Las fiestas decembrinas suelen estar acompañadas de cenas abundantes, postres y menor actividad física. Esta combinación puede provocar un aumento de peso que, en muchos casos, se extiende hasta los primeros meses del año. No obstante, especialistas aseguran que es posible disfrutar de la temporada sin descuidar la salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener una alimentación equilibrada incluso en periodos festivos. Esto implica priorizar frutas, verduras y proteínas magras, así como moderar el consumo de azúcares y grasas saturadas presentes en platillos típicos de diciembre.

Otro factor clave es el control de porciones. La Secretaría de Salud de México sugiere servirse pequeñas cantidades y comer despacio, lo que ayuda a reconocer la sensación de saciedad y evitar excesos. Además, alternar bebidas alcohólicas con agua natural contribuye a reducir la ingesta calórica.

La actividad física también juega un papel fundamental. De acuerdo con la Clínica Mayo, realizar al menos 30 minutos diarios de ejercicio moderado, como caminar, bailar o subir escaleras, ayuda a compensar el aumento calórico propio de las celebraciones.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señala que mantener horarios regulares de comida y sueño reduce la ansiedad y el consumo impulsivo de alimentos. Asimismo, planificar con anticipación las comidas festivas permite tomar decisiones más saludables.

Evitar subir de peso en diciembre no significa renunciar a los platillos tradicionales, sino aprender a disfrutarlos con equilibrio. Adoptar hábitos conscientes durante las fiestas ayuda a cuidar la salud y comenzar el año nuevo con bienestar.

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