Culiacán, Sinaloa.-  En el programa de Desarme Voluntario, las armas que la ciudadanía entregó este año ya no son piezas inservibles, sino que están en condiciones de ser disparadas, informó Ricardo Jenny del Rincón, titular secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública de Sinaloa (SESESP).

Mencionó que durante 2025, el programa cerró con la entrega de mil 44 armas y explosivos, de las cuales solo el 8 por ciento fue clasificado como chatarra, cifra que ha ido disminuyendo al pasar los años.

“Este dato es importantísimo para nosotros porque hemos encontrado que hace algunos años se entregaban muchas armas inutilizables, chatarra, está bien, hay que sacarlas de las casas porque las pueden arreglar en algún momento, pero no, ahora estamos recibiendo armas completamente útiles”, dijo.

El propio secretario ejecutivo admitió que no hay una explicación clara de por qué ahora se entregan armas que sí funcionan, debido a que es información que no se solicita a la ciudadanía.

Agregó que tampoco se investiga el origen del arma o explosivo entregado en los programas de Desarme Voluntario y no se ha realizado un estudio que permita su trazabilidad, pues la idea del programa es crear confianza en la ciudadanía para que se atrevan a realizar el canje.

“No tenemos el estudio como de trazabilidad del origen de las armas, pero pudiéramos explorar hacerlo sobre todo por la marca, no nos va a indicar necesariamente de donde viene, al menos en donde fue fabricada”, dijo.

Sin embargo, mencionó que sí se hace un registro de las armas destruidas donde se le agrega la foto y la marca del arma, el cual es entregado a la Auditoría Superior de la Federación, al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Secretaría de la Defensa Nacional.

De acuerdo con datos del SESESP, en 2025 se entregaron mil 44 armas y explosivos, de los cuales 246 fueron armas permitidas por la Ley General de Armas de Fuego y Explosivo, mientras que 200 fueron armas del uso exclusivo del ejército y fuerzas armadas, pero de bajo impacto y 2023 de alto impacto.

Se recogieron 109 granadas o explosivos, 202 armas conocidas como hechizas, es decir, que son de fabricación doméstica y 84 armas chatarra.

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