México.- Los fenómenos asociados a la inseguridad y el cambio climático que se viven en el país han afectado a parcelas inscritas en el programa Sembrando Vida, lo que de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha limitado sus resultados.

A través de visitas a localidades de Veracruz, San Luis Potosí, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Durango, Guerrero, Michoacán y Yucatán, el Coneval encontró que, antes de que las parcelas se encontraran en fase de producción de cultivos, estas se vieron amenazadas por los efectos de la prolongada sequía que ha afectado a varias regiones del país, así como a la delincuencia.

De acuerdo con la “Evaluación de impacto cualitativa del programa Sembrando Vida“, esta política pública que otorga apoyos económicos y especie a agricultores que habitan en comunidades rurales de 23 entidades, “ha contribuido a mejorar las condiciones de vida”, aunque los fenómenos naturales y sociales, como la delincuencia, “inducen a las personas beneficiarias a abandonar el uso de sistemas agroforestales, e incluso sus unidades de producción”.

 

Además, encontró que, en el caso de las personas en condiciones de mayor vulnerabilidad y pobreza, a pesar de recibir una transferencia económica como beneficiarios del programa, su situación “no ha cambiado”.

La presencia de grupos criminales afecta Sembrando Vida

 

Uno de los testimonios obtenidos por el Coneval refirió que en algunas zonas “hay presencia de grupos criminales, a quienes se han llegado a encontrar en los recorridos de las parcelas de al menos una de las personas sujetas de derecho, los cuales representan una constante amenaza”.

“En una parcela, una vez me tocó que me encontré a un cártel, estaban descansando, yo creo, entre el monte… Entonces dijimos ‘vamos a regresarnos’, pero nos alcanzó uno con su metralleta y dijo ‘que se regresen, les habla el patrón, y nos empezó a preguntar que quiénes éramos, y les dijimos ‘somos del gobierno (técnicos del programa), andamos checando las parcelas”, refirió el personal operativo entrevistado.

 

De acuerdo con el documento de Coneval, “los altos índices de violencia en algunas regiones han obligado a las personas a desplazarse y abandonar sus unidades de producción”, en zonas con altos índices de violencia.

De hecho, el Coneval tuvo que modificar los municipios que visitó”debido a situaciones de violencia que se presentaron en ese momento en dichos lugares”: en Chiapas se sustituyó a Motozintla por Tapachula, en Tabasco se cambió Huimanguillo por Comalcalco, y en Guerrero se reemplazó Malinaltepec por Chilpancingo de los Bravo.

En el caso de Tapachula, Chiapas, el organismo señaló que “es parte de un estado sustentable, con rezago social bajo, con niveles críticos en incidencia delictiva, homicidios dolosos y desapariciones, alta concentración de núcleos agrarios, población indígena y población afrodescendiente, además, ocupa la tercera posición entre los siete municipios analizados en el territorios, de personas con carencia por acceso a la alimentación”.

En Comalcalco, Tabasco, encontró que “pertenece a una entidad no sustentable, alta concentración de población indígena y población afrodescendiente, así como un nivel crítico en incidencia delictiva, además tiene el porcentaje más alto entre los tres municipios analizados del territorio, de personas con carencia por acceso a la alimentación.

Sobre Chilpancingo, Guerrero, indicó que “se encuentra en un estado en riesgo, con sequía, con rezago social bajo, con niveles críticos en incidencia delictiva, homicidios dolosos y desapariciones, alta concentración de núcleos agrarios, población indígena y población afrodescendiente, además ocupa el séptimo lugar entre diecisiete municipios del territorio analizados, de personas con carencia por acceso a la alimentación”.

Programa Sembrando Vida

Los riesgos de Sembrando Vida ante el cambio climático

 

En el documento presentado por el Coneval señala la existencia de otros “efectos no previstos que pueden presentar un riesgo para la sostenibilidad de los impactos que persigue el programa”, como las inundaciones y sequías, mismos que “requieren planear acciones de manera urgente o a mediano plazo, pues de ello depende que los beneficios en materia de seguridad alimentaria se mantengan estables en el tiempo”.

