¡Si van hoy a la parisina, pura verga encuentran trabitas y listón naranja! Todo lo compraron en las dependencias de gobierno para el arranque de los 16 días de activismo; hacen unos lacitos y te lo cuelgan a la altura de las chichis. Yo cargo uno que me anda rozando sabrosamente el pezón…

El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y, en las instituciones, despilfarran los recursos en pendejadas, eso sí, pendejadas color naranja. Están a un retazo de poderles culpar de delitos medio ambientales del cagadero que generan con esas pendejaditas color naranja.

Si agarramos todo ese listón, podemos hacer -sin mucho pedo- una hamaca que llegue a la luna; pero no crean que de esas hamacas pedorras como las que están en casa de mi mamá, debajo de la ramada, NO; una hamaca de esas perronas, que le cuelguen unas barbitas en todo el rededor. Ya con la hamaca, ponemos un horcón en la luna y otro en Tacuichamona y ahora sí: a darnos vuelo paseándonos hasta que el mundo llegue a la chingada, que es para donde vamos.

Y la neta no hay pedo, una se podría subir con todo y zapatos a la hamaca, que si se rompe, el año que entra habrá más listón naranja para repararla o quizá hasta pasa hacerle un segundo piso.

Eso sí, en la fila para subirse, siempre serían las mismas las que serían las primeras. A nosotras, a las mujeres trans, periféricas, rurales, indígenas, disidentes, etc. nos tocaría al final. Allá nos verían trepadas en las dos puntas de la hamaca, pegadito a los horcones donde cada ir y venir el rechinido nos dejara casi sordas.

Las mismas de siempre, las del medio, las cómodas, nos pedirán que gritemos que llegamos todas.

La van a hacer de pedo porque, al gritar no levantamos la mano al ritmo de la mecida; les vamos a explicar que si nos soltamos nos caemos a la verga de la hamaca y ellas les parecerá una exageración; señalaremos allá abajo, bajo nuestros pies los cuerpos caídos de nuestras hermanas, ellas no podrán distinguirles del suelo, para ellas no solo somos del color sino también estamos hechas de y para la tierra.

Se lo lavan.

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