Entre grandes árboles frondosos, su pintoresco quiosco y bancas de madera, la plazuela de la cabecera municipal de Badiraguato sigue destacando como un punto de reunión entre sus habitantes. A su alrededor se encuentran los comercios más grandes, los de tradición y las sucursales de las tiendas departamentales más importantes del estado.

Entre todo eso, sobre la calle Fernando Cuén, destacan unos pequeños vehículos de color rojo estacionados en fila esperando pasaje. Se trata de los característicos mototaxis que funcionan como un medio de transporte muy importante en esa pequeña ciudad.

Es importante señalar que en esta cabecera municipal no hay camiones urbanos del transporte público, como en las ciudades más pobladas de Sinaloa. De ahí la proliferación de motocicletas y también bicicletas; para quienes se encuentran en mejores condiciones económicas, camionetas o carros.

Es por eso que el mototaxi aquí se ha convertido en una alternativa de movilidad para los badiraguatenses.

Su uso en Badiraguato es tan popular, que frecuentemente la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal implementa programas de capacitación dirigidos a los operadores de mototaxis, ya que son considerados parte de la oferta del transporte público.

Espejo tuvo la oportunidad de platicar con un mototaxista, José Aarón Vialba Payán, quien nos platicó su experiencia como conductor de este medio de transporte. Compartió que apenas tiene dos años en este oficio, pero resalta que se siente muy cómodo después de haber tenido empleos en gasolineras o supermercados.

Explica que si bien no es propietario del mototaxi que conduce, sino que lo renta, es un trabajo que le da muchas libertades de horarios.

“Me gusta mi trabajo. Trabajé en una gasolinera, en una Ley, y pues es un trabajo como de esclavo, y aquí hay más libertad, uno hace sus horarios. Yo lo rento, de la renta para adelante es para mí el dinero”, dio a conocer.

José Aarón nos informa que la tarifa es de 30 pesos; por esta cantidad te puede llevar a cualquier parte de la cabecera municipal, desde la plazuela. También comenta que lo más que se ha alejado es a rancherías que se encuentran a 35 kilómetros, aunque en esos casos el costo del viaje aumenta mucho más.

De igual modo, dice que los mototaxis se usan para hacer mandados. Es decir, son tan conocidos en Badiraguato que muchas personas tienen sus teléfonos y les llaman para encargarles comida u otros productos para llevarlos a sus casas.

“Aquí no hay camiones, es pura moto o carro, esto entra como una tercera opción”, sostuvo.

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