Culiacán, Sinaloa.- “Me robaron este auto en Sinaloa, si lo miran avísenme por favor”, “Tiren paro, me robaron mi carro, compartan por favor”, “Me robaron el carro del estacionamiento. Para que me ayuden a compartir”, son algunas de las alertas ciudadanas que acompañadas de las fotografías de los respectivos vehículos, han circulado en redes sociales durante los últimos meses, reflejando el clima de inseguridad en el que vive Sinaloa.

El robo de vehículos se disparó desde el pasado 9 de septiembre, cuando el Estado quedó en medio de una confrontación interna del cártel de Sinaloa, una “narcoguerra” que ha tenido un impacto significativo en la alza de delitos. De acuerdo al Informe de Paz de Construyendo Espacios para la Paz, en 9 meses de la crisis de seguridad, se ha reportado el robo de 5 mil 167 vehículos.

El mes de mayo ha sido el mes con más robos registrados (678), superando al mes de octubre del 2024 (677) que había tenido la cifra más alta desde septiembre de ese año.

En promedio, en mayo se presentaron 22 robos diarios.

De acuerdo al informe, en nueve meses, Sinaloa superó la cifra de robo de vehículos de todo el 2024. De septiembre a mayo la entidad registró 5 mil 167 robos, mientras que durante 2024 se contabilizaron un total de 3 mil 984 robos.

Culiacán es el municipio en donde más se ha disparado este delito con 3 mil 303 vehículos robados en los 9 meses de la crisis de seguridad. En mayo, el 64% de los eventos se presentaron en éste municipio.

A raíz de este delito, las víctimas no solo han tenido que enfrentar el impacto económico que representa perder un vehículo, también momentos de terror y miedo, pues muchos de estos robos han sido con el uso de la violencia, tal como lo narró una usuaria a través de su cuenta de Facebook, al contar la experiencia que vivió junto a su hijo de 12 años de edad:

“Han pasado seis meses desde que nos robaron el carro. Como a la gran mayoría, nos tocó vivir un asalto con violencia: encañonados, a plena luz del día. (…) Quería negociar, pedir que al menos me dejaran bajar mi bolsa… pero no se pudo. Cada palabra que intentaba decir solo hacía que el hombre presionara con más fuerza el cañón contra mi sien y que se pusiera más agresivo.

(…) Recuerdo que nos sentamos a llorar en una banqueta del estacionamiento. Estábamos bien, estábamos vivos. Pero no podía creer lo que acababa de pasar.

No fue solo un carro. Fue la seguridad. La credibilidad. La libertad. La confianza”

Ante este tipo de situaciones, Javier Llausás Magaña, presidente de Construyendo Espacios para la Paz, ha reiterado el llamado a las autoridades de no descuidar la atención de los delitos de fuero común como robo de auto y violencia familiar.

“Pensamos que se está descuidando mucho el fuero común por estar muy concentrados en el de alto impacto y crimen organizado. No criticamos esa parte, simplemente pedimos que no descuiden el fuero común”, dijo.

Señaló que el robo de vehículo es lo que ha “apagado” la movilidad en Culiacán, lo cual ha traído consecuencias negativas en la economía, pues la población no quiere salir a la calle por temor a que su vehículo sea robado.

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