Ya basta de engaños y mentiras….

Nuestro sistema político es menos que basura y la ambición que a su interior predomina es gangrena. Las acciones son realidad, las mañaneras mentiras: si un partido se vende, ese partido es pirata; si enaltece al terrorismo, es terrorista y; si arropa al corrupto, es corrupto.

Nada que agregar a la sangrienta realidad. Al presente lo perdimos y al futuro lo mutilamos. Y no es el gobierno quien se preocupa por corregirlo, sino la sociedad quien a cielo abierto grita libertad, democracia, seguridad, prosperidad, desarrollo, federalismo y valores; principios que cada día el gobierno ignora, obstruye y destruye. E ilusos somos si creemos que lo que tenemos como gobierno nos representa, y mucho más si le pedimos que corrija las severas crisis que el gobierno mismo ha generado.

Una cosa es cierta. El gobierno no ha empoderado a la sociedad, sino a los depredadores de la política para tener el control absoluto de los tres poderes. Pero seamos optimistas y busquemos la manera de SALVAR A MÉXICO.

La necesidad de un gobierno es incuestionable, como incuestionable son los principios que debe regir y fortalecer. Y si el gobierno los incumple, destruye a sus gobernados y premia el canibalismo, ese gobierno debe pasar a la historia.
El presente es el momento para luchar por tener al gobierno que cumpla con el deber ser de su razón; el que nos garantice un entorno libre, digno, confiable y seguro; donde podamos crecer y convivir en unidad, armonía y familia; donde los derechos humanos estén garantizados en calidad y excelencia. Un gobierno donde los mecanismos de probidad sean quien seleccione a las más grandes virtudes para hacerse cargo de la administración pública y representarnos en el legislativo y judicial.

Que quede claro. La basura de la política cívicamente la debemos desterrar. Semilla la hay, y la Marea Rosa mostró la gran veta de próceres que México tiene para ratificar su destino; y en todas las ciudades ha sido apoteósica la ciudadanía que clama PAZ y SEGURIDAD. Pero ese contingente de voces carece de liderazgo para dar pasos más contundentes cada vez que el gobierno le cierra las puertas de las instituciones.

En lo nacional, a los partidos de oposición les falta voluntad política para fortalecer la unidad e integrar un frente donde sea la sociedad quien lo lidere; un frente donde México, su independencia, soberanía, estado de derecho y división de poderes sea destino, meta y objetivo; un frente que le extirpe al gobierno todo tipo de cáncer en el momento que se le presente. Desafortunadamente, quienes dominan los respectivos CDN se autoengañan y desconocen lo más simple del álgebra al creer que la fracción es fortaleza superior al entero.

En Sinaloa los CDE están en la ignominia y ni idea tienen de la correlación que existe entre gobierno-estado de derecho-desarrollo económico. Y se la pasan haciendo Tik Tok, con verdades, pero sin propuestas ni impacto, cuando su deber ser es defender las causas justas de la economía y la sociedad, y ayudarles a instituir frentes más firmes y de mayor base social, territorial y empresarial.

De tiempo atrás la sociedad se ha manifestado y los partidos la han defraudado. Hoy, hablar en nombre del PRI, PAN o MC es ser parte de una loza perdedora. La realidad los rebasó y en el horizonte crece una MAREA SOCIAL que repudia lo que el gobierno representa, pero debe aprender a organizarse y apoyarse en el conocimiento y en la memoria institucional del empresariado.

No es el gobierno, sino la sociedad la interesada en hacer que el engranaje constitucional que conforman sus 32 motores, 2462 municipios + 16 alcaldías sea una fuerza sistémica que lleve a México a navegar en las estables aguas del desarrollo. Para ello hay que extirparle al gobierno la gangrena que lo inhibe, cuyo cirujano está en alguna parte de la sociedad.

El pasado 25 de octubre, RICARDO SALINAS PLIEGO mostró una convocatoria que ningún partido puede lograr sin acarreados. En el 70 de su aniversario cerca de 22 mil ciudadanos coreaban su nombre, no el de pila, sino el de PRESIDENTE. Si el citado ciudadano da un paso más para, junto con la sociedad, comunidad empresarial y los partidos organizar un frente cívico-político que enfrente el proceso electoral del 2027, la nueva historia de México se puede empezar a escribir.

Dentro de todos los partidos sí hay políticos deseosos de un México libre, próspero y democrático. Ahí está un Enrique de la Madrid que sabe que solo desde afuera se pueden decir las verdades al gobierno, y conocedor de la unidad y el trabajo en equipo; un Alito que reitera primero la unidad y México por sobre el PRI; un Anaya que ha crecido en sus fundamentos jurídicos de lo que una división de poderes debe hacer y privilegiar; Lilly Téllez que como senadora se ha mostrado recia y firme contra la corrupción; un Damián Zepeda que ha reiterado sus principios hacia la familia y las libertades; un Colosio Riojas a favor de la democracia, la justicia social y la seguridad ciudadana.

A ellos hoy les toca dar un paso hacia la integración de sus partidos con la sociedad civil para, con firmeza, dirigirse a ejidatarios, comuneros, campesinos, agricultores, ganaderos, acuicultores, grupos étnicos, artistas, madres con hijos desaparecidos, familias, médicos, profesores, estudiantes y jóvenes.

Un frente donde con firmeza exponga el tipo de legisladores que nos debe representar; las características que deben tener los futuros secretarios de Estado y la manera de hacer de la política de gasto, inversión, fiscal y crediticia políticas de Gran Impulso.
Es mucho lo que hay que corregir y ratificar, y en tanto no tengamos un gobierno con ese perfil, lo que digan los economistas y científicos serán sólo postulados que al gobierno no le interesa interiorizar.

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de ESPEJO