Sí es motivo de aliento y de reconocimiento al esfuerzo que ello significa, el dato que aporta la Secretaria Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública en el sentido de que en Sinaloa hubo la reducción de homicidios dolosos tomando en cuenta que en octubre de 2024 se registraron 5.87 diarios y en febrero de 2025 el promedio fue de 4.29, lo cual alimenta el optimismo sin significar que esté cercana la paz positiva y duradera.

Además, es significativo que haya el reconocimiento de parte del gobierno en cuanto a la persistencia de la violencia de manera preocupante como lo hizo el lunes el mandatario estatal, Rubén Rocha Moya, al admitir que Sinaloa no se encuentra en paz porque los problemas de inseguridad persisten, lo cual tampoco es solución pero no deja de ser el aliciente de que aceptando el estado de cosas sea reforzada la tarea de pacificación.

Sucede lo mismo con el balance que hace la presidenta Claudia Sheinbaum, al afirmar que durante los cinco meses recientes en México se reporta la reducción del 15 por ciento en la comisión de homicidios, aunque la percepción de desamparo y de vacío de autoridad se sostiene en niveles altos debido a que nada ni nadie garantiza que el crimen organizado vaya a menguar sus guerras internas.

La devastadora acción de la guerra que se libra entre dos facciones del Cártel de Sinaloa impide augurar períodos sostenidos de tranquilidad ciudadana u olas de inseguridad que remarquen el miedo y pesimismo en la población, pues allí están las estadísticas que dan cuenta de 954 homicidios dolosos, mil 87 personas víctimas de desapariciones forzadas y 3 mil 547 vehículos robados, así como los efectos en la sociedad y la economía de tal situación de violencia impactante y permanente.

Para saber cómo estamos, y aventurar salidas de la circunstancia de peligro en que vivimos, los sinaloenses tenemos el derecho a conocer la información y confrontarla con la realidad que cada uno vive en carne propia o como colectividad.

De si estamos mejor o peor eso lo determina cada persona, familia o sector al margen de que las instituciones del gobierno induzcan las teorías del todo bien o no hay paz pero avanzamos hacia ella.

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