Es insuficiente lo que se hace, así lo demuestran los hechos; el gobierno debe aceptarlo pero más que reconocerlo debe ocuparse en resolverlo.
Redacción Espejo
corresponde a todos, sin excepción, resolver cómo salir de la atrocidad y reimplantar la civilidad.
EDITORIAL
La sacudida de la tierra vale como advertencia y llamado a la toma de acciones en Sinaloa respecto a un peligro que considerábamos lejano e intangible.
¿O son los servidores públicos morenitas más corruptos o por fin se les está aplicando la ley a quienes se echan a los bolsillos el dinero que es del pueblo?
Buscarlos vivos, reponérselos ilesos a sus familias, es la mentalidad que debe regir en las labores de búsqueda porque los hechos de Cosalá y Angostura avisan de que muchos más desaparecidos esperan a que el gobierno sea más eficiente en encontrarlos.
El avance notable sería la disposición a ofrecer la conferencia de prensa en la capital del estado, a contracorriente de la desinformación que ha dominado en cuanto a operativos y resultados de la fuerza pública federal.
Los sinaloenses debemos estar seguros de que a partir de instituciones de seguridad pública eficientes y también protegidas, la sociedad también se halla bien resguardada en sus vidas, patrimonios e integridades.
En el campo de las posibilidades intermedias, la mejor y más infraestructura para el desarrollo de Sinaloa debe avanzar paralelamente con las labores del Estado para proporcionar seguridad a los ciudadanos.
El asesinato del comandante de la PEP en pleno corazón del Desarrollo Urbano Tres Ríos, puso en grave riesgo a muchas personas y ante la vista de todos volvió a retar al Estado y su enorme aparato de contención de la narcoguerra.
Urge establecer acciones para que el periodismo se desempeñe con el profesionalismo y la responsabilidad que lo caracteriza.