En Sinaloa, para obtener resultados diferentes en materia económica, es necesario hacer las cosas de manera diferente.

Este año, el Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa (CODESIN), cumple sus primeros 29 años y los festeja haciendo un recuento de sus logros en materia económica y presentando lo que llama una iniciativa estratégica a largo plazo a la que le ha dado el nombre de “Sinaloa 10+“. El objetivo, posicionar al estado de Sinaloa, en el 2050, entre las 10 economías más competitivas de México.

Los principios sobre los que nació el CODESIN y los objetivos para los que fue creado, aspiraban, hace poco menos de 30 años, con una visión de largo plazo, cambiarle el rostro a Sinaloa en materia económica. Por eso quiero dedicar este espacio, para hacer un repaso del desempeño de la economía sinaloense a partir de su creación.

El CODESIN se creó el 10 de abril de 1996, según consta en el Periódico Oficial del Estado de Sinaloa en el que se publicó el decreto de su creación. Se crearon también, dependientes del CODESIN, los Consejos Regionales de Promoción Económica. Un año después, en 1997, cuando se aprobó la Ley de Fomento a la Inversión para el Desarrollo Económico de Sinaloa, se le otorgó al CODESIN patrimonio y personalidad jurídica. Ese mismo año se creó en la estructura del gobierno del estado, la Secretaría de Desarrollo Económico, ahora Secretaria de Economía. Es decir, prácticamente, el CODESIN y la Secretaría de Economía, nacieron juntos. Diez años después, en 2007, de manera conjunta, el CODESIN y la Secretaría de Economía, crearon el Center for Invesment & Trade (CIT).

Los dos principios básicos con los que nació el CODESIN son, desarrollar un proyecto de largo plazo para el crecimiento económico de Sinaloa e implementar un modelo que sea simultáneamente viable y atractivo, considerando la realidad actual del Estado, de su potencial natural y humano y una estimación objetiva del entorno competitivo presente y futuro y; proponer y recomendar políticas de promoción económica, de tal manera que se logre en el Estado un crecimiento económico integral y sostenido, que incremente la calidad de vida de los sinaloenses, estableciendo un esquema de desarrollo sustentable que aproveche y optimice sus recursos naturales, su posición geográfica y su clima, respetando su ecología.

El objetivo principal del CODESIN era y es, proponer un proyecto económico de largo plazo del Estado, así como de la planeación estratégica que lo sustente, de los mecanismos de medición de avance y de la difusión que de estos conceptos deba realizarse. El del CIT, atraer inversión nacional y extranjera, así como desarrollar y apoyar a los inversionistas del estado. También, impulsar los negocios en Sinaloa, conectar a los empresarios locales y las vocaciones regionales del estado con oportunidades de mercado e inversionistas de todo el mundo.

El CODESIN se asume como un organismo de colaboración público-privada que busca impulsar el desarrollo económico de Sinaloa, México, a través de la planificación a largo plazo, la atracción de inversiones y la creación de políticas públicas para mejorar la competitividad del estado, uniendo esfuerzos de empresarios y funcionarios públicos para una visión integral del desarrollo Está integrado por el Gobernador Constitucional del Estado, que es su Presidente, un Presidente Ejecutivo que es un representante del sector privado, un vocal ejecutivo que es el titular de la Secretaría y, doce consejeros. De estos, cuatro los nombra el Gobierno del Estado, otros cuatro son consejeros empresariales y otros cuatro más, que también son empresarios, son nombrados por el Consejo Sinaloense de Hombres de Negocios.

Con ánimos renovados, para los próximos 25 años propone lo que considera una iniciativa estratégica a largo plazo que aspira a generar para la entidad, una reingeniería social, educativa y productiva, enfocándose en áreas clave como la innovación, la inversión y la seguridad para lograr un desarrollo sostenible y un mayor bienestar para los sinaloenses. Los Objetivos principales de la iniciativa llamada Sinaloa 10+ son, escalar posiciones a nivel nacional e internacional en los índices de competitividad económica; consolidar un ecosistema estatal de conocimiento que articule el talento académico con la industria; atraer inversión nacional y extranjera, promoviendo a Sinaloa como un destino atractivo para los negocios en diversos sectores (turismo, agricultura, manufactura, etc.); implementar un plan con metas a 25 años que apueste por la diversificación de mercados y alianzas estratégicas. La iniciativa implica la colaboración entre diversos sectores, incluyendo el gobierno, la academia y la iniciativa privada, para fomentar el crecimiento y el desarrollo integral del estado.

