Culiacán, Sinaloa.- Con la consigna de que “no todo está bien en Salud”, trabajadores del sector salud en Sinaloa realizaron manifestaciones simultáneas en 11 hospitales y centros médicos del estado para exigir respeto a sus derechos laborales y denunciar lo que califican como un deterioro sistemático de sus condiciones de trabajo desde que fueron transferidos al sistema IMSS-Bienestar.

El pago de sus prestaciones como la prima dominical o bonos, sigue pendiente para los trabajadores.

La protesta fue encabezada por la secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Sección 44, Arcelia Prado Estrada, quien expuso que desde marzo del año pasado, cuando inició la operación del IMSS-Bienestar en la entidad, los incumplimientos han sido constantes.

“Se han jubilado 65 compañeros y hasta hoy no les han entregado la hoja de baja para que puedan tramitar su pensión ante el Issste. Tenemos médicos que se dieron de baja desde marzo, necesitan su sueldo, necesitan comer”, reclamó.

Como ejemplo del impacto que esto genera, mencionó el caso del médico Ricardo Carlón, quien se dio de baja el 31 de mayo de 2024, pero falleció el fin de semana pasado sin haber podido acceder a su pensión debido al retraso burocrático.

El llamado fue principalmente para el gobernador Rubén Rocha Moya.

Además de las jubilaciones detenidas, Prado Estrada denunció la desaparición de conceptos laborales como el pago por riesgos de trabajo, prima dominical, aguinaldos, y días festivos como el Día de las Madres y el Día del Padre. También señaló retrasos en la asignación de plazas para personal que ganó su recodificación desde hace más de un año.

A la crisis administrativa se suma la falta de insumos médicos. Las denuncias van desde reactivos de laboratorio hasta medicamentos esenciales, incluyendo tratamientos para pacientes con cáncer.

“Los usuarios llegan a atenderse y no hay con qué. No hay insumos, no hay reactivos, no hay medicamentos. ¿Cómo quieren que demos buena atención si no tenemos lo básico?”, reprochó la dirigente sindical.

Hermelinda Sandoval Guerrero, enfermera con 38 años de servicio, lamentó que el cambio a IMSS-Bienestar se haya realizado sin consulta a los trabajadores, quienes ahora enfrentan más carga laboral, menos recursos y la incertidumbre de no recibir sus prestaciones completas.

Además los trabajadores denunciaron la falta de insumos básicos para brindar una atención de calidad a los derechohabientes.

“Desde diciembre no me han pagado mis bonos, ese dinero no lo ha visto mi familia. No se respetan los derechos de toda la estructura”, denunció.

De acuerdo con el sindicato, alrededor de 7 mil 500 trabajadores de la salud en Sinaloa se encuentran en esta situación de vulnerabilidad laboral. Las protestas continuarán de manera indefinida hasta que las autoridades ofrezcan soluciones concretas.

“Si tuviera dinero, no vendría aquí”: pacientes del Hospital General de Culiacán denuncian falta de insumos y abandono

Entre el calor abrasador, el concreto y la incertidumbre, familiares de pacientes del Hospital General de Culiacán Nuevo sobreviven fuera del área de hospitalización mientras enfrentan otro enemigo: la falta de medicamentos e insumos básicos que debería garantizar el sistema de salud.

Las familias se ven obligadas a acampar en la intemperie y comprar medicamentos para que sus familias reciban atención médica.

Lorena Acosta es una de ellas. Desde hace un mes, duerme afuera del hospital soportando temperaturas que superan los 45 grados, obligada a comprar medicamentos, agujas, gasas y hasta la comida para sostenerse en una espera interminable. Ella llegó desde Mocorito para atender a su madre.

“Hemos comprado mucho medicamento, aquí no dan nada. Las cosas que nos piden están muy caras, diario me piden dos inyecciones para ponérselas a mi mamá que cuestan alrededor de 700 pesos cada una. A veces o como o compro la medicina… está muy duro, porque batallamos mucho. Se supone que vengo acá porque no tengo dinero”, lamenta Lorena.

Las familias denuncian que no hay ni siquiera cobertura de medicamentos de cuadro básico.

A su testimonio se sumó el de María Uriarte, habitante de la colonia López Mateos, quien no se ha despegado de las inmediaciones del hospital debido a la gravedad de su hijo. Además de la escasez de medicamentos, enfrentar el clima es parte de la rutina.

“No nos dejan estar en el área donde hay aire, que porque no es para nosotros. Andamos buscando sombra, aguantando, y al pendiente porque me piden las cosas al momento. A veces siento hasta que me piden de más. Mi hijo era nuestro sustento y ahora que está enfermo, pues está difícil”, relata.

Ambas mujeres coinciden en lo mismo: no están ahí por gusto. Están porque no tienen otra opción.

 

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