Por Edgar M. García
Las calles empedradas, con camellones en donde crece un árbol tras otro, son un emblema característico de esta colonia. Es común escuchar las herraduras de los caballos al hacer contacto con la piedra, pero también ver vehículos de carga pesada rugir por estas calles. Lo viejo y lo nuevo: árboles gruesos en diámetro con medio siglo de longevidad, y edificios departamentales que pasan los 10 pisos, todo parece coexistir en tan sólo tres kilómetros cuadrados.
Fundada como una colonia de granjas de producción a baja escala, después como una zona industrial y ahora como un área de residencias y viviendas verticales, Ciudad Granja actualmente es una colonia vecina al pulmón de la ciudad, el Bosque de la Primavera, que ha sufrido cambios respecto al uso de su territorio desde su fundación en 1947.
De granjas a cotos: un cambio silencioso
En su nombre se puede rastrear la historia de este lugar, Ciudad Granja, un nombre paradójico y contradictorio a la vez, un oxímoron en el que coexisten lo rural y lo urbano.
Su ubicación era atractiva para las actividades como el pastoreo y crianza de animales, pues se encontraba -en ese entonces- a las “afueras” de la ciudad. “En su nacimiento, en 1947, era tal cual una colonia con edificaciones tipo cabañas o granjas”, explica Jesús Mora Mora, licenciado en Arquitectura, maestro en Urbanismo y Territorio, así como doctor en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad por la Universidad de Guadalajara.
Ahora, mi familia y yo nos sentimos más seguros con nuestra casa
Culiacán, Sin.- En la colonia Adolfo López Mateos, Sofía Salomón Medina finalmente pudo abrir la puerta de su propia casa. Junto a su esposo, sus hijas y su madre, ahora cuenta con un espacio más amplio y seguro para su familia.
Después de realizar un trámite sencillo ante el Instituto Municipal de Vivienda (INMUVI), fue notificada como beneficiaria y, poco después, comenzaron a construir su hogar.
“Muchas gracias por este gran apoyo, ahora tengo más espacio para la familia, el trámite fue sencillo, llevé los papeles a INMUVI y los dejé ahí y me avisaron que había salido beneficiada y ya empezaron a hacer la casa”, expresó.
Este martes, el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil encabezó la entrega de nuevas acciones de vivienda en distintos puntos de la ciudad como parte del Programa Municipal de Vivienda del INMUVI, el cual ha beneficiado a más de mil hogares en los últimos tres años.
El presidente municipal visitó directamente a las y los beneficiarios para constatar el impacto de este programa con alto sentido social.
Otra historia es la de María de los Ángeles Iribe, vecina de la colonia Plutarco Elías Calles, quien por años vivió en una vivienda de lámina que se volvía especialmente vulnerable durante la temporada de lluvias. Hoy, junto a su esposo y su hijo, cuenta con un hogar de concreto que representa una mejora sustancial en su calidad de vida.
“Gracias a todos quienes participaron para que se hiciera realidad esto, ahora mi familia y yo nos sentimos más seguros porque nuestra casa era de lámina”, dijo.
Durante la jornada, el alcalde resaltó que este tipo de entregas reflejan el compromiso de su administración por atender de forma directa las necesidades de las familias, y que se trabaja de la mano con el Programa Vivienda para el Bienestar, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Aprovechamos y nos metemos a las colonias a entregar la vivienda, a ver a la gente en los tianguis, a cualquier cosa para ver qué más ocupan”, señaló.
El Ayuntamiento de Culiacán continuará fortaleciendo este programa de vivienda social, con el objetivo de brindar certeza patrimonial y condiciones dignas a quienes más lo necesitan, construyendo una ciudad más justa y equitativa desde sus hogares.
Los primeros pobladores de esta localidad dejaron una huella en la morfología de la colonia, en la estructura de sus calles y en sus terrenos, ya que eran grandes campos destinados a la ganadería. Las industrias vieron una oportunidad en esta ubicación por sus terrenos, pero en la actualidad, hay muchas empresas industriales asentadas en Ciudad Granja, las producen acero, textiles e, incluso, impresiones a gran formato para temas de marketing.
Con el desarrollo de la Zona Metropolitana de Guadalajara se buscó utilizar estos espacios para la vivienda, pues esa era la tendencia y la demanda, pero de acuerdo con Carlos Romero Sánchez, Maestro de Arquitectura con Especialidad en Urbanismo, su ejecución no fue la mejor:
“grandes lotes con usos industriales comerciales y de servicios y algunos de éstos se han ido convirtiendo a residencias habitacionales con un pésimo modelo de edificaciones cerrado, lo que conocemos como cotos”.
El auge vertical, la solución con consecuencias
El crecimiento vertical que experimenta actualmente experimenta Ciudad Granja se debe a que es una colonia delimitada por Avenida Vallarta y Anillo Periférico, en consecuencia, no puede crecer hacia los lados, así que su única opción es construir hacia arriba, lo cual puede ocasionar problemas si no se realiza con precaución.
