas frescas por la calle Morelos. —”¿No le da miedo?, se le preguntó. —”Pues sí me da miedo, pero nimodo que no trabaje uno“, contestó encogiendose de hombros.
Más información sobre Culiacán:
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.