Mazatlán, Sinaloa.- Además de su función educativa, de acercar el mundo marino a sus visitantes y con ello fomentar su respeto y protección, el Gran Acuario Mazatlán Mar de Cortés es una valiosa herramienta de conservación por la atención que ofrece desde el Hospital de la Fauna y como refugio digno para cientos de especies confiscadas o rescatadas.
Es a través del trabajo que realiza el Hospital de la Fauna en coordinación con autoridades federales, estatales y la ciudadanía, que se ha logrado el rescate, atención y rehabilitación de diferentes especies que se encontraban en riesgo, algunos con lesiones, otros, que solo requerían ser reubicados, pues se encontraban en zonas de peligro para las personas, o de peligro para la propia especie.
Desde que inició operaciones el Gran Acuario Mazatlán Mar de Cortés, han participado en el rescate, atención y rehabilitación de más de 70 especies como Tortugas, pavorreal, Iguanas, Pelicanos, ave Charrán Elegante, Halcones Caracara, Lobos Marinos, Tlacuaches, Halcón Peregrino, Boas Constrictor, diferentes especies de Loros, Tucanes, Venado cola blanca, Aguililla gris, Mapaches, entre otros. Además de la atención que ofrecen a Lobos Marinos, Cocodrilos, sapos, loros, pericos, guacamayas, y alrededor de 3mil especies marinas.
“Este trabajo, requiere de una disposición permanente, porque una llamada telefónica es suficiente para iniciar con todo el protocolo de atención donde la Profepa autoriza, que personal y cuidadores expertos del Acuario, acudan a atender cualquier situación de emergencia. El protocolo marca que una vez que se localiza a la especie o especies, sean trasladadas al Hospital de la Fauna del Gran Acuario para su valoración, ahí se les brinda la atención médica y los cuidados necesarios por personal altamente capacitado, se realiza un dictamen que se entrega a la Profepa y ellos, junto con el personal médico deciden cual será el destino de la especie”, detallaron autoridades del Gran Acuario Mazatlán.
“Para las autoridades y el Gran Acuario, lo mejor siempre será reintegrarlos a su hábitat, pero si su condición no lo permite, se entrega en resguardo a una PIMVS como es el Gran Acuario si es que hay compatibilidad con las especias que aquí habitan o se entrega a la Unidad asignada por la Autoridad competente”, añadieron.
Como ejemplo, citaron el caso de un halcón caracara detectado por personal de la Profepa en un domicilio del Infonavit El Conchi de Mazatlán, el cual presentaba dificultades para volar, pero después de la llamada de las autoridades, personal de Gran Acuario acudió, lo trasladaron al Hospital de la Fauna para su valoración y lo que parecía una herida simple, después de unos estudios radiológicos, terminó siendo un balín incrustado en la ulna (hueso del antebrazo), lo que derivó en una discapacidad, “desde entonces, se encuentra bajo el resguardo del GAM, recibiendo toda la atención que requiere”.
“Este tipo de acciones forman parte de su visión: Emerger como una sociedad que ame y se reconozca como parte del mundo natural, refleja el compromiso de quienes son y como desde este recinto marino se procura el bien, no solo para las especies que se encuentran bajo su resguardo”, destaca la directiva el recinto.
En Gran Acuario, actuar para proteger los derechos de los animales es una responsabilidad compartida, reafirman; y desde ahí, agregan, se motiva a los exploradores, desde niños, hasta adultos mayores, a realizar acciones individuales que puedan marcar la diferencia, para de esa manera, generar un cambio positivo en el trato hacia los animales. “Porque, ya sea con pequeñas acciones diarias, apoyando a organizaciones o autoridades, todos desempeñan un papel importante en la protección de los derechos de los animales”.
“Los acuarios, sin duda, son lugares especiales, donde se puede disfrutar el maravilloso espectáculo de las profundidades del mar, tener la oportunidad de apreciar cómo se comporta un cardumen en su entorno natural, la convivencia de los tiburones gata en el fondo marino, el nado majestuoso de las rayas águila, la enormidad de un mero Goliat, conocer a las medusas luna o bola de cañón, el bamboleo de los pingüinos al caminar y su agilidad en el agua, la flexibilidad e inteligencia de los lobos marinos y tantas cosas más”, precisan.
Y recuerdan que son cerca de 4 mil ejemplares los que se encuentran para resguardo y atención dentro del Gran Acuario Mazatlán Mar de Cortés, incluso en los últimos meses más de 70 ingresaron al Hospital de la Fauna por algún reporte o atención por parte de las autoridades
Por eso la importancia de este tipo de recintos, que no solo muestran un mundo que no es posible admirar a simple vista, nos enseñan a amar esa vida, a proteger a los animales, conocer sus derechos, valorarlos, saber que todas las formas de vida deben ser respetadas y nos da la oportunidad de empezar a marcar la diferencia.
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