“Con la inercia actual, caótica, aunque está delimitada, se está asfixiando (la colonia), pues no tiene relación directa con el Parque Metropolitano, por ejemplo. Luego tiene un gran borde de cicatrices que es Periférico y Avenida Vallarta, entonces, está arrinconada y no se trabaja alguna integralidad territorial”, advierte Carlos Romero, profesor de la Universidad Panamericana.
El crecimiento de los alrededores de Ciudad Granja ha impactado su desarrollo y la ha convertido en un atractivo polo para la generación de vivienda, pues cerca de la colonia se ubica Ciudad Judicial, así como campus de la UVM, la Universidad Panamericana, la Universidad Cuauhtémoc y el Tecnológico de Monterrey.
“Sí ha habido una intensificación de construcción de cotos y vivienda vertical, eso tal parece que va a ser la tendencia de este espacio. De edificaciones de alto nivel, no solamente físico, de varios pisos, sino de alto nivel económico, tipo medio a medio alto. Actualmente se está construyendo uno con bastante extensión frente la Universidad Panamericana y otros tantos que están ya terminando. Yo creo que la vocación (de vivienda) que va a prevalecer bastante tiempo es la edificación de vivienda vertical”, argumenta el doctor Mora.
Con datos de la Dirección de Obras Públicas y Ordenamiento del Territorio de Zapopan es posible saber que, entre 2014 y 2024, el Ayuntamiento otorgó 243 permisos de construcción para Ciudad Granja. De esta forma, en una década, la colonia cambió radicalmente tanto en el número de viviendas como en el número de habitantes.
Anteriormente donde tres personas podían vivir en una casa ubicada dentro de un coto, ahora con la construcción vertical, en ese mismo espacio, podrían habitar arriba de una docena de personas.
“Me tocó a mí intervenir en una casa de una señora que, ahí tal cual, en Ciudad Granja a un lado tenía un lote baldío y se edificaron 11 departamentos para estudiantes que eran de la Panamericana”, recuerda el urbanista Mora.
De acuerdo con el Análisis Sociodemográfico de Ciudad Granja elaborado por el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG) en 2020, la colonia cuenta con una población de 12 mil 988 habitantes, con una densidad de población de 4 mil 329 habitantes por km².
Cuando el pasado ya no cabe
Hay diversas problemáticas que el crecimiento acelerado de la vivienda vertical y la llegada de nuevos residentes puede ocasionar en Ciudad Granja, por ejemplo, la colonia en los últimos años ha experimentado una gentrificación cultural que busca minimizar las tradiciones del lugar.
En la parroquia San Martín Obispo, localizada en frente de la glorieta del mercado, se hacen las fiestas patronales el 11 de noviembre, día del santo patrono de esta Iglesia. Era una tradicional fiesta grande donde se llevaba banda y pirotecnia, pero tradición “a partir de unos 10 años para acá la gente se empezó a quejar y pues ya no la hacen así, ahorita ya nomás hacen un tipo kermés y ponen un grupo una hora a lo mejor y se acabó”, recuerda Daniela, residente de más de treinta años en Ciudad Granja.
La gentrificación en Ciudad Granja, quizá, siga siendo un fenómeno que aún no llega a ser preocupante, aunque ya sus habitantes hablan de desplazamiento:
“Mucha gente ya ha buscado otras opciones, por ejemplo, venden sus propiedades y como son terrenos muy grandes, pues aprovechan para hacer edificios. Entonces muchas de las personas que ya estaban, que tenían muchos años en la colonia y ya están buscando nuevas opciones de vivienda”, señala Daniela.
Negocios que han formado parte de la fachada cultural de la colonia y se han cimentado por años también se han visto en peligro; por ejemplo, El Molino, una tortillería que tiene alrededor de treinta años, padeció un intento de clausura por vecinos de una torre vertical a la que les molestaba los ruidos que ésta hacía desde las cinco de la mañana.
Servicios al borde del colapso
Otra problemática a la que Ciudad Granja se enfrenta es la insuficiencia para abastecer los servicios públicos. Siendo la queja más recurrente la mala calidad del servicio de agua.
La siguiente tabla no sólo muestra el registro de solicitudes por desabasto de agua que se denunciaron entre 2021 y 2024, sino que además deja en evidencia que las quejas han crecido en la misma frecuencia que la demanda del servicio para las nuevas viviendas.
“A los que tenemos mucho tiempo la colonia, de verdad que los servicios son malos y muy caros por la plusvalía se subieron todos los servicios en cuanto a dinero, como te comento hay meses que nos dejan sin agua y cuando cae es muy poquita y muy sucia”, precisa Daniela.
“El agua está horrible, en las casas llega sucia y con un color como a agua de tamarindo. No todos los días, pero llega a estar sucia” señaló Isaac, residente cuya familia ha habitado en Ciudad Granja por tres generaciones.
Sobre el tema, otro vecino agrega: “(Los servicios) son pésimos porque tres meses al año nos dejan sin agua y luego si revisas el agua está sucia, café” comenta Jorge, quien se mudó hace años a la colonia.
