Sinaloa.- La convocatoria del Gobierno de Sinaloa a un concurso de danza tradicional indígena ha provocado el enojo de diversos miembros de la comunidad Yoreme, que señalan que sus rituales sagrados no se ponen a competencia.

A raíz del concurso en el que se bailarán las danzas rituales de pascola y venado, personas Yoremes acusaron que el Gobierno de Sinaloa desconoce su cosmovisión como pueblo originario, y llaman a que las autoridades se acerquen directamente a las comunidades de la Nación Yoreme en Sinaloa con el fin de conocer sus verdaderas necesidades.

Cómo vas a evaluar una oración, una ofrenda? Eso no se evalúa”, expresó Iris Villalpando, documentalista Yoreme con una amplia labor documentando las tradiciones y vida de su pueblo.

La convocatoria

Fue a finales del mes de mayo cuando, a través de la Comisión para la Atención de las Comunidades Indígenas de Sinaloa (COPACIS), la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable de Sinaloa (SEBIDES) lanzó la convocatoria para el “Encuentro de Danza Tradicional Indígena: Danza del Venado y Pascola”.

La actividad, organizada en el marco del Encuentro de Comunidades Indígenas de Sinaloa, tiene como propósito el “visibilizar, difundir y preservar las expresiones culturales tradicionales de los pueblos originarios” y propone premios de 15, 10 y 5 mil pesos para los primeros tres lugares del concurso.

Pero al ser anunciado, la mayoría de los comentarios de las personas pertenecientes a la cultura Yoreme señalaron no estar de acuerdo con está forma de difundir sus tradiciones.

Entre otras cosas, acusaron “poca sensibilidad”, “falta de respeto”, y “folklorización de los rituales”; además, hicieron hincapié en que ponerlos a competir es “marcar aún más la división” entre personas Yoremes.

“El valor real de la cultura Yoreme solo lo decidimos nosotros”, se lee en una de estas publicaciones.

“¿Pondrán a competir entre sí a sus respectivas danzas religiosas en pos de un premio económico? ¿Es de verdad está convocatoria?”, se cuestionó en otro comentario.

Ceremonia sagrada: vínculo con lo natural

Si los Yoremes danzan y cantan, no es un acto de mero entretenimiento, sino una manera de recordar y honrar su conexión profunda con la naturaleza, a la que conocen como ‘Juya Ánia’ o mundo del monte, contó Iris Villalpando.

“Están reduciendo lo que para nosotros es una ceremonia muy sagrada del vínculo que tenemos con el entorno natural”, lamentó.

Originaria de Jaguara II, Iris es una mujer Yoreme que se ha dedicado a documentar los oficios y tradiciones de la cultura de su pueblo. Ella señala que, para los Yoremes, las danzas tradicionales son una oración sagrada y una forma de agradecer por el sustento a la naturaleza.

“Es una memoria de que estamos vinculados con el monte, que él nos ha alimentado, que alimentó a los que nos trajeron a este tiempo. Es nuestra manera de agradecerle, de convivir con él, de reconocernos dentro de él”, explicó.

Ángel Casillas, músico tradicional de la comunidad de Camajoa, en El Fuerte, añadió que bajo este vínculo, los Yoremes se ven a sí mismos como parte de la naturaleza y como hermanos de todos los seres vivos, tanto plantas como animales.

“Así como nosotros vivimos, las plantas y los animales tienen el derecho a vivir. Simplemente para cortar una rama le pedimos permiso al monte, a la Juya Ánia. Se trata de respetar para que nos respete la misma naturaleza a nosotros. A grandes rasgos es eso, el respeto hacia la naturaleza y el respeto hacia nosotros mismos como hermanos”, contó.

Pero el concurso de la COPACIS está transformando esto en un acto superficial.

“El padre que dé la mejor misa”

“Los rituales de las iglesias, llámese protestantes, adventistas, llámese católicas, ahí nadie se anima a hacer un concurso del mejor padre que dé la mejor misa, porque son actividades rituales. Es igual con nosotros”, explicó Bernardo Esquer, músico tradicional, danzante, cantavenado y laudero de instrumentos tradicionales.

El hombre de 65 años originario de Chobampo Guasave, señala que sus danzas tradicionales no son solo danzas, sino también rituales dedicados a su divinidad, la Juya Ánia o ‘mundo del monte’. Ante esto, poner estas expresiones a concursar es una falta de respeto hacía su cultura.

“En el caso de nosotros, que somos músicos tradicionales, estamos en desacuerdo de que entre a concurso… Como músico tradicional mi actividad es mantener la tradición tal y cual nos la dejaron nuestros antepasados. No someternos a lo que digan los gobiernos”, dijo.

Por su parte, Ángel Casillas, opinó que el poner a competir las danzas rituales de los Yoremes es un acto de distorsión cultural que deja en evidencia el desconocimiento de las autoridades de su cultura y cosmovisión.

“Nuestro gobierno actual desconoce por total lo que es la cosmovisión que tenemos nosotros como Yoremes”, acusó.

