Culiacán, Sinaloa.- El pasado jueves 9 de noviembre se llevó a cabo el 7.º Summit de la Asociación mexicana de mujeres jefas de empresas (AMMJE) de Culiacán. El evento contó con la presencia de la experta en transformación organizacional y liderazgo femenino de origen chileno, Tatiana Camps. Su ponencia titulada ¨Liderazgo, equidad y sostenibilidad¨ se centró en el papel que las mujeres desempeñan en los entornos empresariales.

La autora destacó el valor estratégico que trae a las organizaciones el incorporar mujeres en sus procesos de toma de decisiones, entre los que menciona mayor rentabilidad, seguridad, e incluso un aumento en el valor de las acciones en bolsa. Al mismo tiempo, hace mención a la opresión histórica y multidimensional de la que el género femenino ha sido objeto desde el principio de las sociedades humanas; y sobre cómo todas las concepciones científicas, políticas, filosóficas y psicológicas fueron pensadas solo por hombres. Hace una especial crítica a las doctrinas que se llevan estudiando años en las escuelas y que perpetúan un entendimiento erróneo sobre la mujer.

Durante su intervención y al explicar el porqué incluir mujeres en la dirección de empresas es beneficioso, la ponente cita el trabajo de la feminista, filósofa y psicóloga Carol Gilligan, quien determinó que los criterios éticos de los hombres y mujeres son distintos.

Encuentra que el criterio ético de los hombres se relaciona con el cumplimiento de las reglas. Mientras, el criterio ético de las mujeres se relaciona con el cuidado de las relaciones y el bienestar. Son dos criterios éticos distintos, igualmente válidos, que hacen la ética humana.
Destaca que el hecho de que a lo largo de la historia la mujer haya sido asignada al papel del cuidado de otros es un producto de fenómenos biológico-culturales, y que a medida que los roles se van desvaneciendo, tantos hombres como mujeres son capaces de cuidar. “El cuidado es lo que nos hace humanos” concluye sobre la cuestión. Posteriormente, hace un llamado a resignificar lo que consideramos como femenino en las organizaciones, pues considera que el entendimiento que tenemos de este concepto se concibe originalmente entre hombres.

Lo que consideramos como femenino ha sido también construido en una conversación entre hombres, donde lo femenino tiene que ver con rosado, flores con chocolate, sensibilidad, con inseguridad, fragilidad y necesidad de protección. Al reflexionar, podemos ver que lo femenino es mucho más que eso.
Para el cierre, refirió la importancia del aporte femenino para lograr la sustentabilidad ambiental desde el ámbito empresarial. Tomó como ejemplo la manera en que las negociaciones de paz que incorporan mujeres suelen alargarse, y ellas tienden a ceder más. Esto se compara con cómo, al tomar acuerdos para cuestiones ambientales, estos toman un tiempo y requieren ceder. No podemos ganarlo todo, dijo.

Camps termina su participación en el evento citando de su propio libro, Liderar desde lo femenino:

Liderar desde lo femenino incorpora un estilo que es distinto, que se complementa con lo establecido, que genera un movimiento sistémico en toda la organización y en todos los ámbitos, que se manifiesta en los resultados de diversas maneras: innovación, sostenibilidad, seguridad y también valor financiero.