Ser mamá sin duda es una de las experiencias más maravillosas que cualquier mujer puede experimentar en la vida. Sin embargo, ser madre de un hijo con discapacidad no es tarea nada fácil en un país como México, en donde no existen políticas públicas del sistema de cuidados como ocurre en Uruguay, Chile, Costa Rica y Brasil.
De acuerdo a la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC, 2022) en México de los 3.4 millones de personas cuidadoras, 7 de cada 10 son mujeres (72.2 %) y el 27.8 % restante son hombres.
Este Día de las madres vale la pena reflexionar que es necesario cuidar a quienes nos cuidan y es urgente generar políticas públicas enfocadas al sistema de cuidados. Es decir, que el tener que cuidar a alguien no sea un asunto personal, sino un asunto público en donde el Estado apoye mediante programas, como sucede en Chile, Costa Rica y una parte de Brasil.
En México el sistema de cuidados es una gran asignatura pendiente y quienes somos madres especiales (con un hijo con discapacidad; que es mi caso) tuvimos que aprender a nadar en un océano que ni siquiera sabíamos que existía. Nadie nos preparo para esta gran tarea y el Estado actúa como si fuéramos una población invisible.
La inequitativa distribución de los cuidados y la ausencia de garantías en la calidad de su provisión, forman parte de los cimientos de las desigualdades sociales presentes de manera particular en el contexto regional de México, sobre todo porque se ha visualizado como una tarea que solo compete a las mujeres.
Se deben implementar políticas públicas desde el Gobierno Federal, en donde se arribe a Sistemas Nacionales Integrados de Cuidados, entendiendo a las y los cuidadores como seres humanos que tienen derecho a contar con apoyo y evitar ser víctima del síndrome del burnout (estar extremadamente exhausto) y despersonalizados.
Se debe abordar al cuidado como trabajo: tanto remunerado como no remunerado, como componente central del bienestar: analizando cómo se provee y distribuye en los diferentes regímenes de bienestar y como derecho universal: considerando las implicancias que tiene para las políticas públicas y garantizar ese derecho.
Los desafíos en torno a las desigualdades sociales y su vínculo con la organización social de los cuidados y las desigualdades de género, deben ser centrales en la agenda y política que busca la promoción de los derechos en las sociedades mexicanas.
A nivel de América Latina, distintos Estados en la región han comenzado a plantearse la creación de Sistemas o políticas de cuidados como es el caso de Uruguay: ha consolidado al cuidado como un derecho y comenzado la implementación de un sistema, Chile: ha planteado la realización de un Sistema Nacional Integrado de Cuidados, Brasil: inauguró una Secretaría de Cuidados en 2023 y cuenta con media sanción que aprueba su política de cuidados y Costa Rica: desarrolla una política Nacional de Cuidados delineada para el período 2021-2031.
Es momento que México se sume a los países de la región de América Latina y el Caribe, con la creación de sistemas o políticas de cuidado, en donde se establezcan programas gubernamentales de apoyo a cuidadores.
Es tiempo de mujeres se suele decir en nuestro país; por lo que también es tiempo de poner en la agenda pública la necesidad de un sistema de cuidados. No somos una población invisible por ser en la mayoría mujeres cuidadoras. Este es a donde deben migrar los estudios de género, como sucede en otras latitudes no tan lejanas.
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