La pradera esta en llamas

No hay necesidad de reiterar los innumerables y despreciables calificativos que hay sobre la 4t, y cuyas mentiras e hipocresía inunda las mañaneras y silencia las plumas de los reporteros libres.

La bandera de bienestar inunda la obra pública, y el discurso vació y reiterativo de un gobierno del pueblo para el pueblo las mañaneras. Con ello, y bajo el control previo que AMLO hizo del proceso electoral no sólo para ganar sino tener la sobre representación, Morena está a punto de tener el poder absoluto de las instituciones constitucionales, y cuando esos suceda, como está a punto de que sea así, mexicanos, empresarios y familias el día a día viviremos lo que realmente ese gobierno de izquierda autócrata, dictatorial, represor y empobrecedor es. No hablo de la entelequia que es el gobierno, sino de un grupo minúsculo, maquiavélico, corrupto y sin valores que a punto está de ser el amo absoluto de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y que en las calles tiene a todo un sistema de represión institucional, y que, a partir del 1 de septiembre, tendrá el control y la subordinación de una SCJN que acatará todo lo que sus amos le digan, aunque se violen los derechos humanos relacionados a alimentación, educación, salud, libertad y seguridad.

La mediocridad no tiene el alcance para verlo ni la consciencia para entenderlo.
Gran parte de la ciudadanía, e incluyo a los académicos y científicos atrapados en el marxismo de los años 70´s, carece de la objetividad que demanda la interpretación correcta de lo que los datos duros nos dicen, ni la capacidad para diferenciar una estrategia asistencialista de la que se necesita para sacar a los pobres de la trampa de la mendicidad. Para esta gran parte de la sociedad, una sola frase le es suficiente para creer a ciegas lo que la presidencia dice, aunque en sus vidas, entorno y familia, todo le sea adverso, destructivo y cuesta arriba.

Para ello, le es indiferente los lugares que México ocupa en las métricas internacionales, como las que muestra el World Justice Project y el World Economic Forum. A esa parte de la sociedad poco nada les dice que entre el 2018 y el 2024 México pasó del lugar 92 al 118 en estado de derecho, del 102 al 124 en corrupción, del 99 al 139 en inseguridad y del 105 al 135 en justicia penal. Basta con que la presidencia les diga que ellos no son corruptos y que la inseguridad va a la baja para que se lo crean. Y ni los líderes socialistas que hay en México, esos que en su momento fueron parte del movimiento del 68 lo entienden, ni se han dado cuenta que el socialismo por el que tanto lucharon es la antítesis de lo que realmente es. Hoy, ellos que tanto le gritan al capitalismo no han sido capaces que a México lo hicieron esclavos del imperialismo financiero.

Me pregunto si a los creyentes de la 4t les importa saber que la deuda nacional pasó de 10.8 billones de pesos a 18.01 entre el 2018 y el 2025 y que el coste de su servicio de 473,126.2 millones anuales a 1.38 billones de pesos durante esos mismos años, o que el déficit del balance presupuestario del gobierno pasó de -474,240.2 millones en el 2018 a -1.6 billones de pesos para el 2025. O sea, por cada peso que el gobierno destina a la bandera del Bienestar tiene que pagar 1.6 pesos por el coste del servicio de la deuda, o bien por cada peso que el gobierno obtiene del impuesto sobre la renta destina 48 centavos al citado coste de la deuda. Y si a lo anterior le agregamos que entre el 2018 y el 2024 la TMCA fue del 0.82% no queda más que calificar al gobierno como el más irracional y peor de nuestra historia, sin que FCH sea el culpable de este colosal desorden social, económico, financiero e institucional ni que los gobiernos neoliberales lo sean.

Pero esa secta de creyentes morenistas no lo consideran así, ni se han dado cuenta de que lo que el gobierno distribuye no es la riqueza -ya que ha sido incapaz de generarla-, sino la pobreza y que la ha encapsulado en la trampa de la mendicidad.

Morena lo sabe, y consciente está que no llegó al poder para hace de México una nación libre, soberana, prospera y democrática, sino para implantar una izquierda parasitaria, como la que existe en Brasil, Colombia, Venezuela y Nicaragua. Pero ese modelo, el del Foro de Sao Paulo, está en ebullición ya que las sociedades de Bolivia, Chile, Argentina y Ecuador en carne propia asimilaron el soberano daño que a sus naciones le hicieron, y por la vía electoral los desterraron, estando en la antesala de su derrumbamiento el narco gobierno de Venezuela, y cuando ello suceda, Cuba y Nicaragua caerán como fichas de dominó.

Pero veamos hacia adelante y no esperemos que Trump haga lo que a nosotros nos compete hacer.

En México, la parte patria y autónoma de la sociedad civil y empresarial le compete corregir el desastre social, financiero y económico al que Morena lo ha llevado y cuya ebullición está a punto de implosionar. La pradera está en llamas y a la 4t el fuego lo ha alcanzado. Por ello ha acelerado el control absoluto del Poder Judicial y ha emprendido una reforma electoral a cargo de subordinados antiéticos y carentes de lo que una real democracia es y la forma de que se llega a ella. No los culpó, ya que la presidenta los designó para armar la Gran Carpa de la simulación, porque una cosa es decir que se escucharan a todas las voces y otra tomar en cuenta lo mejor de cada una.

Nuestro reto es el identificar la forma para revertir todo ese quebranto social, económico y financiero que Morena le ha hecho a México, a la par de erradicar pobreza, marginación y polaridad. Economía y mercado es la vía; el gobierno la clave; la sociedad la determinante y; el proceso electoral la forma. Y no es hasta el 2027 cuando esa parte de la sociedad organizada y empresarial tenga la oportunidad más valiosa de nuestra historia política.

No hablo de partidos ni de ideologías. Éstos son distractores de mentes corruptas y perversas, sino de poder poner el gobierno lo más valioso de la ciudadanía, priorizando el constitucionalismo que el congreso necesita.

Para concluir.

No se trata de sacar a Morena para poner a lo que resulte de una coalición de partidos desunidos y con ambiciones específicas. En ese proceso la parte valiosa y la importante debe ser el de la de la sociedad organizada, quien deberá poner las reglas y postular a los candidatos. Para ello, desde hoy, y al margen del PRI y del PAN, debe empezar a tomar lugar esa organización cívicamente incluyente, y delinear toda la estrategia que México requiere para convertir déficit en superávits, pobreza en prosperidad, crecimiento en desarrollo a la par de que toda la sociedad sepa la división de poderes que debe de haber.

La pradera está en llamas y la sociedad es quien la debe apagar.