Culiacán, Sin.- ¿Qué fue los niños que vivieron el periodo de Calderón? Esa fue una de las preguntas eje que se discutieron en la proyección “Cortos y conversatorio: Esta Guerra”, realizado en el marco del primer día del Primer Festival de Periodismo en Sinaloa 10+1 de ESPEJO, donde los realizadores Juan María León y Allison Mondaca compartieron sus obras y reflexiones sobre vivir, narrar y acompañar en tiempos de violencia.
Juan María León presentó su cortometraje Te Prometo Violencia, una pieza que, explicó, surge de un intento por romper el aislamiento que le dejó una etapa marcada por el miedo.
“Para mí, lo que quería abordar con el corto era esta cuestión de no estamos solos. Estas situaciones de tanta violencia, aunque compartidas por todos, tienden a aislarnos. Nos ensimismamos, dejamos de ver gente… empieza una forma muy extraña de aislarte.
Yo no tengo una respuesta, comparto lo que hice como un acto de solidaridad y acompañamiento. El arte tiene esta parte interesante: da escape a las cosas que no necesariamente podemos nombrar. Esta fue una época de mi vida que me cuesta mucho trabajo hablar, pero encontré una salida para hacerlo a través de las imágenes, del silencio, de la observación”.
El cineasta añadió que su obra no busca explicar la violencia, sino compartir el proceso íntimo de recordar y revisitar esos años, entendiendo que esta guerra no inició ni terminó con un gobierno, sino que continúa atravesando la vida de quienes la habitan.
“Lo que podemos hacer es acompañarnos. Si no estamos en una posición de poder para decidir, sí podemos tener espacios como éste para discutirlo. No aislarnos; para mí eso es lo más importante”.
Durante el conversatorio, los cineastas dialogaron con el público sobre la indiferencia, el miedo y la importancia de no vivir aislados.
Por su parte, Allison Mondaca presentó por primera vez ante público amplio su cortometraje Un lugar que no existe, un proyecto que habla de lo que atraviesa una madre buscadora, su lucha y su conexión con la tierra, la resiliencia y el amor, a pesar del dolor que la atraviesa.
La cineasta, durante el conversatorio, habló sobre el papel que la indiferencia social juega en la permanencia de la violencia.
“Creo que esta guerra terminaría cuando deje de haber tanta indiferencia, y eso aplica para todo: desde quien camina por la calle y le es indiferente un muro con rostros de personas, hasta quien tiene el poder de cambiar algo. Cuando se acabe la indiferencia, podría cambiar o acabarse esta guerra. Quisiera soñar con eso”.
El intercambio abrió un espacio donde asistentes y realizadores compartieron cómo ha sido vivir en una coyuntura de violencia, ser hijos o padres que sobrevivieron al periodo de Felipe Calderón y repensar, desde el acompañamiento, la memoria y el séptimo arte, las emociones que nos atraviesan como personas en un país en una guerra que pareciese no tener fin.
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