Culiacán, Sinaloa.-  En Sinaloa, los Centros de Integración Juvenil (CIJ) han detectado un incremento en el número de niñas, niños y adolescentes de 10 a 14 años de edad que consumen o prueban tabaco y vapeadores. Manuel Velázquez, director del CIJ Culiacán, indicó que de mantenerse la tendencia actual, el consumo podría duplicarse en 2025, en comparación al año pasado.

Informó que de enero a abril del 2025, los CIJ de Sinaloa atendieron a 256 niñas, niños y adolescentes de 10 a 14 años de edad por esta situación, una cifra bastante alta comparada con las 300 atenciones que tuvieron durante todo el 2024.

“Es un incremento que hemos observado, que si tomamos en cuenta que al cierre del cuarto mes del año tenemos 250, entonces esperaríamos en cerrar en 750 en 2025, comparado contra 300 que tuvimos el año pasado”, mencionó.

De acuerdo con el especialista, este incremento puede deberse a diferentes factores como el contexto de violencia que se vive en Sinaloa, el fácil acceso a estas sustancias, la falta de sanciones para el consumo y comercialización de vapeadores y la desatención emocional de niñas, niños y adolescentes.

“A nivel de país está prohibido, pero no está regulado al 100%, no sabemos cuál será la sanción todavía, entonces esa parte está como no resuelta y la gente puede percibir que sí está prohibido, pero no hay sanciones”, dijo.

Mencionó que el aumento en la tendencia de consumo puede estar vinculado también a las campañas de prevención enfocadas en las escuelas, en casos donde las estrategias no se acompañan de una atención y manejo emocional adecuados.

“Puede ser que los trabajos que se están haciendo a nivel de prevención muevan algunas situaciones y si no se atienden adecuadamente se puede tomar la decisión de estar en consumo de alguna sustancia”, explicó.

A nivel nacional, las cifras sobre el consumo de tabaco y vapeadores en jóvenes también se deben tomar en cuenta. Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua (ENSANUT) 2023 muestran que 4.3% de los adolescentes mexicanos de 10 a 19 años de edad y 2.2 % de la población adulta son usuarios de cigarros electrónicos.

Expertos como Ana Carolina Sepúlveda, de la Facultad de Medicina de la UNAM, y Eduardo Lazcano, del Instituto Nacional de Salud Pública, han indicado que la industria tabacalera ha diversificado sus productos haciéndolos más atractivos para  jóvenes, mujeres y población de menor ingreso económico. Desarrollando productos de sabores que aparentemente hacen menos daño a la salud.

“Estos productos se presentan como alternativas aparentemente inofensivas, cuando en realidad representan nuevos riesgos que debemos atender con urgencia”, dijo Sepúlveda.

“Estos productos, tanto los cigarrillos electrónicos, los productos de tabaco calentado, cada vez existe mayor evidencia de que contienen nicotina, obviamente, sustancias químicas nocivas y también con poder cancerígeno, producen problemas respiratorios y cardiovasculares a muy corto plazo y sin duda un enorme impacto negativo en el desarrollo cerebral de los adolescentes”, agregó Lazcano durante un evento de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones.

Sin embargo, para Manuel Velázquez, uno de los efectos más problemáticos del consumo del tabaco y uso de vapeadores es que pueden abrir la puerta a la experimentación y consumo de drogas más fuertes.

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