Ahora si analizaré el desempeño de la economía sinaloense en estas casi tres décadas, teniendo como punto de partida la creación del CODESIN y la Secretaría de Economía. Pero antes, en conveniente ubicar este momento en el contexto nacional ya que coincidió con la consolidación del modelo de apertura comercial en el país iniciado en la década de los ochenta del siglo pasado, a partir de la puesta en operación, en 1994, del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (TLCAN). A partir de entonces, el comercio entre los tres países se intensificó, México se convirtió en el principal socio comercial de los Estados Unidos, como nunca la economía nacional se asoció a la dinámica económica de Norteamérica y, la producción manufacturera, la IED y las exportaciones, se convirtieron en el motor de la economía nacional.

Lo que tenemos es que en los últimos 29 años, la economía nacional creció en promedio por año a una tasa de 2 por ciento. Sinaloa solo ha crecido 1.7 por ciento ocupando en el ranking nacional la posición 26. Otras entidades, como Querétaro (3.8%) y Aguascalientes (3.7%) crecieron prácticamente al doble en el periodo. Si se consideran tasas acumuladas, Sinaloa creció 55.8 por ciento, menos que el país (72.9%) y también en el puesto 26 en el conjunto de las entidades federativas. Las entidades líderes crecieron más del triple de lo que creció Sinaloa en el período.

Otro dato revelador es que en 1996, por su PIB per cápita, Sinaloa ocupaba la posición 16 en el ranking nacional, mientras que en el 2024 se encuentra en el puesto 20. En el periodo Sinaloa perdió 4 posiciones. Para dimensionar, la tasa de crecimiento del PIB pc de SLP (70.5%) es, por ejemplo, 4 veces más grande que la de Sinaloa (17.3%). Puede decirse que Sinaloa se ha estancado, porque el PIB por habitante en la actualidad es prácticamente el mismo que se tenía hace diez o quince años.

En 1980, el PIB de Sinaloa representaba el 2.4 por ciento del PIB nacional. Esta cifra bajó a 2.3 en 1996 y a 2.1 por ciento en 2024. Sinaloa tampoco ha ocupado un lugar destacado en el total de la IED recibida durante las últimas décadas y la participación en el total de las exportaciones nacionales ha sido marginal. Desde que existe el CODESIN y la Secretaría de Economía, de la IED que el país ha recibido, a Sinaloa le ha correspondido apenas el 1.1 por ciento (si se considera el número de habitantes o el tamaño del PIB de cada entidad, la cifra es más baja todavía) y ocupa el lugar 20 en el país. Por lo que toca a las exportaciones nacionales, en las últimas dos décadas Sinaloa ha aportado apenas el 0.4 por ciento y ocupa el lugar 24 en el país.

En las últimas dos décadas, en la estructura productiva de la entidad, prácticamente todas las actividades productivas, con excepción del comercio al por mayor, perdieron peso. Las actividades manufactureras representan apenas el 8.7 por ciento, cuando en otras entidades, como Coahuila, San Luis Potosí, Baja California y Aguascalientes, representan entre el 40 y el 50 por ciento. Cabe mencionar que hace treinta años, San Luis Potosí y Aguascalientes no figuraban en el top 10 de entidades industrializadas, pero escalaron 11 y 12 posiciones en el periodo, mientras en Sinaloa prácticamente no hemos avanzado.
También se redujo la aportación de Sinaloa a las actividades productivas nacionales, incluidas las actividades primarias. En realidad Sinaloa solo aumentó su aportación en el comercio al por mayor y destaca por su aportación a las actividades primarias (5.9%), aunque pasó del lugar 4 al 6. La aportación a las actividades manufactureras (0.8%) es irrelevante y se ubica en el lugar 23.

Una revisión de indicadores regionales cuya construcción tiene un carácter muy técnico por lo que no puedo detallarla en este espacio, revela que después de casi 30 años la estructura productiva de Sinaloa se parece cada vez menos a la estructura productiva del país, lo que en este caso constituye una mala señal. Otro indicador utilizado en las técnicas de análisis regional para observar qué tanto han cambiado las estructuras productivas de las entidades federativas, evidencia que, en los últimos 30 años, la estructura productiva de Sinaloa es de las que menos han cambiado en el país. En el ranking de reestructuraciones productivas ocupa el lugar 27 en el país.

El Análisis Shift and Share Modificado, un indicador robusto y dinámico, muestra que Sinaloa, en los últimos 30 años, se encuentra entre las entidades perdedoras, que se espera que en el futuro lo sea todavía más si no realiza ajustes en su estructura productiva.

En fin, creo que los datos son muy claros y señalan que después de tres décadas y a pesar de los valiosos esfuerzos que se han hecho las cosas no van bien. No creo que haya recetas mágicas pero si me llama la atención que en otras entidades, para impulsar el crecimiento y el desarrollo económico, empresarios, gobierno, sociedad y academia, se han organizado de manera diferente.

