Con las inversiones para fortalecer la economía en la región norte de Sinaloa, que fue anunciado por el gobernador Rubén Rocha como parte del Plan México que impulsa la presidenta Claudia Sheinbaum, resurgen las posturas de grupos ecologistas y núcleos indígenas que plantean que el desarrollo evite impactos negativos en el medio ambiente y el bienestar de los pueblos.

Se trata de las marcas Pacífico Mexinol, DH2 Energy, Sempra Energy, Proman, Oroco Resource Corp, Parque Industrial Puerta Pacífico y la carretera Topolobampo-Chihuahua que en conjunto proyectan una inversión de 13 mil millones de dólares y la generación de 30 mil empleos, oportunidad nada despreciable en la circunstancia actual de violencia que ahuyenta los capitales extranjeros.

Sin embargo, el reto de empatar el crecimiento económico con el cuidado del medio ambiente genera controversias que es posible resolver con el diálogo y la moderación de posiciones de una u otra parte, que se aferran a criterios particulares o grupales sin acudir a las posibilidades intermedias que tienen que ver con el beneficio general siempre colocado por encima del bien menor.

Se trata de escuchar y resolver puntos de vista en torno a la designación de Topolobampo como uno de los 14 Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar del país, dándole voz a argumentos como el de los líderes de los pueblos originarios que habitan la región y desconfían de que dicho progreso sea en su beneficio porque consideran que “son una amenaza existencial para las comunidades Mayo-Yoreme que habitan la bahía de Ohuira”.

La experiencia vivida por Grupo Proman, de inversión suizo-alemán, que lleva años lidiando con opositores a la instalación en Topolobampo de una planta de amoniaco, debe ser útil para que el gobierno de Rubén Rocha anticipe la atención de discrepancias antes de que las grandes empresas extranjeras, que eligen al norte de la entidad para invertir pese a la complicada seguridad pública, decidan irse a otros estados o países. Sinaloa necesita las lograr las dos cosas al mismo tiempo: apuntalar el desarrollo económico y también le es imprescindible mejorar el cuidado al hábitat.

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