Culiacán, Sinaloa.- En México, la industria de la vivienda enfrenta diversos obstáculos, entre ellos, la inflación y el impacto del superpeso en regiones fronterizas y zonas turísticas, dio a conocer Gregorio Sánchez Hernández, director corporativo de negocios del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM).
Detalló que el fenómeno del superpeso ha generado un incremento notable en los costos de la vivienda, especialmente en destinos turísticos y áreas dolarizadas, lo que ha ocasionado que muchas personas extranjeras no puedan acceder a la compra de una propiedad.
“Es gente que viene buscando valores de casa entre 200 mil y 300 mil dólares, es el ticket promedio para un americano, si tenemos en consideración que el superpeso que tenemos ahorita, comparado con los ingresos que ellos tienen en Estados Unidos contra esa vivienda que podían comprar en 200 y 300 mil dólares, se les ha incrementado un 30% para ellos el valor de la vivienda, simplemente por el desliz cambiario”, dijo.
El impacto del superpeso no afecta únicamente a los extranjeros, puntualizó, ya que para los mexicanos el aumento en el costo de la vivienda viene junto a una disminución del poder adquisitivo.
Las regiones más afectadas por esta situación incluyen la franja fronteriza, en ciudades como Tijuana y Mexicali, así como en centros turísticos como Cancún y Puerto Vallarta, en donde la adquisición de la vivienda se vuelve cada vez más inaccesible.
Sánchez Hernández mencionó que si bien Mazatlán es un centro turístico importante en Sinaloa, esta ciudad se destaca por un consumo inmobiliario interno, es decir, a pesar de su atractivo para los compradores, la inversión extranjera en la vivienda es limitada, mientras que, no es así con la inversión local.
Otro reto significativo en la industria inmobiliaria es la inflación inestable que impacta negativamente el poder adquisitivo de los mexicanos y contribuye al incremento del costo de la vivienda, mencionó.
“Suben los insumos y por ende sube el precio de la casa, pero desafortunadamente nuestro salario no sube en la misma proporción, entonces, no lleva el mismo ritmo y eso también afecta la colocación de la vivienda, los créditos, si bien es cierto se han mantenido las tasas de interés, (…) lo que no se ha mantenido, es más, ha disminuido es el poder adquisitivo de los mexicanos”, dijo.
A pesar de estos desafíos, la adquisición de la vivienda se ha mantenido estable, agregó, con una disminución significativa del 10 al 15 por ciento en los primeros dos meses del año en comparación al mismo periodo del año pasado, pero con un repunte en marzo y abril en los créditos empresariales para el desarrollo de vivienda y en las hipotecas.
De acuerdo al Registro Único de Vivienda (RUV), en México, en enero se construyeron 8,027 viviendas, en febrero fueron 10,442, en marzo fueron 10,478 viviendas y en abril 10,726.
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.