No es el oneroso regalo el que incentiva el afecto sino factores como la sinceridad, la protección y la empatía entre el uno y el otro.
EDITORIAL
Nada parece acabar con la insensibilidad y apatía de las autoridades sinaloenses que tienen a su cargo el funcionamiento en condiciones de seguridad del transporte de personas.
Claudia debiera ser sensible ante la realidad que vive México y al menos en lo concerniente a violencia electoral mostrar distancia del ardid gubernamental que niega la verdad aun teniéndola en frente.
La utilidad de la información que proporciona el Ejército Mexicano consiste en dejar de creer a ciegas en lo que el gobierno dice y aprender a leer las señales que delatan la cercanía o intromisión del fentanilo a los hogares.
De ser verdad que el gobierno realiza acciones para combatir a los robacarros, entonces debería notar la necesidad de reforzarlas porque la comisión del delito no cede.
Las autoridades que tienen competencia en el choque entre el autobús de pasajeros y el tráiler, y las que incurren en omisiones en la vigilancia y mantenimiento de las carreteras, le apuestan a que la ciudadanía olvide.
López Obrador se empeña en quebrantar el establecimiento de orden y respeto, en su afán personal y cuatroteísta.
A quienes violan la ley y al mismo tiempo intentan burlarse de la justicia, las autoridades judiciales deben acortarles los plazos de impunidad, con mano firme en el debido proceso.
¿Comienza a pagar el costo político que saldan todos los presidentes de México cuando están a punto de dejar el poder?.