Con la puesta en funcionamiento deI Centro Estatal de Radioterapia, Sinaloa va un paso adelante en lo que respecta a salud pública porque resuelve la deficiente atención a enfermos de cáncer que eran sometidos a largas esperas mientras el padecimiento avanzaba en ellos con daños físicos y emocionales irreversibles.

El CER inaugurado ayer por el gobernador Rubén Rocha Moya requirió de la inversión de 40.9 millones de pesos, y hace posible que Sinaloa cuente con tres aceleradores lineales, colocando a la entidad como la única del país que cuenta con tal equipamiento que permite hacer más oportunos y dignos estos servicios médicos.

Los tratamientos con radioterapia, que en la medicina privada son inaccesibles para pacientes de bajos recursos económicos, dejarán de representar el problema que durante años prevaleció en Sinaloa debido al rezago en tecnología de vanguardia y la insensibilidad frente a la enfermedad que postra a quien la padece y repercute en sus familias.

Invertir en mejor salud para los sinaloenses significa reconocer y atender necesidades que poco están entre las prioridades de los políticos que gobiernan, sin pasar por alto que en anteriores sexenios la corrupción absorbió el dinero destinado a este rubro al mismo tiempo que creció el déficit en medicamentos, equipamiento y hospitales.

Sinaloa puede encabezar los esfuerzos y logros en salud si persiste la adecuada política pública que detecte y resuelva las necesidades urgentes como lo hizo en el caso de los tratamientos oncológicos. Lo que se avance en el propósito de mantener sana a la población y darle atención de calidad y con calidez a los enfermos son obras que sí quedan en memoria de la gente, y las agradece siempre.