Culiacán, Sin.- En los últimos años los corredores originarios de África, la mayoría procedentes de Kenia, han impregnado un toque característico a los maratones y carreras organizadas en las ciudades de México.

En la mayoría de ellas son estos atletas de alto rendimiento los que casi siempre obtienen los primeros lugares. Lo que para algunos participantes correr en un maratón podría ser solo un pasatiempo para mantenerse en forma, tanto física como mentalmente, para ellos es todo un estilo de vida.

De hecho, casi  la totalidad de los kenianos que radican actualmente en nuestro país se dedican profesionalmente a participar en ellas, ya que esta actividad es su único sustento económico para vivir.

Tal es el caso Bonyface Kangogo y sus dos hermanas menores Marceline Kipkemoi y Rose Kangogo, quienes tienen unos tres años viviendo en nuestro país, radicando en el estado de Zacatecas, de donde casi cada fin de semana parten a otros puntos del territorio nacional para competir en alguna carrera con miras a regresar con algún premio.

Los Kangogo no son ajenos a nuestro estado, apenas en noviembre de 2023 Bonyface vino a participar en la carrera RSN- Volkswagen Day, en Culiacán, donde obtuvo el primer lugar en los 10 kilómetros con un tiempo de 31 minutos con 58 segundos; lo mismo su hermana Rose pero en la categoría femenil, recorriéndola en 35 minutos con 33 segundos.

Antes, en marzo del año pasado el mayor de los hermanos también ganó el primer lugar pero en el medio maratón (21 km) en la Carrera Run El Debate, en Mazatlán.

Afortunadamente, esta dinámica de estar constantemente viajando por el país también ha generado que puedan estrechar lazos de amistad con corredores mexicanos; en el caso de Culiacán, lo han hecho con el medio maratonista Gabriel Piña, quien les ofrece asilo durante su estadía en la entidad de manera gratuita y desinteresada.

Bonyface compartió algunas de las estrategias de los kenianos en México a la hora de inscribirse en alguna competencia. Al momento de la entrevista para Espejo, comentó que todavía no sabía si correría el medio maratón (21 km) o el maratón completo (42), esto porque antes tenía que fijarse en la lista de participantes del Maratón Internacional de Culiacán para ver que otros connacionales suyos correrán.

Es cuestión de probabilidades, dice, ya que si ve que otro keniano con mejores tiempos que él está inscrito para el maratón, hay pocas posibilidades de llegar en primer lugar el cual es siempre su objetivo. De ser así, opta por inscribirse al medio maratón o solo por correr 10 kilómetros, aunque esto signifique menos ingresos económicos.

De esta forma, Bonyface Kangogo ha logrado ganar unas 50 carreras y maratones desde que vive en México, entre primeros, segundos y terceros lugares, lo mismo sus dos hermanas.

El keniano comparte que él es maestro de matemáticas de profesión, donde ejerció por unos años en su país; además habla francés, inglés y en menor medida español, sin embargo, explica que decidió dejar el magisterio porque comenzó a ganar más como corredor, incluso hasta para apoyar económicamente a sus padres, a los que les manda dinero periódicamente hasta aquel país.

“Quiero regresar por tres meses a Kenia y volver a México, quiero seguir en México. Mi papá y mamá viven en Kenia, mi papá es campesino, siembra poca comida. Ellos no tienen carreras profesionales. A mí me gusta México, la gente me trata bien, no he tenido malas experiencias”, menciona.

Para ser un corredor de alto rendimiento como ellos es necesario entrenar, es decir, correr todos los días, aunado a una estricta dieta a base de Ugali, una preparación típica de África hecha de harina de maíz y agua que aquí hacen con Maseca. Esta puede ir acompañada casi siempre de pollo, el cual acompañan con atole y cuatro litros  de agua al día.

Sus cuerpos ya están tan acostumbrados a esta austera comida, que cuando llegan a probar alguna hamburguesa o comida rápida y grasosa, les cae mal en sus estómagos por lo que evitan ingerirlas.

Los hermanos kenianos explican que correr siempre ha sido parte de su vida desde que eran niños en su país natal. A falta de transporte público o vehículos motorizados, es normal que muchos de los estudiantes acudan corriendo todos los días a sus escuelas, haciendo recorridos de entre 10 y 20 kilómetros diarios, cono narran que era su caso.

“Yo entreno toda la semana, troto 150 km a la semana, de lunes a viernes, y sábados y domingo participio en carreras”, comenta Bonyface en el marco del Maratón Internacional de Culiacán que se llevará a cabo el 21 de enero, donde espera la participación de 5 mil corredores, entre locales, nacionales y extranjeros.