Anualmente, durante los meses de enero, febrero, marzo y abril, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) solicita a las personas económicamente activas que presenten su declaración anual, independientemente de si se trata de personas morales o físicas. Esta declaración es un documento que el contribuyente emite, en el que se reportan todos los movimientos fiscales y financieros del año anterior, como ingresos, retenciones, pagos provisionales, deducciones personales y deducciones autorizadas. Con base en esta información, se determina el monto del adeudo o de saldo a favor al final del ejercicio.

Sin embargo, no todos los contribuyentes están obligados a realizar este trámite. La declaración anual es opcional para las personas asalariadas que hayan obtenido un ingreso anual inferior a 400,000 por parte de un solo patrón, o menos de 33 mil pesos al mes. Igualmente, si tuviste ingresos por concepto de interés nominal por parte de instituciones que componen el sistema financiero, como el rendimiento de una cuenta de ahorro, pero dichos ingresos no exceden los 20 mil pesos, no estás obligado a presentar declaración anual.

Quienes si están obligados a presentarla, según la página oficial del SAT, son quienes caigan en los siguientes supuestos:

  • Obtuviste ingresos mayores a 400 mil pesos en el año pasado
  • Trabajaste para dos o más patrones en el año pasado, aunque tu ingreso anual no supere los 400 mil pesos.
  • Solicitaste por escrito a tu patrón que no presente él tu declaración anual
  • Si prestaste servicios a entidades que no realizan retención de impuestos, como embajadas u otros organismos internacionales
  • Si además de tu salario, obtuviste ingresos por honorarios, arrendamientos, actividades empresariales, jubilación, pensión o indemnización.

 

De acuerdo con información del organismo, si el contribuyente está obligado a presentar sus declaraciones y no lo hace, lo realiza fuera de plazo o no cumple con los requisitos establecidos, podría hacerse acreedor a una multa que oscila entre 14,230 y 28,490 pesos. Las multas deben ser pagadas en tiempo y forma, pues lo contrario ameritaría sanciones adicionales.

Aun cuando no te sea obligatorio hacer la declaración anual, es importante que te plantees las ventajas que podría traerte. Esto sobre todo si has gastado en, por ejemplo, servicios médicos, un plan de retiro, colegiaturas, entre otros conceptos que son deducibles de impuestos. Podrías llevarte una sorpresa, con saldo a favor. Considera pedir la asesoría de un contador para poder manejar tus obligaciones fiscales con mayor facilidad.

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