Culiacán, Sinaloa.- El Acuerdo Nacional Maíz-Tortilla firmado por el Gobierno de México con productores, comercializadores, harineros, nixtamaleros y tortilleros para estabilizar y reducir gradualmente el precio de la tortilla, tiene un objetivo alcanzable siempre y cuando haya un verdadero respaldo al campo y una coordinación en toda la cadena productiva, indicaron especialistas.

De acuerdo al Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), las condiciones del mercado actual son favorables para estabilizar los precios de la tortilla debido a la caída del mercado de futuros del maíz (-4%) y la apreciación del tipo de cambio. Además, el precio del maíz blanco se mantiene estable entre $6,400 y $7,800 por tonelada en todo el país.

Sin embargo, señala que esto por sí solo no es suficiente para garantizar una baja en el precio de la tortilla, pues es necesaria una coordinación en toda la cadena productiva, lo cual no es nada fácil de lograr tomando en cuenta que existen más de 110 mil tortillerías y molinos.

“La meta de reducir 5% el precio de la tortilla es viable si participan todos los actores de la cadena molinos, harineras y tortillerías. Ya que cada una tiene diferentes condiciones de mercado. La industria harinera, con 20-25% del mercado, puede ajustar el precio de la harina, pero no puede garantizar el precio final de la tortilla sin colaboración del resto”, señala el análisis realizado por GCMA.

Para este Grupo Consultor, los productores al igual que comercializadores y la industria de la masa y de la harina son una pieza clave en el éxito del Acuerdo Maíz-Tortilla, por lo que se requiere otorgarles certidumbre, y para ello propone el fortalecimiento de relaciones comerciales y reforzar los precios de referencia y acuerdos de compraventa.

“Se destaca la necesidad de retomar esquemas como Agricultura por Contrato, con uso de herramientas como coberturas de precios y tipo de cambio”, indicó.

Jesús Alberto Rojo Plascencia, presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), respaldó el Acuerdo, pero indicó que para lograr la meta de reducir el precio de la tortilla se requiere atender la demanda de los productores, quienes están enfrentando serios desafíos como la sequía, los altos costos de producción, la incertidumbre comercial y la falta de incentivos directos al agricultor.

“Se deben considerar mecanismos justos y transparentes y que sean efectivos para la comercialización del maíz, evitando las distorsiones que perjudiquen al eslabón más frágil que es el productor”, dijo.

Indicó también la necesidad de contar con mecanismos de comercialización más justos, acceso efectivo a instrumentos de manejo de riesgos, en caso de ser necesario, apoyos complementarios para garantizar una rentabilidad mínima al productor y que los volúmenes de maíz liberados desde los organismos sociales no distorsionen el mercado comercial.

“Como parte de este acuerdo como productor se nos pide que logremos alcanzar las 25 millones de toneladas que se ocupan para poder echar adelante este tipo de acuerdos y poder parar un poco la importación de maíz y traer maíces de otras partes de mundo, como en este caso estamos trayendo en esta ocasión del país vecino, de los Estados Unidos, pedimos también que en esquemas de comercialización que le den un ordenamiento, en consenso con la intervención de gobierno federal para poder lograr que los precios del mercado sean más justos”, dijo.

En este sentido, GCMA indicó que no existen precios justos por sí mismos, sino que dependen de los precios de mercado, determinados por oferta y demanda y precios subsidiados como en el caso de las Tiendas del Bienestar, con alto costo presupuestal.

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