La escasez de agua o su terrible calidad no sólo afecta a las casas de la periferia de Ciudad Granja, sino también a residentes de torres departamentales que no llevan más de cinco años habitando sus departamentos.
Luis, estudiante de la Universidad Panamericana, renta un pequeño cuarto en una de las torres departamentales que se han construido recientemente en Ciudad Granja. La construcción de esa torre todavía no estaba terminada, pero se apresuraron a vender departamentos, razón por la que Luis tiene un acceso irregular a servicios básicos como: luz, internet y agua, sobre todo en momentos específicos donde las instalaciones no se dan abasto para los residentes del inmueble.
El problema es que este crecimiento exponencial en Ciudad Granja y la demanda de vivienda exige a los inversionistas y constructoras vender espacios sin siquiera adaptarlos de manera correcta. A pesar de todas las fallas, Luis paga alrededor de 12 mil pesos al mes de renta por un departamento de 20m² que cuenta con cocina, recamara, baño y cuarto de lavandería.
En los últimos cuatro años se realizaron en el Ayuntamiento de Zapopan 85 quejas por desabasto de agua.
A través de diversas solicitudes información consultadas a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), fue posible conocer que, entre 2021 y 2024, habitantes de Ciudad Granja realizaron 798 solicitudes para mejora de la iluminación (luminarias), así como 686 peticiones para arreglar el pavimento.
En la siguiente tabla se desglosan las peticiones que habitantes de Ciudad Granja hicieron a diversas direcciones del Gobierno de Zapopan.
Las calles de Ciudad Granja que registraron más solicitudes de reparación o instalaciones de luz; entre éstas destacan Los Cipreses con 94 solicitudes; Calzada Central con 89 solicitudes. Calles como, así como Calzada Circunvalación Ote. y Calzada Nte. con 87 y 67 quejas respectivamente.
De las 798 solicitudes para solucionar problemas con las luminarias, en 2022, se alcanzó el pico de las solicitudes realizadas, pues se incrementó casi seis veces más que el año 2021, lo que disminuyó en 2023 a 283 solicitudes y en lo que va del 2024 se realizaron 144 solicitudes.
Esta tabla muestra la cantidad de solicitudes de pavimentación en Ciudad Granja durante el periodo de 2021 a 2024. Se observa un notable incremento de solicitudes a partir del 2022, con un pico de 234 solicitudes este año. Aunque, en 2023 el número de solicitudes disminuyó a 190, en 2024 volvió a aumentar hasta 233, dando un total de 686 solicitudes en tan sólo cuatro años.
Calzada de las Palmas y Calzada Circunvalación Ote. son las calles que más requieren este servicio con 60 peticiones cada una, seguidas por Calzada Circunvalación Pte. y Calzada de los Ángeles, con 57 solicitudes cada una. Calzada de los Fresnos también figura en esta lista con 56 solicitudes, lo que indica un alto requerimiento de servicios de pavimentación en esta colonia.
Una posible explicación es el deterioro más rápido de las vialidades por el incremento de vehículos en la zona.
Una colonia atrapada entre muros
El crecimiento vertical en Ciudad Granja es una realidad, por eso es importante buscar posibles soluciones para, así, evitar que se desplacen a las personas que llevan viviendo aquí años, pues según el experto en urbanismo, Jesús Mora: “la tendencia es que sí se va a convertir en un lugar atractivo para los inversionistas. Es una especie de imán, si yo veo que alguien está construyendo estos inmuebles, me animo más a hacerlo”.
El experto sugiere como una posible solución que se haga un plan general de Ciudad Granja, el cual -propone- debe estar liderado por académicos, urbanistas y profesionistas del sector, pero donde también participen las y los residentes, pues aunque será imposible frenar el crecimiento vertical, sí se puede incidir en que éste se haga de manera ordenada y controlada.
“Hablando en voz alta. Vamos a permitir en una zona que sí se edifiquen inmuebles, vamos a dejar otra zona que podríamos llamarle la zona histórica o conservar los inmuebles que ya están allí, vamos a permitir una zona más comercial que otras. Creo que por ahí podrías llegar a una planificación y un ordenamiento territorial que se les puede contemplar (a los residentes originales) (…) y hacerle un plan maestro que como no es muy extenso tampoco es tan complicado”, apunta el experto.
El crecimiento vertical de Ciudad Granja es, más allá un cambio en su fachada, un testimonio de una colonia que lucha por mantener su esencia ante el imparable avance de la urbanización, ya que la demanda de vivienda y la falta de un plan de desarrollo urbano pone en riesgo a una colonia que durante décadas mantuvo su identidad intacta.
El aumento de la población y la escasez de servicios básicos, como el agua, son sólo algunos de los síntomas de un crecimiento que parece ignorar las necesidades de aquellos que han habitado Ciudad Granja por generaciones y a los cuales se les pone frente a una disyuntiva: adaptarse al futuro sin perder su pasado o sucumbir ante un modelo de desarrollo que no toma en cuenta ni su historia ni a sus habitantes.
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