Culiacán, Sin.- Deepfake es una técnica de inteligencia artificial que utiliza aprendizaje profundo para crear contenido erótico falso de forma convincente. Este proceso manipula imágenes y sonidos para generar vídeos que aparentan autenticidad, pero pueden mostrar situaciones o declaraciones ficticias.

Desafortunadamente esta herramienta en muchas ocasiones ha sido empleada en perjuicio de mujeres, tal es el caso de estrellas de cine, artistas, políticos, pero también de personas sin importar estratos sociales.

Lo anterior ha generado que muchos países comiencen a legislar esta práctica para tipificarlo como un delito digital; tal es el caso de Sinaloa, donde la diputada Cinthia Valenzuela Langarica propuso una iniciativa para agregar un artículo al Código Penal de Sinaloa para castigar a quien incurra en ello.

Dentro de la exposición de motivos, se lee que si bien los sistemas de información son creados para informar, se puede llegar a manipular los sistemas personales de percepción y creencias, ya que las máquinas no tienen ética y existen personas que les dan instrucciones.

“El debate central consiste en establecer la responsabilidad de carácter penal de las personas que se sirvan de la Inteligencia Artificial para lograr fines ilícitos. Pensamos por ejemplo en quien voluntariamente hace uso indebido de un sistema de Inteligencia Artificial; o de personas que, habiendo podido prever un resultado lesivo, no lo hacen e insisten en el uso del sistema de IA para causarlo”, se lee.

De esta manera, el internet se vuelve un terreno educativo, de investigación, de transacciones comerciales y de mercado, así como de denuncia y de lucha social; pero también, en esta sociedad se generan nuevos delitos, como los llevados a cabo por hackers y los introducidos por virus.

“En la actualidad es notoria la existencia de páginas electrónicas con aplicaciones para producir la llamada pornografía con falsificación profunda (deepfake). Estos son videos que mezcla el rostro de una mujer con contenidos pornográficos. Esas tecnologías se pueden utilizar en perjuicio de cualquier persona independientemente de su sexo, y, a medida que esto se haga más accesible, las víctimas de las falsificaciones profundas serán cualquier persona”, se especifica.

 

Ante esta realidad, la iniciativa considera que esas conductas deben tener consecuencias legales en aquellas personas que usen y gestionen ese tipo de tecnologías por tratarse de difusión virtual y sin consentimiento.

La propuesta de la diputada Cinthia Valenzuela Langarica es crear un artículo único (Artículo 185 BIS F), el cuál indicaría lo anterior:

“Comete el delito de violación a la intimidad sexual quien haga uso de la Inteligencia Artificial para crear, exponer, distribuir, difundir, exhibir, reproducir, transmitir, comercializar, ofertar, intercambiar o compartir imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de una persona, sin su consentimiento, a través de materiales impresos, correo electrónico, mensajes telefónicos, redes sociales o cualquier otro medio tecnológico”.