Tercera de cuatro partes.

Mazatlán, Sinaloa.-  En solo 3 meses, Mazatlán tuvo 58 días con mala calidad del aire, sin que ninguna autoridad se lo cuente a la ciudadanía.

Ya sea con el índice nacional de AIRE y SALUD, con el índice AQI de Estados Unidos o con la más estricta directriz de la OMS 2005, desde diciembre del 2023 la ciudad de Mazatlán ha mostrado múltiples días con mala calidad del aire.

El mapa geo visualizador de la calidad del aire de Redspira, el cual cuenta con un sensor de monitoreo de partículas PM10 y PM2.5 en Mazatlán, muestra cómo desde diciembre del 2023 el puerto turístico ha tenido 58 días en el que los niveles de partículas finas PM2.5 se encuentran por arriba de la norma de la directriz de la OMS 2005 sobre contaminación del aire; en el caso de las partículas respirables PM10 han sido 5 los días en que su cantidad está por encima de la norma en el puerto.

Como parte de un proyecto ciudadano, la red de monitoreo de la calidad del aire de Redspira monitorea 16 municipios a nivel nacional con 270 sensores que miden estos dos tipos de contaminantes. Entre estos municipios se encuentran Culiacán y Mazatlán, siendo está última la ciudad que ha mostrado índices de contaminación que ya resultan peligrosos para la población en general.

Otros parámetros

Pero al revisar este mismo contaminante mediante otros parámetros se puede encontrar que, según el Air Quality Index de Estados Unidos, de diciembre del 2023 a febrero del 2024 no ha habido un solo día con buena calidad del aire en el puerto. Al contrario, está ha oscilado entre moderada e insalubre para grupos sensibles como infantes, adultos mayores y personas con enfermedades y problemas respiratorios.

Por último, el Índice AIRE y SALUD, que es el utilizado por el Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (SINAICA) reporta 40 días de calidad buena, 26 días de calidad aceptable y 25 días de mala calidad del aire en el mismo periodo entre diciembre y febrero.

Cabe destacar que, aunque en 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó sus directrices mundiales sobre la calidad del aire, el sistema de Redspira solo permite hacer revisiones históricas en base a los parámetros del Índice Aire y Salud, el Air Quality Index, la NOM-025 de la Semarnat y la directriz 2005 de la OMS, siendo está última la más estricta.

Al actualizarlas, en septiembre del 2021, la Organización Mundial de la Salud destacó que año con año la exposición a la contaminación del aire causa 7 millones de muertes prematuras en el mundo. Entre las principales afectaciones a la salud humana, el organismo señala que en niños puede reducir el crecimiento y la función pulmonar, infecciones respiratorias y agravamiento del asma; en adultos provocar cardiopatía isquémica, accidentes cerebrovasculares y enfermedades neurodegenerativas.

Partículas suspendidas, riesgo para la salud pública

La misma OMS califica a las partículas suspendidas de diámetro igual o inferior a 10 y 2,5 micras (µm) (PM10 y PM2.5) como “de especial relevancia para la salud pública”.

Generadas principalmente por la combustión de combustibles en las industrias del transporte, energía y agricultura, estás pueden penetrar los pulmones y hasta el torrente sanguíneo en el caso de las PM2.5, lo que terminaría afectando no solo al sistema respiratorio y cardiovascular, sino a otros órganos del cuerpo. En el 2013, estas partículas fueron clasificadas como cancerígenas por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC).

“Casi el 80% de las muertes relacionadas con las PM₂,₅ podrían evitarse en el mundo si los niveles actuales de contaminación del aire se redujeran y equipararan a los propuestos en las directrices actualizadas, según un rápido análisis de supuestos que ha realizado la OMS”, señala el organismo mundial de salud respecto a estas directrices para las cuales son resultado de la evidencia obtenida de seis revisiones sistemáticas en las que se examinaron más de 500 artículos.

Al hacer la revisión de seis reviews científicos al respecto, publicados en revistas indexadas como el International Journal of Environmental Research and Public Health, el International Journal of Cardiology Cardiovascular Risk and Prevention, la Environmental Science and Pollution Research o Environment International, se puede observar que estos diversos estudios encontraron que la exposición a PM2.5 puede tener diversas consecuencias negativas para la salud, como la inducción de estrés oxidativo, inflamación pulmonar, disfunción cardiovascular, impacto en el sistema nervioso, aumento de la susceptibilidad a infecciones respiratorias y enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Además, se ha asociado la exposición a PM2.5 con efectos adversos en el desarrollo fetal y en la salud materna e infantil.

Lo que no se mide

A pesar de que la NOM-156-SEMARNAT-2012 establece los contaminantes criterio a los que se les han establecido un límite máximo de concentración en el aire, actualmente el estado de Sinaloa no mide ni brinda información sobre ningún contaminante del aire, mientras que Redspira reporta información solo de las partículas suspendidas menores a 10 y a 2.5 micrómetros (PM10 y PM2.5), dejando a la ciudadanía sin información sobre las cantidades de ozono, monóxido de carbono, bióxido de azufre, bióxido de nitrógeno, plomo y partículas suspendidas totales que respiran.

Contaminantes Criterio:

  • Ozono (O3)
  • Monóxido de carbono (CO)
  • Bióxido de azufre (SO2)
  • Bióxido de nitrógeno (NO2)
  • Plomo (Pb)
  • Partículas suspendidas totales (PST)
  • Partículas suspendidas (PM10 y PM2.5)

¿Qué hacer?

Luego de conocer el estado de la calidad del aire en Mazatlán, por lo menos en cuanto a PM10 y PM2.5, la NORMA Oficial Mexicana NOM-172-SEMARNAT-2019, describe los riesgos a la salud asociados a los diferentes niveles de calidad del aire, así como recomendaciones para grupos sensibles y para la población en general asociados a los distintos niveles de riesgo.

En su punto 5.4.3, se indican los niveles de riesgo asociado y su descripción, mientras que el punto 5.4.4 se describen las recomendaciones de las acciones a adoptar por parte de la ciudadanía.

Al respecto, Salvador Martínez, ejecutivo de proyectos de sustentabilidad en Mapasin, reflexiona que en México la décima causa de muerte son las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, lo que hace especialmente urgente el contar con información veraz y actualizada sobre la contaminación del aire en nuestras ciudades.

Sobre todo debido a que, a pesar de que en Sinaloa no nos encontramos con los índices más altos de contaminantes medidos, la realidad es que no existe información sobre la dinámica de sustancias como el ozono, el monóxido de carbono, el bióxido de nitrógeno, bióxido de azufre o plomo en las ciudades de Sinaloa.

Además añade que, al afectar la salud de una población, la mala calidad del aire puede incidir incluso en la productividad de una localidad o municipio. “Puede afectar hasta el turismo”, reconoció.

“Estamos ahorita en un término que va subiendo, la verdad no hay que esperarnos para llegar a ese nivel. Hay que empezar a hacer ya acciones y para eso hay que empezar a medir”, dijo.

“Para eso estamos trabajando de la mano con la SEBIDES, entonces esperemos que se logre, esperemos que se haga”, puntualizó.

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Este reportaje fue producido como trabajo final del Curso de Supercontaminantes en Latinoamérica y el Caribe con enfoque en Periodismo de Soluciones de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO Chile).

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