Ser oficiante tradicional, labor ritual que realizan tanto danzantes como músicos yoremes, es un orgullo, indicó. Por lo mismo le duele cuando las autoridades se apropian de sus tradiciones y las vacían de su significado original para folklorizarlas.

“La danza no nada más es bailar, la música y ya. Tiene que tener todo un contexto, un espacio y acompañarse de todo lo que es la tradición. Bailarlo, nada más bailarlo donde sea, ante quien sea, o en un escenario, pues se vacía del significado que tiene originalmente. Se pierde la esencia”, explicó.

“Cuando yo participo en un ritual, participo para compartir lo que yo sé, no para competir entre mis hermanos. Pero los gobiernos todo lo ven fácil”, expresó.

 

Que se acerquen a los pueblos

En Sinaloa, la Comisión para la Atención de las Comunidades Indígenas de Sinaloa (COPACIS), es la institución encargada de las políticas en beneficios de la Nación Mayo-Yoreme. Sin embargo, está comisión no trabaja con las comunidades, sino con una asociación civil llamada Consejo Estatal de Cobanaros y Pueblos Yoremes Mayo de Sinaloa que está muy amañada, consideró Bernardo Esquer. “La comunidad nativa los detesta”, aseguró.

El oficiante tradicional, acusó que las personas inmiscuidas en la tradición no reciben ningún tipo de apoyo directo, pues todo queda en manos de Cobanaros (gobernadores Mayo-Yoreme) que no luchan por los derechos de sus comunidades.

Ante está situación, Esquer acusó que poco a poco su cultura ha sido afectada por la folklorización de sus rituales impulsadas desde Gobierno, situación más grave en el caso de los Fariseos en los centros ceremoniales del Río Fuerte, como son Huites, Vaca, Tehueco, Mochicahui, San Miguel y Ahome.

Por su parte, los músicos tradicionales se han mantenido más herméticos y ‘al pie del cañón’ en la preservación de sus tradiciones.

Para evitar está folklorización, Ángel opina que las autoridades deberían acercarse directamente a las comunidades, conocer a fondo su cosmovisión, y trabajar con ellas para enfocar sus esfuerzos en las necesidades que consideren más urgentes.

Pero al no hacer esto, acusó que el gobierno ‘se está saliendo de su carril’.

Casillas opina que, más que un concurso, la COPACIS pudiera impulsar la preservación de la cultura con otro tipo de iniciativas.

Un ejemplo, dijo, sería el decretar áreas de reserva para la reproducción de la Mariposa Cuatro Espejos, especie cada vez más escasa cuyos capullos son necesarios para la elaboración de los Tenábaris, instrumento tipo sonaja que usan los danzantes tradicionales.

“No ven realmente que la mariposa cuatro espejos se está extinguiendo en la región. No ven que el rescatar la mariposa cuatro espejos es una forma de rescatar la cultura”, dijo.

Otra iniciativa valiosa para los Mayo-Yoreme es el Festival Yoreme que se realizaba en Culiacán y que ha sido un espacio para la libre expresión y difusión de su cultura.

“Esa es una buena forma de difusión. Que te den un espacio donde tú puedas hacer lo que lo que haces en tu comunidad y compartirlo así tal cual. No que te quieran delimitar a ciertas y cuales cosas. Esa sí sería una buena opción”, puntualizó

 

Recientemente desde el Gobierno Federal se anunció que el puerto de Topolobampo es un polo de desarrollo económico para el bienestar, con un total de 7 megaproyectos que buscan instalarse en una zona ya habitada por miembros de la Nación Yoreme.

Pero ante este nombramiento, líderes de las comunidades que habitan en la región señalaron que ellos tienen otra visión del desarrollo, una en la que el valor de la naturaleza como ente sagrado es más importante que el beneficio económico de las grandes empresas extranjeras.

Sin embargo, desde el Gobierno de Sinaloa el gobernador Rubén Rocha Moya desestimó estos reclamos al indicar que dentro de los Yoremes también hay opiniones encontradas, y que así como hay personas en contra, también hay quienes hasta piden este tipo de apoyos como el concurso de danzas tradicionales.

Ante esto, Iris Villalpando opinó que las autoridades deben escuchar también a las voces en contra, pues sí existen maneras de preservar, fortalecer y divulgar la cultura sin agredir la espiritualidad de un pueblo.

“Yo creo que nos corresponde a nosotros como comunidad fortalecerla, y también con apoyo de otras personas. Pero de una manera que no agreda la espiritualidad de un pueblo”, puntualizó.

 

Derecho a proteger

En su artículo 2, la Constitución mexicana reconoce que los pueblos y comunidades indígenas tienen derecho a la libre determinación y autonomía. Por su parte, en su artículo 31, la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU (a la que México está adscrita), señala que los pueblos indígenas tienen “derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales, sus expresiones culturales tradicionales y las manifestaciones de sus ciencias, tecnologías y culturas”.

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