Karla Quintana/ Raichali

Chihuahua – El talento de Diego Adail González Molina, joven rarámuri de 18 años, originario de la sierra de Guadalupe y Calvo, quedó plasmado en un mural que hoy adorna las calles de la ciudad de Chihuahua y que se ha convertido en un recordatorio del orgullo y la identidad indígena.

Su obra forma parte del GOATS Fest, festival de grafiti y muralismo que reunió a más de 60 artistas nacionales e internacionales en su segunda edición, realizada durante el mes de septiembre en las calles Juan Escutia y Tercera. Diego fue no sólo uno de los pocos representantes indígenas, sino también el participante más joven.

“Es muy significativo para mí hacer un mural que represente a mi comunidad porque es una manera de decir: yo pertenezco aquí. Es el orgullo de pertenecer a una comunidad indígena”, expresó Diego González

Aunque nunca había trabajado con aerosoles, aceptó el reto de experimentar en el festival. “Era la primera vez que lo hacía y no tenía idea de cómo se usaba, pero ahí mismo aprendí. Fueron dos días de trabajo intenso”.

Para Diego, el mural es sólo un ejercicio artístico y un puente entre su comunidad y la ciudad. “Lo que más me emociona es que la gente que vea este mural sepa que los rarámuri estamos presentes, que seguimos aquí. Mi pintura es un reflejo de mis raíces, de mi familia y de mi cultura”, compartió.

Su participación coincidió con un momento especial: cumplía 18 años mientras pintaba. “Me sentí único. Ese día estaba cumpliendo años y fue algo muy especial”, compartió.

Hace unas semanas, Diego se trasladó de su comunidad en Guadalupe y Calvo a la capital para continuar con sus estudios, y desde aquí busca abrirse camino en el arte mural. “Quiero aprender más técnicas para hacer murales que representan a mi comunidad”.

La participación de Diego Adail en el GOATS Fest permitió que un joven rarámuri representara a los pueblos indígenas del estado en un evento con alcance nacional e internacional. Su mural refleja su identidad y raíces culturales, y forma parte de la propuesta artística de la segunda edición del festival, que reunió a más de 60 artistas de México y Argentina en las calles de Chihuahua.