Culiacán, Sinaloa.- En medio del concreto y del acelerado avance de la mancha urbana de Culiacán, aún resisten de pie gigantes verdes de más de 100 años que han visto transformarse a la ciudad desde sus raíces.
Más que elementos inertes del paisaje, estos árboles centenarios son pilares fundamentales de la salud del ecosistema urbano al brindar servicios ambientales como la captura de carbono, evitar la erosión del suelo, mejorar la captación de agua a los mantos freáticos, reducir las altas temperaturas y ser refugio para la fauna local.
Uno de ellos es una ceiba que, durante décadas, estuvo ubicada en lo que hasta hace algunos años fueron los Campos Coppel, y que permanece en el sitio aún y después de la construcción de una plaza comercial que lleva el nombre de la especie.
En el sitio, alguna vez utilizado para uso agrícola, y rescatado por la familia empresarial Coppel como campos deportivos, alberga hoy diversos locales comerciales, cine, restaurantes, e incluso oficinas, hotel y departamentos.
Pero además de desarrollo urbano, desde un principio este proyecto se conceptualizó con el objetivo de respetar e integrar a la naturaleza circundante, generando un espacio que, además de consumo, también ofrece a sus visitantes el disfrute de sus áreas verdes, e incluso talleres sobre temas ambientales realizados en colaboración con Sociedad Botánica y Zoológica de Sinaloa.
Todo a la sombra de esta ceiba centenaria.
FOTO: César Ernesto Hernández
Abuelos de los ecosistemas
Los bosques antiguos y árboles viejos son organismos críticos para los ecosistemas, reconoce un reciente estudio publicado en PubMed Central. En comparación con los bosques más jóvenes o las tierras de monocultivo, los bosques con árboles antiguos capturan seis veces más dióxido de carbono de la atmósfera, producen una mayor cantidad de oxígeno y crean microclimas y hábitats irremplazables para la fauna local.
Además, también funcionan como cuidadores de sus parientes más jóvenes, al controlar las condiciones fisicoquímicas del subsuelo como la fijación de nitrógeno y otros nutrientes que comparten con árboles más pequeños.
Cuando un brote nace cerca de un árbol centenario, este tiene una menor tasa de mortalidad y un crecimiento más rápido.
En el contexto urbano, la bióloga y consultora ambiental Cecilia Acosta señala que contar con árboles dentro de las ciudades es un tema primordial por los servicios ambientales que estos ofrecen a la ciudadanía.
“Las zonas con áreas verdes o con calidad de arbolado urbano regulan el clima, generan microclimas, ayudan a la atracción de la biodiversidad, mejoran la retención de agua de lluvia al subsuelo y evitan la erosión”, cuenta.
Grandes álamos se mantienen de pie en la Isla de Orabá, donde dan sombra a los jóvenes que acuden al espacio a patinar, andar en bicicleta o pasear con sus parejas. FOTO: César Ernesto Hernández.
Y si estos son árboles centenarios, se suman aspectos no solo ecológicos, sino también culturales, sociales y hasta económicos. “Solamente que no hemos sabido valorar o trabajar esos elementos que se tienen en la ciudad”, añadió la también ex directora de Ecología de Culiacán.
Y es que además de los servicios ambientales otorgados, los árboles centenarios han crecido a la par de la ciudad y forman parte de la historia de las comunidades que con ellos se formaron.
“Somos los principales beneficiados con la presencia del arbolado urbano en la ciudad”, puntualizó.
Los guardianes del tiempo
Actualmente, Culiacán cuenta con alrededor de 15 árboles centenarios identificados por la asociación civil La Ola Verde como parte de su programa Guardianes del Tiempo. El primero de estos, un Guanacaxtle de más de 116 años ubicado en el sector Gasolinera del Valle, fue reconocido en el 2009; 16 años después y en el marco del Día Mundial del Árbol, La Ola Verde relanza el programa para que estos 15 gigantes y otros más sean apadrinados por la ciudadanía.
“Lo que vamos a hacer es relanzar el programa para reconocer como patrimonio ambiental a aquellos árboles que tengan más de 100 años en la ciudad como parte del tejido urbano e histórico”, compartió Carlos Contreras, presidente de La Ola Verde.
Además del primer Guanacaxtle, otros árboles centenarios identificados por la asociación son 5 Álamos en la Isla de Orabá, un Guanacaxtle en la privada Álamos, el árbol a un lado de la Casa de la Cultura de la UAS frente a la Plazuela Rosales, la Ceiba de Plaza Ceiba, dos Guanacaxtles más en el Country Club y el Zoológico de Culiacán, uno más en la primaria Eustaquio Buelna, cerca del Zoológico y otro cerca de la SEPyC por el bulevar Pedro Infante.
Para relanzar el programa Guardianes del Tiempo, La Ola Verde realizará un recorrido para identificar a estos 15 árboles centenarios y otros más; y buscar vecinos, escuelas, o empresas que quieran apadrinarlos y comprometerse a su conservación y cuidado.
Entre la Casa de la Cultura de la UAS y el Instituto Sinaloense de la Juventud, un Guanacastle centenario ha sido sitio de recreación para miles de jóvenes. FOTO: César Ernesto Hernández
Además, a cada uno se le renovará o colocará una placa en la cual se reconozca al ejemplar como un guardián del tiempo, se añada información sobre la especie y un código QR que cuente su historia.
“Si la gente cree que tienen un árbol centenario alrededor de su colonia, de su casa, de su empresa o escuela, que nos llamen y nosotros vamos a evaluar si es merecedor para ser reconocido y que futuras generaciones lo apadrinen”, dijo Carlos Contreras al indicar que también reconocerán una segunda categoría de ‘Árboles Emblemáticos’ que no necesariamente tienen 100 años, pero que ya son reconocidos por su comunidad.
Una segunda etapa de este proyecto, adelantó Contreras, será el impulso de regulaciones con las autoridades municipales para que estos árboles sean reconocidos como patrimonio ambiental de la ciudad y así incentivar la cultura, el turismo y el respeto al medio ambiente.
“No queremos que solo se les dé reconocimiento y cuidado, sino incluso aplicar una sanción a las personas que maltraten estos ejemplares”, puntualizó.
Más sobre Medio Ambiente:
- Basura, contaminación del agua y deforestación, los retos de Sinaloa en materia de medio ambiente
- Tumban más de 60 árboles en Parque de Finisterra para construir viviendas
- Áreas Verdes Urbanas contribuyen a la construcción de paz en Sinaloa
- Legislación medioambiental, muy poco explorada en Congreso de Sinaloa
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.