Pese a haber sido considerado en algún momento “el granero de México” por su importante agroindustria, Sinaloa hoy se rezaga en la tecnificación de su sector productivo más característico. Entre los diferentes tipos de agricultura que lo comprenden, siguen existiendo hoy marcadas diferencias tecnológicas.

Enrique Riveros, expresidente de la AARC y presidente de la comisión de agricultura de Coparmex Culiacán, señala la barrera del precio y la desconfianza de los productores como principales obstáculos para la implementación de soluciones tecnológicas con el potencial de subsanar las carencias del agro regional.

A nivel global, los avances tecnológicos han permitido desarrollar soluciones innovadoras que prometen ayudar a solucionar problemas históricos de las regiones agrícolas. Por ejemplo, mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, o predecir la demanda de los mercados para poder ajustar los volúmenes de producción.

En Sinaloa, la competitividad agrícola se ha visto mermada por la poca disponibilidad hídrica y problemas de comercialización desde hace, por lo menos, una década. Incluso en dicho contexto, los esfuerzos por modernizar el campo regional han sido insuficientes.

¿Qué posibilidades ofrece la innovación tecnológica a la agroindustria sinaloense?

 

Francisco Aandoval, gerente de arquitectura de soluciones para Zoho Latinoamérica, declara la existencia de una demanda creciente en México para la inversión en tecnología en los diversos sectores productivos, incluído al agrícola. En entrevista para Revista Espejo, explica en qué consisten.

“Si tenemos invernaderos, podemos detectar la calidad del subsuelo, la cantidad de humedad presente para hacer correcciones en tiempo y forma para que nuestro producto final tenga la calidad que esperamos. Es por esto que cada vez hay más proveedores de este tipo de soluciones. Hay muchos clientes que se dedican a la agricultura que ven necesario implementar este tipo de soluciones ya que, con los cambios climáticos, no es tan fácil tener un producto de calidad”.

 

Sandoval ve que actualmente, con los sistemas de riego que se utilizan de manera estándar, es muy difícil medir la cantidad de agua que se emplea. “Todo se hace a nivel volumétrico”, dice. Tener mejores métricas de los recursos hídricos permitiría optimizar su utilización.

“A lo mejor para regar una hectárea estamos utilizando equis cantidad de agua, pero gracias a los sistemas que están obteniendo datos duros podemos determinar que a lo mejor es posible reducir esa cantidad para hidratar un área de suelo“.

 

Por su parte, Yanine Arellano, la vicepresidenta para Latinoamérica de Slimstock, una empresa de soluciones tecnológicas holandesa, explicó que ya se utilizan redes neuronales para predecir con exactitud las tendencias de mercado. Utilizar estos sistemas de información permitiría adaptar la producción agrícola para generar mejores condiciones de mercado, con precios más competitivos.

La directiva resume las posibilidades de la tecnología en la agricultura como la de permitir “liberar capital de forma sabia en el momento correcto”.

La brecha tecnológica entre diferentes agriculturas en Sinaloa

 

Las diversas opiniones recogidas reflejan una gran brecha entre el nivel de tecnificación con el que cuenta la agricultura protegida de exportación y el resto de subsectores del campo sinaloense.

Enrique Riveros, el representante agrícola sinaloense antes citado, asegura que donde mayor inversión en tecnología hay es en los cultivos de alto valor, como hortalizas y berries. Sin embargo, en el caso de los campos graneros, sigue existiendo un amplio rezago.

“Donde hay una mayor necesidad es en los sectores graneros, los productores más chicos, en dónde se da el grueso de la producción agrícola”, dice Riveros.

Pese a ser quienes más necesidad presentan, son estos productores quienes también tendrían mayores dificultades para la adopción de herramientas tecnológicas que mejoren su competitividad, encuentra el expresidente de la AARC. Entre los principales obstáculos, que determinan esto, menciona:

Barrera de costos: La inversión requerida para implementar, por ejemplo, un sistema de sensores para las parcelas que midan el uso correcto del agua es demasiado alto.

Desconfianza en las tecnologías novedosas: Percibe que mucha de la oferta de soluciones tecnológicas para el campo sigue siendo demasiado prematura para que los productores determinen que son una inversión segura.

Rápido avance: El que la tecnología avance tan rápido deja el temor de adquirir un costoso equipo para que a los pocos meses este ya quede obsoleto frente a uno más novedoso.

Por otro lado, el director de Veggies From Mexico, el sinaloense Georgius Gotsis, considera que el grado de sofisticación en los procesos de cultivo que existen en la horticultura del estado son suficientes para el contexto regional y que, en comparación con el resto del país, Sinaloa se mantiene competitivo.

Sin embargo, Gotsis sí cree que sigue habiendo áreas de oportunidad para implementar, por ejemplo, sistemas de información que permitan calcular afectaciones en los precios y que habiliten a los productores a tomar mejores decisiones.

María Manjarrez, vicepresidenta del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa, también ha notado una brecha tecnológica en el campo sinaloense. Pese a existir tecnología, señala, esta no se ha extendido como los problemas del agro regional lo demandan.

“Invernaderos hay muy pocos. La mayoría son casa sombras o mallas sombras. En donde está realmente aplicada la tecnología disruptiva son los invernaderos, porque ahí hay sensores y está más controlado todo.

 

Respecto a este tema, el director de seguridad y acceso informático del Gobierno de Sinaloa, José Enrique Rangel, refiere que actualmente se están llevando a cabo fuertes inversiones para la modernización agrícola desde el sector privado. Cita, por ejemplo, el uso de drones en algunos cultivos, y asegura percibir que el estado se ubica por encima del promedio nacional en la implementación de tecnología para la agricultura.

¿Qué hace falta para modernizar la agricultura sinaloense de manera homogénea?

 

Riveros cree que si se desea que los pequeños y más vulnerables productores adopten las herramientas tecnológicas más innovadoras, es necesario primero que los más grandes las adquieran y utilicen para que se vuelvan más accesibles. Para ello, ve necesaria una coordinación pública-privada para efectuar las inversiones que esto requeriría.

Esto es accesible solo para los que los pueden pagar. La intención es buscar los métodos para que gobierno, las empresas, productores y asociaciones le entren y juntos poder hacer una oferta accesible y atractiva para los productores más chicos”.

 

El líder agrícola ve apremiante el buscar y aprovechar todas las herramientas disponibles para ayudar a subsanar las actuales carencias del campo sinaloense, en vista de las dificultades por las que hoy atraviesa.

“Tenemos una crisis fuerte, tenemos que hacer una buena coordinación entre la producción y los mercados que hasta ahorita están bastante desbalanceados y desproporcionados […] La tecnología existe, la necesidad existe, creo que lo que ha faltado son las ganas de hacerlo realidad por parte del gobierno, de presentar opciones que realmente signifiquen un cambio”.

 

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