En Jalisco existe el CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL DEL ESTADO DE JALISCO PARA EL DESARROLLO Y LA COMPETITIVIDAD (2005). Está integrado por un primer grupo conformado por siete consejeros que representan a las organizaciones del sector privado empresarial; un segundo grupo compuesto por siete consejeros que representan a las organizaciones del sector social y; un tercer grupo integrado por siete consejeros representantes del sector académico y de asistencia social.

En Aguascalientes existe el CONSEJO CONSULTIVO PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO DE AGUASCALIENTES. (2005). Su presidente es el Gobernador Constitucional del Estado y su Vicepresidente es el Secretario de Desarrollo Económico. Lo integran además treinta y cuatro vocales entre los que se encuentran el Secretario de Finanzas; el Secretario de Desarrollo Social; el Secretario de Obras Públicas; el Secretario de Planeación y Desarrollo Regional; el Director General del Instituto de Educación de Aguascalientes; el Director General de la Comisión de Desarrollo Agropecuario del Estado de Aguascalientes; un representante de cada uno de los Ayuntamientos de los Municipios del Estado; dos representantes del H. Congreso del Estado; el Delegado de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial; el Delegado del Banco Nacional de Comercio Exterior; el Delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social; nueve representantes del sector privado y; tres representantes de las Centrales Obreras más representativas.

En la CDMX existe el CONSEJO, ECONÓMICO, SOCIAL Y AMBIENTAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO (2019). Son parte del Consejo, 5 representantes de organizaciones de la sociedad civil; 5 representantes de organizaciones empresariales; 5 representantes de organizaciones de trabajadores; 5 representantes de organizaciones de profesionistas; 5 representantes de instituciones académicas y; la persona Titular de cada Alcaldía de la Ciudad de México. Además, los titulares de las Secretarias relacionadas con temas económicos, sociales y ambientales son invitados permanentes al Consejo.

En Nuevo León existe el CONSEJO NUEVO LEÓN PARA LA PLANEACIÓN ESTRATÉGICA. Está integrado por 15 miembros incluido el gobernador como presidente, 6 consejeros ciudadanos, 2 representantes del Ejecutivo estatal, 1 del Congreso local, 1 del Poder Judicial, 3 rectores de universidades y 1 representante del gobierno federal.

Por eso digo que debiéramos ensayar nuevas formas de organización para el impulso de la economía sinaloense, retomando o adecuando alguna de las varias que en otras entidades, con mucho, han resultado más exitosas que la nuestra. Creo también que al frente de la Secretaría de Economía de requieren nuevos perfiles, mejor formados y con una mentalidad diferente. Desde que fue creada, por ahí han pasado, sin la mayor trascendencia (con algunas excepciones), siete empresarios y dos políticos. Considero que no ha sido porque hayan carecido de capacidad, sino porque nunca hemos contado con una estrategia de crecimiento y desarrollo que pudieran haber encabezado.

Ante este escenario, concluyo que el CODESIN no ha cumplido con su propósito, o cuando menos el esfuerzo que ha hecho, por las razones que hayan sido, no ha sido suficiente. Considero que la nueva estrategia que el CODESIN propone para el impulso de la economía sinaloense no será suficiente para superar los rezagos en materia económica, porque no parte de un diagnóstico objetivo y, no incluye objetivos y metas cuantificables y medibles. Pero sobre todo porque en esa nueva visión de largo, nadie se compromete, de manera formal, a ponerla en práctica y darle seguimiento. Me refiero a los empresarios, gobierno e instituciones educativas, entre otros. En mi opinión, la propuesta, tal como está, no asegura la integralidad, ni la posibilidad de ser tener un carácter transexenal.

Considero además, que el CODESIN debe redefinir sus funciones y la forma en la que está estructurado. Otros modelos han resultado, con mucho, más exitosos. De igual forma la Secretaría de Economía del Gobierno del estado de Sinaloa, no puede ser lo que hasta ahora ha sido, ni hacer lo que hasta ahora ha hecho. Realizar el menor esfuerzo en la promoción de inversiones y magnificar los pequeños y circunstanciales logros que se obtienen en materia económica, no puede ni deber ser  la razón de ser de una dependencia tan importante para el presente y el futuro de la economía y la sociedad sinaloense. Con el CODESIN, sin él, o con un nuevo consejo consultivo para el desarrollo económico de Sinaloa que cuente con una filosofía diferente, Sinaloa requiere, pero en serio, de la elaboración y puesta en práctica de un modelo de desarrollo económico, porque siempre ha carecido de él.