Esta semana, después de las elecciones del 2 de junio, el llamado “superpeso” ha puesto en duda su apodo al desplomarse su valor de cotización frente al dólar por 8.22%. La última vez que se había visto una caída semanal igual o mayor fue en pleno estallido de la pandemia, en marzo del 2020.
El peso mexicano abrió la semana cotizándose en 16.9694 unidades por dólar, para llegar al cierre de este viernes en 18.3900 unidades por dólar. El peor día para la moneda nacional fue el lunes, justo después de las elecciones, con una pérdida diaria de 3.99%.
Aparte del desplome del peso, la Bolsa Mexicana de Valores también sufrió pérdidas significativas. Esto se ve reflejado en el Índice de Precios y Cotizaciones, usado para medir el desempeño del mercado bursátil mexicano. El IPC vio una caída semanal de 3.99% en su valor, la mayor caída desde diciembre del 2022.
Algunas de las empresas del índice con mayores pérdidas fueron Grupo Banorte, Peñoles y Banco del Bajío.
La caída era de tal magnitud y velocidad, que el recién ratificado secretario de hacienda, Rogelio Ramírez de la O, tuvo que emitir un mensaje el día martes para tranquilizar al mercado. En su comunicado, el secretario garantizaba el respeto a la autonomía de Banxico y el compromiso con resolver el déficit fiscal, una de las mayores amenazas para la credibilidad de la economía mexicana.
¿Por qué cayeron los mercados mexicanos esta semana?
La conexión entre las fluctuaciones inusuales en los mercados y la realización de elecciones en un país es un fenómeno bien investigado y documentado.
Un estudio titulado “Cambios políticos, elecciones e indicadores del mercado de valores” publicado por la revista académica Emerald Insight, explica cómo las elecciones y los cambios políticos pueden influir en el rendimiento del mercado de valores, con estos dos conceptos relacionándose estrechamente y de forma natural debido a la forma en que los actores del mercado toman decisiones.
Por tanto, podemos decir que es normal ver cierto grado de volatilidad después de un proceso electoral. Sin embargo, existen otros factores que podrían estar amplificando este efecto.
Y es que en estas elecciones no solo se decidió quién ocupará la silla presidencial. Los resultados le dan la victoria a la candidata de Morena, pero también le otorgan a su partido la mayoría calificada de dos tercios en la Cámara de Diputados y la colocan muy cerca de esta condición en el Senado. Esto permitiría al actual presidente aprobar de forma “exprés” una serie de reformas, entre las que destaca la reforma al Poder Judicial, que genera nerviosismo en los mercados debido a sus posibles implicaciones negativas para la independencia judicial, la incertidumbre legal y el aumento del riesgo político en México.
A esto se le añaden algunas declaraciones que el primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador, emitió esta semana con relación a dicha reforma. En su conferencia mañanera de este viernes 7 de junio, AMLO reconoció la preocupación que genera en los inversionistas, pero dejó claro que le importa poco el efecto que sus iniciativas puedan tener en el mercado bursátil, afirmando que las preocupaciones son debido a intereses económicos corruptos.
“De las reformas que estamos proponiendo, la que supuestamente produce más nerviosismo en los mercados es la reforma al poder judicial. ¿Por qué creen? porque el poder judicial está secuestrado, está tomado, al servicio de una minoría de arriba […] La justicia está por encima de los mercados”, afirmó AMLO.
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