Culiacán, Sinaloa.- La reforma al Poder Judicial que ha propuesto el Presidente Andrés Manuel López Obrador es absolutista, recuerdan al México de los 70, cuando gobernaba el PRI, señaló el jurista Diego Valadés Ríos.

En entrevista, el ex procurador general de la República calificó el paquete de 20 reformas como un método “absolutista” y “antidemócrata”, al asegurar que estas dejarían en vilo la situación política nacional.

La propuesta más grave, dijo, es la que plantea la elección con voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

“El tema de fondo es el del Poder Judicial, de que sean elegidos todos los puestos de jueces, magistrados y ministros… estamos hablando de mil 600 funcionarios especializados ¿Y qué significa elegir a mil 600 juzgadores federales? Que habrá tantos criterios como juzgadores haya”, criticó el abogado constitucionalista.

 

“Que el criterio, además, cambiará cada vez que haya elección, de manera que lo que es esencial para cualquier ciudadano de los 130 millones de mexicanos, es que cuando nos sujetamos un proceso jurisdiccional podamos contar con una certidumbre con profesionalidad del juez y cuando lo metemos a un sistema de elección eso desaparece, lo metemos a lo que es propio del sistema democrático, que es la incertidumbre”.

El 6 de febrero se presentó un paquete de reformas por el Presidente, para que estas transiten de manera gradual en el Senado por ser de orden constitucional. En ese paquete se planteó, entre tanto, que los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, en vez de ser propuestos por el Ejecutivo y nombrados por legisladores, sean electos de manera directa por el pueblo.

Esta propuesta es la cima de la confrontación política entre el Presidente y la Corte, presidida por la Ministra Norma Lucía Piña Hernández. López Obrador ha acusado al Poder Judicial de estar acaparada por jueces conservadores con altos privilegios sin legitimidad social. Por el lado de la Corte, lo que ha sucedido es el rechazo de reformas y acciones del Poder Ejecutivo, como sucedió con la cancelación de la Reforma Eléctrica, que favorecía a la empresa estatal CFE frente a privados, lo que abrió disputas comerciales entre México con socios clave como Estados Unidos y España.

Valadés Ríos criticó la postura del Ejecutivo y su idea de llevar a las urnas las decisiones y posturas jurisdiccionales, como se trata normalmente en los cambios de gobierno.

“Por ejemplo, nadie sabe quién va a ganar en junio, nadie sabe qué programa de gobierno va a establecerse, nadie puede saber en este momento cuáles van a ser las líneas políticas que se van a seguir. Y eso está bien, es parte de la democracia, la democracia es por definición incertidumbre, pero la justicia es por definición certidumbre. No podemos estar expuestos a que cada tres años o cada seis años, o cada periodo que toque tengamos jueces que juzguen con criterios diferentes. Esto que está haciendo el Presidente es lo más contrario que se puede dar a un sistema institucional en cualquier país”.

 

-¿Afectaría que los jueces se sometan a un proceso político?

-“A lo que nos está llevando este proyecto es una justicia totalmente subjetiva, pero además el Presidente se contradice, cuando dice que los jueces para que sean imparciales tienen que ser elegidos. Esto quiere decir que todos los legisladores de todos los partidos merecen el mismo nivel de credibilidad y no es cierto, el Presidente desacredita a todos los que no piensan como él, que son elegidos por el pueblo, quiere decir que si el pueblo elige y son como él y piensan como él son buenos, pero si el pueblo los elige y no piensan como él son malos, lo mismo pasaría con los jueces”.

Valadés Ríos aseguró que esa reforma al Poder Judicial no pasará, pero que si la sostiene el Presidente es por estrategia política-electoral.

“Con eso se está inmiscuyendo, involucrando en el proceso electoral para que la sociedad elija más diputados y más senadores del partido en el poder, no es más que una estratagema política para fortalecer el absolutismo presidencial que México padece”.

 

-¿Esto, el elegir jueces, fomentaría el absolutismo aunque no tengan partido?

-“Es lo peor, que no tendrían partido en apariencia, con lo cual estarían engañando al elector, lo que propone el Presidente carece de toda seriedad y toda viabilidad”.

-¿Rompería con la democracia?

“Bueno, el paquete en conjunto es un paquete antidemocrático, como lo es por ejemplo la desaparición de los representantes de representación proporcional, porque es volver al periodo del partido hegemónico, es decir, lo que el presidente está planteando es un PRI de los años 70, porque en el 77 se establecieron, justamente para evitar la hegemonía, los diputados de representación proporcional”.

“Imaginemos solo el caso de Sinaloa, hay siete partidos que concurren en la elección, gana el partido que tiene el 27 (%) de la votación, eso significa que el 73 por ciento se queda sin representación. Hoy tenemos representantes de primera minoría, con lo cual si alguien obtuvo un 20 por ciento de votos, entonces ya tenemos una representación del 47 por ciento de los votantes”.

“Una democracia se basa en el pluralismo y el Presidente quiere que el Congreso esté integrado por una fuerza hegemónica dominante, eso se llama antidemocracia, es la reforma más conservadora que se ha planteado en México desde 1977 a la fecha, es volver a antes de la reforma política”

 

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