El organismo indicó que, “si bien las acciones que está impulsando el programa buscan contrarrestar de diversas formas los efectos del cambio climático, tales como aumentar la cobertura vegetal, incrementar el carbono en el suelo e incorporar materia orgánica en este”, existe una problemática de sobrevivencia de las especies de plantas y árboles frutales, ya que “se ven profundamente amenazadas por las condiciones climáticas extremas asociadas al cambio climático”.

Uno de los testimonios recuperados por el Coneval señaló que en la región donde siembra “ha llovido la mitad de lo que normalmente llueve, y a fin de año hay lluvia e inundaciones en todas partes”, mientras que otro beneficiario señaló que este tipo de fenómenos los lleva a decidir abandonar el trabajo del campo, “porque de en balde sembramos, hay gente que ha trabajado muchísimo y por las condiciones se desaniman… es estresante”.

Esta situación fue registrada por el propio Coneval, que reportó que “incluso los cultivos que son resistentes a la escasez de agua, tales como el nopal, tunas y el maguey se encuentran en condiciones de posible pérdida”, y en otros casos, “las sequías llevaron a algunas personas a deshacerse de su ganado o sus animales de crianza porque ya no era posible alimentarlos con la pastura que se generaba en sus predios, y no disponían de capital de trabajo para comprar alimento”.

El Coneval destacó que estos fenómenos no sólo han impactado en los beneficiarios del programa, ya que también se observó que la sequía repercutió en la cosecha de maíz de 2023, lo que ocasionó un alza en los precios de granos básicos.

El informe agregó que el incremento descontrolado de plagas y fauna silvestre fueron factores que también contribuyeron a las afectaciones en el desempeño de las parcelas y unidades de producción.

Los más pobres siguen en la misma condición

 

Según la evaluación, las transferencias económicas han mejorado los ingresos de las personas beneficiarias, sin embargo, “para aquellas en condiciones de mayor vulnerabilidad se identificó que, aún recibiendo la transferencia, su condición no ha cambiado”.

Entre las causas de esta prevalencia en la situación de pobreza, el Coneval señaló que están el número de integrantes del hogar y menores fuentes de recursos complementarios a los montos que les otorga el programa.

Y es que, aunque el programa “ha promovido la práctica de ahorro, el cual ha sido aprovechado para adquirir insumos para mejorar la producción en las parcelas, no todas las personas beneficiarias tienen la capacidad económica para ahorrar, esto depende del peso que representa el apoyo económico en la estructura total de ingresos de su hogar”.

Además, encontró que, aunque este ha contribuido a una mayor inclusión de mujeres en el trabajo, estas tienen una sobrecarga de labores, “pues tienen que combinar las actividades demandadas por el programa con las del hogar y otras actividades económicas que realicen”.

Las recomendaciones de Coneval sobre Sembrando Vida

 

Ante las condiciones y resultados del programa Sembrando Vida, el Coneval recomendó a la Secretaría de Bienestar que complemente la planeación con estrategias o esquemas diferenciados de atención, que consideren los contextos locales de las parcelas y los beneficiarios.

Además, sugirió evaluar la suficiencia de recursos materiales y humanos, así como tomar medidas de manera coordinada con otras instancias para garantizar el suministro de agua, equipar las parcelas y huertos con la infraestructura necesaria para preservar los cultivos.

También recomendó definir mecanismos de salida gradual del programa, como redes de beneficiarios o acceso a financiamientos empresariales, así como el fortalecimiento de los canales de comercialización de la producción.

“Con esta evaluación se puede observar que existe una mejora en las condiciones socioeconómicas de las personas beneficiarias, pero es necesario considerar que existe la posibilidad de que los avances logrados se diluyan en ausencia de los apoyos y mecanismos adicionales que permitan consolidar los sistemas agroforestales”, concluyó el organismo.

 

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Esta es una publicación de Animal Político. Aquí puedes ver la publicación original.