Culiacán, Sinaloa.- En una situación que evidencia las barreras burocráticas y sociales que aún persisten en la actualidad, una ciudadana, identificada como Ximena, se enfrenta a obstáculos en el Registro Civil para que su nombre, “Ximena Con X,” aparezca de la manera que ella elige en su acta de nacimiento, incidente que la dejó sin respuestas y, según afirma, violó sus derechos fundamentales.

La situación, que inicialmente parecía un simple trámite administrativo, se convirtió en un enfrentamiento con autoridades que desenlazó incluso con la intervención policial. Ximena acudió al Registro Civil de Sinaloa, en oficinas centrales de la Unidad de Servicios Estatales (USE), pero a pesar de llenar el formulario y pagar la tarifa correspondiente, se encontró con la sorpresa de que el nombre no aparecía como ella lo especificó. Al cuestionar esta modificación, la respuesta de los funcionarios fue que los nombres compuestos no estaban permitidos.

Ante esta negativa, Ximena solicitó una explicación por escrito sustentada con base en normativas o disposiciones específicas, pues argumentó que como ciudadana tenía el derecho de decidir cómo llamarse y que su identidad estaba siendo vulnerada. Sin embargo, su solicitud fue rechazada y a pesar de la insistencia, la ciudadana, aunque estaba respaldada por su derecho a la identidad no obtuvo una respuesta fundamentada, el conflicto escaló y la situación se volvió tensa, incluso se involucró a la policía.

“Les dije, lo único que estoy pidiendo es que me den la negativa por escrito. Y ya salió la directora y me dijo: queremos ayudarte, pero es que tú no quieres ayuda, tú quieres un conflicto. No, le dije a la directora, es que ni siquiera ya es el pleito por el nombre, si no pueden pues está bien, pero que me den por escrito la negativa del por qué no pueden y lo corregimos”, detalló.

 

Contó que la directora del Registro Civil, Margarita Villaescusa, al intervenir en el conflicto, afirmó que la situación podría ser revisada al día siguiente. Sin embargo, la respuesta de Ximena fue que se quedaría a esperar, lo cual generó la intervención de la policía y posteriormente el desalojo.

La ciudadana afectada señaló que, fue acusada de perjudicar el movimiento LGBT y posteriormente expulsada del lugar de manera abrupta, incluso siendo arrastrada físicamente por el suelo. En entrevista para Espejo vía telefónica dijo que la lucha no solo era por el cambio de su nombre, sino por el respeto a la identidad y la eliminación de barreras administrativas que limitan la libertad de elección de las personas.

“Llegó la policía: que te invitamos a que te vayas, pasó un rato y me empezaron a decir que estaba manchando el movimiento de la comunidad LGBT, en un plan como si fuera mi culpa, al final me dijeron los policías que me fuera, que no podía estar ahí; me robaron la solicitud, me quitaron las copias y luego me las devolvieron, les pedí las copias que había sacado también a la solicitud y no me las dieron, se quedaron con el recibo de pago del acta de nacimiento y solo me regresaron el dinero, como si no hubiera ido, aparte me grabaron en todo momento y me culpabilizaban como que para que te pones así, me sacaron arrastrando literalmente, un policía de un pie y otro de otro, no me pudieron y me arrastraron por todo el piso hasta el elevador, del elevador para afuera y aquí estoy afuera, aquí me tiraron”, relató.

 

Argumentó que la situación revela la necesidad de revisar las políticas del Registro Civil para adaptarse a la diversidad de identidades presentes en la sociedad actual. Además, destaca la importancia de garantizar que los procedimientos administrativos sean transparentes y respetuosos de los derechos de los ciudadanos.

Ximena estaba dispuesta a pasar la noche plantada en las instalaciones de la USE.