En ESPEJO hemos aprendido dos cosas importantes: la primera es que tenemos la certeza de que el periodismo no cambiará nada por sí solo, sino que es una herramienta que puede ayudar a que quienes tienen el poder decidan mejorar su entorno; la segunda es que odiamos el periodismo para periodistas.
Este 2025 cumplimos 11 años y hemos planeado un Festival para celebrarlos junto con quienes queremos caminar, quienes nos leen, nos acompañan, quienes tienen interés, quienes se indignan, quienes piden compañía, quienes sueñan y quienes alguna vez se han sentido en soledad o en medio de una derrota.
Hace unos años pensábamos esto. Platicábamos César, Alexis y Marcos con Alejandro Sicairos sobre que sería genial abrir pláticas con la sociedad, tener ese acercamiento –tan– necesario y hacer nuestras agendas sobre sus preocupaciones e intereses. Manos nos hacían falta en ese entonces cuando apenas éramos unas cinco personas en medio de una época de pandemia por Covid-19.
El sueño, sin embargo, no se quedó ahí.
En 2022 volvieron esas pláticas llenas de ilusiones. Valeria y Alexandra se sumaban a esa posibilidad de conectar con personas que no estaban propiamente sentadas en la Redacción. Poco a poco y con la posibilidad de asistir a encuentros con más colegas de Territorial, Alianza de Medios de la que formamos parte, otros más con la Red de Periodistas de A dónde van los desaparecidos, la Red de Periodistas del Mar, la Red de Periodistas de a Pie y eventos organizados por la DW Academy o FACTUAL con el Festival Latam de Periodismo nos abrieron un panorama distinto.
En el camino se sumaron más colegas que sueñan con un mejor periodismo, con propuestas que inspiran como el Festival de Elefante Blanco en Tampico, la Escuela de Periodismo de ZonaDocs en Guadalajara, la semana de periodismo por Heridas Abiertas en Torreón, el Festival ContarNos en Hermosillo y el proyecto de Periodismo en Voz Alta que resuena en todo el país.
El equipo ya no es de cinco personas, ya somos el doble. Aquí están mujeres extraordinarias como Valeria, nuestra Editora General y el alma de la Redacción; Alexandra, mujer experta en datos y la conciencia interna; Scarlett, quien lidera la curiosidad, las preguntas y las fiestas en este grupo; Vanessa, una mujer sensible, tierna y preocupada por contar las historias del territorio; Lizz, quien se ha convertido en la imagen y voz, quien lleva la estrategia de audiencias; Hanna, quien ilustra lo que vamos tejiendo; pero también hombres como Daniel, experto en cuestionar si lo que pasa es normal o está bien –una virtud, sin duda–; Josué David, un escritor como pocos; Marcos, un hombre terco, preguntón y estratega; y Alejandro, el sabio líder de ESPEJO.
Y hablamos de 10 personas, pero en realidad somos muchas más las que estamos detrás. Nuestros fundadores Alejandro Sánchez Chávez, Alejandro Sánchez Calvo, Paúl Mercado, Óscar Fidel González Mendívil y César Ernesto Hernández. Más de 30 plumas colaboradoras que integran la barra de opinión de manera diaria que dispensarán que no las nombremos, porque ya me están pidiendo que pare con tanto nombre, pero sepan que cada persona que se ha sumado la tenemos en nuestros corazones y las pensamos como ese +1 del que mencionamos en el nombre del Festival.
Nuestras alianzas, entre ellas Global Initiative con Siria, Ana, Adrián, Romain y la JeFarfán (Cecy); a la DW Academy con Julia, Lena y Sam; a Alianza SURGE y Anaid, Eva, Elena y Camilo; Iniciativa Sinaloa con Marlene, Sibely, Carmen, Enrique y Leo; InSight Crime con Victoria y Parker; el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana con la Jefa Andrea; el Taller de Arte Gráfica Juan Panadero con El Dante, Nidia y Francisco; nuestras medios aliados locales como Noroeste y Son Playas; pero también Animal Político, Sin Embargo, Mongabay LATAM, Causa Natura, la Universidad de California en San Diego, Conexiones Climáticas y personas como Albaro Sandoval, Francisco Cuamea, Gaby Camarena, Elisa Meza, Andrea Dorantes, Marcela del Muro, Patricia Ramírez y María Isabel Cruz Bernal.
Tenemos mil y un agradecimientos que dar, anécdotas por contar con cada quien, caminos que estamos recorriendo con proyectos como #HastaEncontrarles, y otros más en proceso y que les iremos contando en los próximos meses. No coman ansias, porque la verdad es que no están terminados por una sola razón:
Preparamos el Festival 10+1 con cuatro talleres para estudiantes, docentes, activistas, personas interesadas en contar historias y periodistas en activo; una galería con más de 30 historias; un ciclo de cine con cuatro piezas para abrir un diálogo sobre lo que pasa en nuestras ciudades y pueblos de Sinaloa; un mural con los rostros de personas desaparecidas; un foro para discutir lo que nos preocupa –y ocupa– para 2026; una obra de teatro de Teresa Díaz del Guante que desgarra; la presentación de un libro necesario como En la Montaña, de Diego Enrique Osorno; y una Reunión Editorial Abierta, que no es otra cosa más que una sesión de la Redacción para planear la agenda de 2026, pero con personas externas, con una convocatoria abierta para que nos cuenten qué hilos debemos seguir y también nos ayuden a pensar en cómo desenredarlos.
El Festival 10+1 es la excusa perfecta para indignar a quienes asistan y así tratar de incitar cambios con quienes tienen el verdadero poder de hacerlo: la sociedad.
El Festival 10+1 es la excusa perfecta para decirles que no queremos hacer periodismo para quienes estamos en ESPEJO, sino para la sociedad.
El Festival 10+1 es la excusa perfecta para cumplir el sueño que tenemos y compartirlo con ustedes.
Las cosas como son

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