El voto en contra de los diputados Juana Minerva Vázquez González y Pedro Villegas Lobo, que impidió que al Gobernador Rubén Rocha Moya se le aprobara por unanimidad la contratación de un crédito por 2 mil 200 millones de pesos que el resto de los legisladores sí le autorizó, evidencia las primeras fracturas del Movimiento Regeneración Nacional en Sinaloa.

No obstante que hasta los partidos opositores respaldaron al mandatario estatal en la adquisición de más deuda pública, los dos parlamentarios de Morena alteraron lo compacto que había sido la bancada de la Cuarta Transformación respecto a sacar adelante las iniciativas del Ejecutivo, lo cual llamó la atención en la sesion parlamentaria de ayer.

Los contrarios a que se le aprobara al gobierno de Rocha acudir a otro préstamo lo justificaron a que el crédito no establece fuentes de pago y compromete las finanzas públicas futuras, argumento que no convenció debido al posible ingrediente político que tiene que ver con la formación de los inconformes al lado de una de las candidatas a relevar en el cargo a Rocha Moya.

En caso de tratarse de la primera fisura interna en la 4T sinaloense, lo que está en riesgo es la definición de candidaturas de unidad para que el partido en el poder obtenga resultados favorables en la disputa por la gubernatura, alcaldías y diputaciones federales y locales, tal como las ha alcanzado en los procesos electorales desde 2018 a la fecha.

La rebeldía de los diputados Vázquez González y Villegas Lobo posee sin duda mensajes que nada tienen que ver con la preocupación de que el estado se endeude más y adquiere mayor posibilidad el hecho de que se trate de un recado político para el gobernador. A Morena no le conviene reeditar en Sinaloa la división y grescas por el poder que en el plano nacional cimbran al régimen de la 4T.