Culiacán, Sin.- La Cuaresma es el tiempo del año litúrgico cristiano o católico destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua o resurrección de Cristo. Sin embargo, en el norte de Sinaloa estas celebraciones se representan de una manera muy especial por los pueblos originarios de nuestra región.
A partir del Miércoles de Ceniza, en las principales cabeceras municipales como Culiacán, Los Mochis, Guasave y Guamúchil irrumpen unos personajes de la cultura mayo-yoreme que se funden con el paisaje urbano.
Por años han sido el terror de niños y niñas que los ven por primera vez con atuendos ajenos a los suyos a los de sus familiares más cercanos. El voto de silencio con el que hacen sus recorridos, aunado al sonido de tambores y tenábaris, sin duda irradia un aire de misterio o simplemente indiferencia para los transeúntes con más prisa.
Los citadinos por generaciones los han conocido como matachines, aunque en realidad los yoremes los denominan fariseos, los cuales son una representación de los judíos de la época del Imperio Romano.
Su labor al momento de iniciar la Cuaresma es salir de sus pueblos originarios con el fin de recaudar fondos para la celebración de la Semana Santa, en cada uno de los centros ceremoniales como como en Ohuira, Mochicahui, Charay, San Miguel Zapotitlán, Tehueco, Choix, entre otros.
Espejo tuvo la oportunidad de hablar con el gobernador tradicional de Ohuira, en Ahome, Felipe Montaño, quien nos compartió incluso que cada centro ceremonial mayo-yoreme guarda particularidades uno del otro.
“En la Cuaresma se viven los momentos espirituales, ceremoniales en cada pueblo original, en este caso en nuestros centros ceremoniales de los pueblos originarios”, comentó.
De entrada, explicó que los matachines sí son personajes de esta cultura, aunque ellos solamente salen durante el nacimiento del Niño Dios, en diciembre, y portan otro tipo de vestimenta y sin máscaras.
“Ahorita está están activadas las autoridades cuaresmales, que se componen de capitán mayor, capitán segundo y capitán tercero; posteriormente siguen alaguasi chicotero mayor, alaguasi chicotero segundo, alaguasi chicotero tercero; y luego los tambores. Esos son las autoridades cuaresmales”, precisó el líder espiritual de Ohuira al decir que todos ellos son fariseos aunque con una jerarquía.
Detalló que en algunas comunidades les llaman “pilates”, pero su función es la misma. De tal modo que los fariseos que actualmente vemos en las principales ciudades del centro y norte del estado, salieron a buscar el peso para los gastos que se van a generar en Semana Santa.
De pasó, Felipe Montaño denunció que tienen noticia que muchas personas se aprovechan del uso de máscaras para lucrar indebidamente con su cultura, pero la mayoría cumplen con el mandato y apegados al reglamento de las autoridades cuaresmales, quienes son los que otorgan permiso para que salgan.
“Ese dinero tiene que reportarse a los capitanes para los gastos de Semana Santa. ¿Cuáles son esos gastos? Pues lo que viene siendo la pólvora, el castillo, la comida, el apoyo a las demás personas que participan como violines, arpas, danza del venado, danza pascola, cantos de venado, todo eso que conlleva los actos ceremoniales”, explicó.
La misión de los judíos o fariseos termina antes del Domingo de Ramos, momento en que tienen que regresar a sus comunidades para rendir cuentas de lo recaudado, además de que para esa fecha ya todo el pueblo tiene que estar reunido para comenzar los actos ceremoniales de la Semana Santa.
Juya Ania: el mundo del monte
La cosmovisión mayo-yoreme se componen de un sincretismo, es decir, la fusión de las creencias católicas con la de los pueblos nativos de Sinaloa. A esta creencia se le denomina Juya-Ania.
“Entonces, nosotros al momento de salir de fariseos muchos salimos por devoción o porque tenemos una promesa, entonces hay una serie de actividades detrás para poder ser fariseo: hay un proceso atrás”, mencionó.
“Nosotros venimos siendo una semejanza del judío de la época de los romanos; cuando se nos fue impuesto el catolicismo empezamos a realizar ciertas cosas que el catolicismo tiene. Si el judío tenía un casco, nosotros nos ponemos una máscara. El judío romano tenía una armadura, nosotros nos ponemos una cobija y así”, continuó.
Asimismo, el gobernador tradicional de Ohuira señaló que con el tiempo algunos otros centros ceremoniales se han ido desprendiendo de la tradición original, incluyendo máscaras más exóticas como de demonios e incluso de caricaturas.
Dijo que ellos reprueban ese tipo de máscaras que ya nada tienen que ver con la celebración original de la Semana Santa.
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