Badiraguato, Sin.– Históricamente marcado por el estigma de ser la cuna del narcotráfico, Badiraguato mostró este sábado una cara distinta. Desde temprana hora, el Parque Alameda, en la cabecera municipal, se llenó de color, música, aromas y sabores con la celebración de la cuarta edición del Tianguis Campesino, un espacio que da cuenta de la resistencia comunitaria y del trabajo colectivo que florece en la sierra y el valle.

El tianguis reunió el trabajo de 1,475 sembradoras y sembradores beneficiarios del programa federal Sembrando Vida, organizados en 59 Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC) que integran la Ruta Badiraguato. Durante la jornada, las y los participantes exhibieron y comercializaron productos artesanales y orgánicos resultado de un año de cosecha, transformación y aprendizaje.

Desde el valle hasta la sierra, la diversidad productiva de Badiraguato se reunió en el Parque Alameda durante el Tianguis Campesino.

Es parte de las actividades del programa Sembrando Vida. Aquí se exponen los productos con valor agregado que surgen de las cosechas de las unidades de producción. Los mismos sembradores transforman lo que producen, le ponen su toque y su corazón, y se busca su comercialización”, explicó Aniceto de la Puente Llanos, facilitador comunitario del programa en la Ruta Badiraguato.

Para el alcalde José Paz López Elenes, la presencia de este programa en el municipio representa una oportunidad para comunidades históricamente marginadas, particularmente de la zona serrana, al generar alternativas de autoempleo, autoconsumo e incluso prácticas de trueque entre poblados.

Es una muestra que permite la comercialización. Para nosotros es muy importante que todas las comunidades bajen a la cabecera municipal y puedan vender o intercambiar sus productos. No todo es dinero; también hay trueque. Este programa ha venido a rescatar la sierra de Badiraguato”, comentó a ESPEJO.

El Tianguis Campesino exhibió productos con valor agregado elaborados por sembradoras y sembradores del programa Sembrando Vida.

Entre los puestos destaca la historia de Constancia Beltrán Villa, de 70 años, quien encontró en el bordado de servilletas y en la siembra de nopal una fuente de ingresos. Integrante del CAC de La Lapara, desde hace cuatro años aprendió no solo a producir, sino también a procesar, sellar y etiquetar sus productos para la venta.

Véame, tengo trabajo gracias a Dios y aquí sigo con ganas de seguir aprendiendo. Es bien bonito porque los compañeros nos acompañamos y, si a uno se le atora algo, entre todos nos apoyamos”, compartió.

El programa Sembrando Vida inició en 2018 y Badiraguato es uno de los municipios con mayor presencia en Sinaloa, al contar con 59 Comunidades de Aprendizaje Campesino. Su objetivo es contribuir al bienestar social mediante la autosuficiencia alimentaria, la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente, a través de sistemas productivos agroforestales.

Color, sabor y trabajo comunitario marcaron la cuarta edición del Tianguis Campesino en Badiraguato.

Se trata de una estrategia integral que articula componentes sociales, económicos y ambientales, impulsa la generación de empleo, promueve el cuidado del entorno y fortalece la cohesión comunitaria.

En el Tianguis Campesino, la diversidad fue protagonista: conservas de frutas, salsas, vinos artesanales, café orgánico, además de frutas y verduras que crecen desde el valle hasta la sierra, reflejo de un Badiraguato que siembra futuro.

 

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