Esta semana, el Banco de México publicó los resultados de ingresos por remesas correspondientes al mes de abril. Estos muestran una pronunciada caída con relación al mismo mes del 2024, equivalente a 12.1% menos. Mientras el año anterior se percibieron 5.4 mil millones de dólares, el mes que recién termina solo alcanzó a 4.7 mil millones. El déficit es de alrededor de 700 millones de dólares.

Esta es la caída anual más grande registrada desde septiembre de 2012.

La caída en los ingresos por remesas es igual a 13.4 mil millones de pesos mexicanos que dejaron de entrar al país.

El número total de transacciones también cayó y, junto con ella, el monto promedio de cada una. De 13.5 millones de transferencias en abril de 2024 con un promedio de 403 dólares, este año se realizaron 12.4 millones con un promedio de 385 dólares.

Gabriela Siller Pagaza, directora de análisis financiero de Banco Base, explica que la variación del tipo de cambio en el último año implicó una pérdida en el poder adquisitivo de las remesas igual al 8.8%.

De acuerdo con la economista, el desplome en las transferencias desde el exterior se debe al deterioro del mercado laboral en Estados Unidos, junto con el miedo que tienen los migrantes mexicanos del otro lado de la frontera de ser deportados, por el que evitar salir a trabajar o enviar remesas.

Datos de mayo serán clave para determinar el futuro de los ingresos por remesas a México

 

Históricamente, el mes de mayo siempre representa un repunte en los ingresos por remesas al país, principalmente debido a que hijos migrantes envían dinero el Día de la Madres. Siller señala que, de no darse un rebote superior al de años anteriores, se abre la puerta a que este 2025 las remesas muestren una contracción anual por primera vez desde 2013.

El 2 de julio se conocerán los datos de remesas correspondientes al mes de mayo.

“Mayo será probablemente el mes más importante para determinar el flujo de remesas de todo el año. Nunca ha habido una caída mensual de las remesas en mayo, ni siquiera cuando EEUU ha atravesado una recesión”, comenta.

 

Cabe destacar que actualmente existe la posibilidad de que, dentro de una nueva ley fiscal en Estados Unidos a aprobarse en agosto, se imponga un gravámen extra a las remesas, hecho que se prevé podría reducir aún más los ingresos nacionales por este concepto.

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