Mazatlán, Sinaloa.– En un momento clave para el turismo internacional, Mazatlán busca consolidarse como un destino seguro y confiable para el arribo de cruceros. La presidenta municipal Estrella Palacios Domínguez encabezó este martes una reunión con Vicky Rey, vicepresidenta de Relaciones Gubernamentales de Carnival Corporation, una de las principales navieras del mundo.

En el encuentro, que reunió a representantes de los tres niveles de gobierno, autoridades portuarias, fuerzas armadas y operadores turísticos, se presentó el proyecto “Código Azul”, una estrategia de seguridad diseñada para proteger a los cruceristas desde el momento de su desembarco.

La presentación fue parte de un diálogo más amplio sobre la posición estratégica de Mazatlán dentro del mercado de cruceros del Pacífico, donde el destino busca no solo destacar por su oferta turística y gastronómica, sino también por su capacidad de respuesta ante riesgos de seguridad y percepción pública.

“Tenemos la fortuna de trabajar muy coordinadamente entre los tres órdenes de gobierno. Gracias al esfuerzo del gobernador Rubén Rocha Moya y de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, Mazatlán sigue creciendo turísticamente y atrayendo inversiones”, expresó Palacios durante su intervención.

La presidenta municipal informó que actualmente se desarrollan 14 nuevos hoteles en el puerto y que en lo que va del año han abierto sus puertas 25 restaurantes, lo que, dijo, refleja la confianza empresarial en el destino.

Por su parte, Vicky Rey, ejecutiva de Carnival Corporation, recordó que la naviera moviliza más de 12 millones de pasajeros al año y genera un movimiento económico global superior a un billón de dólares.

“Queremos que Mazatlán siga siendo ese destino mágico para nuestros clientes”, afirmó.

En la reunión también estuvieron presentes el almirante Mariel Aquileo Ancona Infanzón, director de ASIPONA Mazatlán; Rick Karadkaze, vicepresidente de Seguridad Global de Carnival; Gabriel Avilés, gerente de Operaciones Portuarias, así como mandos del Ejército Mexicano, fuerzas armadas, tour operadores y funcionarios del Gobierno Municipal.

El trasfondo de esta reunión revela un punto crítico: Mazatlán no puede darse el lujo de bajar la guardia. En un contexto nacional donde la violencia y la inseguridad son factores que alteran decisiones turísticas y comerciales, el desafío no es menor: blindar el puerto, garantizar el orden, ofrecer experiencias auténticas, y mantener la inversión en tierra firme.

 

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