Culiacán, Sin.— El movimiento en el gabinete de Rubén Rocha Moya sigue reconfigurando las piezas clave de su administración. Esta vez, Omar López Campos asumirá la titularidad de la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable de Sinaloa (SEBIDES), en sustitución de María Inés Pérez Corral, quien deja el cargo tras casi tres años al frente de la dependencia.

El relevo ocurre en un momento de reacomodo político dentro del gobierno estatal. López Campos, hasta ahora subsecretario de Normatividad e Información Registral, se perfila como uno de los cuadros de mayor confianza del círculo cercano a Enrique Inzunza Cázarez, actual senador de la República.

De acuerdo con fuentes del propio gabinete, será en las próximas horas cuando López Campos rinda protesta como nuevo titular de SEBIDES, dependencia responsable de la política social, los programas de desarrollo y la regulación ambiental en el estado.

No es un nombre nuevo dentro del mapa político sinaloense. López Campos fue delegado de programas federales de la Secretaría del Bienestar en Sinaloa durante los primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y, antes de ello, ocupó la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos en la Secretaría General de Gobierno. También figura como senador suplente de Enrique Inzunza.

Su nombramiento forma parte de una serie de cambios que se han desatado en las últimas horas dentro del gabinete de Rocha Moya. Ricardo “Pity” Velarde renunció a la Secretaría de Economía; en su lugar fue designado Feliciano Castro Meléndrez, quien a su vez dejó vacante la Secretaría General de Gobierno. Para ocupar esa posición, Rocha llamó a Yeraldine Bonilla Valverde, presidenta del Congreso del Estado, quien asumirá el nuevo encargo.

El arribo de López Campos a Bienestar se interpreta como un movimiento estratégico que refuerza la línea política del gobernador con figuras afines a su proyecto. Hijo de Eligio López Portillo, amigo y compañero universitario de Rocha Moya.

Con esta designación, el Gobierno del Estado busca fortalecer una de las áreas más sensibles de su gestión: la atención social, el combate a la pobreza y la gestión ambiental, en un contexto de creciente escrutinio público por las recientes adquisiciones y programas impulsados por la SEBIDES.

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