El virus H3N2, una de las variantes de la influenza tipo A, suele ganar presencia durante la temporada invernal por su alta capacidad de contagio y por el impacto que puede tener en niñas y niños, personas adultas mayores y población con enfermedades crónicas.

Autoridades de salud han reiterado que, aunque no se trata de un virus nuevo, su circulación puede intensificarse en los meses de frío, cuando aumentan las infecciones respiratorias y la demanda de atención médica.

¿Qué es la influenza H3N2?

El H3N2 es un subtipo del virus de la influenza A que, en distintos años, se ha asociado con temporadas de gripe más severas, hospitalizaciones y complicaciones respiratorias, especialmente en grupos vulnerables.

Este virus se transmite principalmente a través de gotículas respiratorias al toser, estornudar o hablar, así como por contacto con superficies contaminadas.

Síntomas más comunes del H3N2

Los síntomas del H3N2 son similares a los de otras variantes de influenza, pero pueden presentarse con mayor intensidad:

  • Fiebre alta y repentina
  • Dolor de cabeza
  • Dolor muscular y articular
  • Tos seca
  • Congestión nasal
  • Dolor de garganta
  • Fatiga intensa
  • En algunos casos, dificultad para respirar

En niñas y niños, así como en adultos mayores, el cuadro puede evolucionar a neumonía u otras complicaciones si no se atiende oportunamente.

¿Quiénes tienen mayor riesgo?

Los grupos con mayor riesgo de complicaciones por influenza incluyen:

  • Personas mayores de 60 años
  • Niñas y niños menores de cinco años
  • Mujeres embarazadas
  • Personas con diabetes, hipertensión o enfermedades cardíacas
  • Personas con asma u otras enfermedades respiratorias
  • Personas con sistema inmune debilitado

Prevención: cómo reducir contagios

La principal medida de prevención sigue siendo la vacunación contra la influenza, que ayuda a reducir el riesgo de enfermedad grave. Además, se recomienda:

  • Lavado frecuente de manos
  • Usar cubrebocas en espacios cerrados o con alta afluencia si hay síntomas o brotes
  • Ventilar espacios cerrados
  • Evitar el contacto cercano con personas enfermas
  • No automedicarse y acudir a valoración médica ante síntomas

Atención oportuna ante señales de alarma

Especialistas subrayan que la influenza no es un resfriado común. Si la fiebre no cede, hay dificultad para respirar, dolor en el pecho, somnolencia marcada o síntomas que empeoran, es importante buscar atención médica, especialmente en población vulnerable.