Mocorito, Sinaloa.— Un pueblo que hasta hace poco conservaba un ritmo tranquilo fue interrumpido por ráfagas de alto calibre. Una jornada de violencia armada que obligó a suspender actividades, cerrar comercios y paralizar por completo la vida pública. Un testimonio recogido por ESPEJO revela que la balacera comenzó a plena luz del día y se extendió por varias calles del centro de Mocorito.
La población vivió momentos de pánico, sin presencia visible de autoridades y con información fragmentada que apenas circuló por redes sociales y mensajes de voz. Angélica Lugo, trabajadora del parque recreativo “Los Álamos” cuenta que se refugió en un baño junto con sus compañeros tras escuchar los primeros disparos, cerca de la una de la tarde.
“Nos metimos a los baños del vivero. Se oyeron los balazos muy cerca, y de inmediato nos refugiamos. Todo quedó solo. Ni un alma anda por la calle (…) Nomás me alcanzó la mano para marcarle a mi esposo, a mis hijos, a mi hermana. Me tuvieron que dar raite a mi casa”, dice una mujer.”, relata la señora Angelica.
Las detonaciones, según narra, comenzaron en la calle rumbo al panteón municipal “La Reforma”, y fueron movilizándose a distintos puntos: cerca de la Coppel Juarez 1397, en la calle Aviación, por el callejón de la colonia ladrillera, y en una casa que señalan como relacionada con un joven desaparecido tiempo atrás.
La jornada dejó al municipio paralizado: sin clases, sin trabajadores en las calles, sin servicio en tiendas, sin transporte, puesto que la calle que conecta a Mocorito y Guamúchil —comentan— está cerrada. No se espera que mañana sea un día productivo.
“Hoy en la tarde, las personas que trabajan con mi hermana, la que trabaja de barrendera ahí en la plaza, me hablaron para que yo le informara que hoy no iban a trabajar. No sé, a lo mejor mañana ni va a trabajar y se suspenden las clases tampoco.”
En paralelo, los hechos se extendieron hacia otros puntos de la región. Habitantes mencionan que parte del grupo armado se movilizó hacia Guamúchil, donde también se reportaron persecuciones y enfrentamientos en el bulevar principal. “Mi hijo quedó encerrado en el ayuntamiento de allá”, comparte con preocupación Angélica.
No se ha confirmado oficialmente la existencia de personas fallecidas o heridas. Los vecinos hablan de casas atacadas y versiones no verificadas sobre cuerpos tirados cerca de Coppel, pero hasta el momento, no ha habido pronunciamiento oficial detallado por parte de las autoridades estatales o municipales.
“Hace tres años fue la última vez que se escuchó algo así aquí, cuando mataron a varios por la calle de la Ley pero nunca hasta ahora tocó ver esto (…) Ahorita ya todos tienen miedo, ya andamos todos con las puertas cerradas, ya no se puede vivir con las puertas abiertas”, concluye Angélica.
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