Culiacán.- En el norte de Culiacán hay un manantial de aguas termales que quedó en medio del fraccionamiento privado Portalegre. El crecimiento de la mancha urbana lo devoró sin piedad como a otros espacios naturales.

A pesar de la existencia de un estudio geohidrológico desde el 2016 que destaca sus posibles usos para el consumo doméstico, aprovechamiento medicinal, e incluso la opción de ser designado como un espacio natural protegido, hasta el momento no se ha divulgado públicamente el destino que se le dará a este rincón termal.

“Las aguas termales de Portalegre”, como se conoce coloquialmente, se ubican en los límites del fraccionamiento Portalegre Premium, dentro del predio de la empresa desarrolladora Housesin, propiedad de los empresarios Alejandro Gaxiola Coppel y Enrique Díaz Vega. El primero es hermano de Javier Gaxiola Coppel, secretario de Economía en Sinaloa, y el segundo es el secretario de Administración y Finanzas del Estado.

Para llegar a ellas es necesario tomar la carretera a Culiacancito, se sigue por el Boulevard Conquistadores en el Fraccionamiento La Conquista, hasta llegar al Fraccionamiento Portalegre Central Park, continuando por un camino de terracería un kilómetro.

En años recientes, este manantial llamó la atención del ojo público ante las expresiones de los mismos vecinos de los fraccionamientos aledaños, lo cual obligó a las autoridades a prestar atención a este paraíso escondido entre el concreto, pero solo terminó en una promesa de Jesús Estrada Ferreiro, quien fue presidente municipal del 2018 a 2022.


La promesa constó en desarrollar un lugar turístico en la zona, pero un dictamen emitido en 2022 por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) señaló que es un espacio no apto para ningún tipo de edificación, cuya geometría debe respetar los 50 metros.

Fuente: Dictamen emitido por la CONAGUA en febrero del 2022.

Antes de eso, en 2016, la desarrolladora de vivienda Housesin, dueña del predio donde se ubican las aguas termales, realizó el “Estudio geohidrológico de aguas termales para el predio Housesin, en colindancia con el fraccionamiento Portalegre, Culiacán, Sinaloa”, en donde se mencionó que debido a sus propiedades medicinales, este espacio tiene un posible uso terapéutico y medicinal, o bien, podría designarse como espacio natural protegido.

Entre las alternativas de uso ahí fueron mencionadas están:

  • Conservar el manantial de agua termal en su condición actual. Utilizar para el uso de baños y riego de jardines, cercando toda el área del afloramiento termal y su principal afectación, en un área aproximada de una hectárea.
  • Convertir en una zona de área verde.
  • Aprovechar el agua para consumo doméstico.
  • Convertir la zona del manantial en agua termal en una zona recreativa con albercas de agua termal como una especie de club para los socios.
  • Conservar la belleza natural a través del tiempo y proteger la flora y la fauna de la zona. Podría designarse espacio natural protegido.

 

“La propuesta seleccionada deberá conservar las condiciones naturales del afloramiento, conservar la flora del sitio y estar sustentada ecológicamente; aprovechando el agua termal para su uso medicinal, terapéutico, recreativo, esparcimiento y doméstico”, se lee en el estudio.

¿A quién le pertenecen las aguas termales?

 

El estudio geohidrológico menciona que, de acuerdo al marco legal, las aguas termales son privadas, pertenecientes a la empresa Housesin.

Fuente: Estudio geohidrológico de aguas termales para el predio Housesin, en colindancia con el fraccionamiento Portalegre, Culiacán, Sinaloa

Lo anterior fundamentado en el artículo 27 de la Constitución, el cual señala lo siguiente:

“Las aguas del subsuelo pueden ser alumbradas mediante obras artificiales y apropiarse por los dueños del terreno; pero, cuando lo exija el interés público o se afecten otros aprovechamientos, el Ejecutivo Federal podrá reglamentar su extracción y utilización y aun establecer zonas vedadas al igual que las demás aguas de propiedad nacional”

Es así como este rincón termal lleno de propiedades medicinales, terminó como un paraíso perdido entre el concreto, comido por la mancha urbana de la ciudad.

Otros espacios devorados por la mancha urbana

 

Las aguas termales de Portalegre no han sido el único espacio devorado por la mancha urbana de Culiacán. Tal es el caso de las Cascadas el Caracol, una zona cercana a la colonia Alturas del Sur; estas cascadas se forman por la acumulación de agua que cae de las faldas de los cerros. Recientemente, este lugar comenzó a ser muy visitado después de que se revelara su ubicación a través de redes sociales.

Otro de los puntos naturales más afectados por el crecimiento desmedido de la ciudad es el Cerro de las 7 Gotas; en múltiples ocasiones la asociación Guaiacum ha denunciado que este sitio está siendo deforestado para la construcción de vivienda, incrementando el riesgo de producir deslaves y la pérdida de flora y fauna.

La desaparición de estos espacios naturales provoca la extinción de especies locales y aumenta la vulnerabilidad de la ciudad en fenómenos meteorológicos. Por ejemplo, en el caso de las aguas termales ya se determinó que no es apto para edificación.