Por Janette de los Reyes / Nómadas

El movimiento cholo sigue siendo uno de los grupos culturales que más importancia le da a la familia y los valores, como lo son la lealtad y el respeto, donde sin duda, la figura femenina tiene un peso primordial que pareciera que solo con su presencia impone respeto.

Tijuana, como ciudad de encuentros multiculturales, es hogar de esta comunidad que, pese al paso del tiempo y el ir y venir de las modas, mantiene ese estilo de vida y lo hereda a las nuevas generaciones.

En la avenida Revolución, suelen realizarse constantemente una serie de eventos o reuniones en donde decenas de cholas asisten y lucen sus clásicos atuendos: arracadas doradas, camisas anchas de cuadros con tops, bandanas y lentes oscuros.

Cholas, Tijuana

Foto: Janette de los Reyes

Muchas de ellas generalmente van con sus parejas o acompañadas de sus hijas, hijos y hasta los nietos, otras tantas, acompañando a sus papás, representando a las nuevas generaciones, quienes mantendrán esta forma y estilo de vida por varios años más.

Cholas, Tijuana

Foto: Janette de los Reyes

“La neta, yo admiro a todas las morras y veteranas que siguen en esta cultura porque han aguantado y me incluyo, porque no es fácil tanto en la escuela como en la calle, porque hay mucha raza que te critica hasta por tu manera de ser o vestir”.

Así lo hizo saber Hanna (montada en su lowrider bike), una joven de 17 años, quien al igual que su prima Isabella, nació y ha crecido al interior de esta cultura y hoy en día ambas la expresan y la llevan con orgullo.

Cholas, Tijuana

Foto: Janette de los Reyes

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Esta Investigación fue publicada originalmente en Nómadas, que forma parte de la Comunidad de Medios. Aquí puedes consultar su publicación.