Varios hijos del hoy encarcelado exlíder del Cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, se han convertido en uno de los grupos delictivos más influyentes de México.
Joaquín Guzmán López, Ovidio Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar —conocidos colectivamente como los Chapitos— han adquirido una influencia cada vez más grande en el tráfico de drogas sintéticas y otras economías delictivas en el norte y el oeste de México.
Historia
Se cree que Ovidio, Iván y Jesús Alfredo fueron integrados en las operaciones delictivas del Cartel de Sinaloa cuando eran adolescentes por su padre y otra figura destacada del Cartel de Sinaloa, Ismael Zambada García, alias “El Mayo”, con el fin de aprender los detalles de la organización. Comenzaron a asumir un papel más prominente entre mediados y finales de la década de 2010, más o menos cuando su padre fue detenido y extraditado a Estados Unidos.
En 2015, la fiscalía estadounidense acusó a Jesús, a su padre y a otros líderes del cartel por narcotráfico.
En 2016, Jesús e Iván formaban parte de un grupo de hombres secuestradospor el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de un restaurante en un distrito de lujo del centro turístico mexicano de Puerto Vallarta, en el estado de Jalisco, territorio del CJNG. Ambos hijos fueron liberados más tarde.
Tras la extradición de El Chapo a Estados Unidos en enero de 2017, los conflictos entre los Chapitos y otros líderes del Cartel de Sinaloa se han intensificado. Los hermanos se han enfrentado a las facciones asociadas al Mayo, así como a las asociadas a su tío, Aureliano Guzmán Loera, alias «El Guano», por el control de las operaciones del grupo y el acceso a rutas de tráfico clave.
En mayo de 2020, José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias “El Chino Antrax” —antiguo jefe del escuadrón de sicarios Antrax del Cartel de Sinaloa y socio de El Mayo— fue hallado muerto tras escapar de la custodia federal de libertad condicional en San Diego. Se cree que los Chapitos están detrás del asesinato.
En junio de 2020, un tiroteo de varias horas, al parecer entre ambos bandos a las afueras de Culiacán dejó 16 muertos.
Los Chapitos también han enfrentado una creciente presión de las autoridades.
En octubre de 2019, las fuerzas de seguridad mexicanas iniciaron una operación mal planificada para capturar a Ovidio en Culiacán, la capital del estado de Sinaloa. Poco después de que se difundiera la noticia de la detención de Ovidio, los miembros del Cartel de Sinaloa respondieron con fuerza, invadiendo la ciudad y lanzando una ofensiva total para exigir su liberación. Al final, el presidente Andrés Manuel López Obrador “ordenó detener el operativo y liberar al presunto delincuente”.
A finales de 2021, el Departamento de Estado de EE. UU. aumentó su recompensa a US$20 millones por información que les ayudara a capturar a los cuatro hijos. El Departamento del Tesoro de EE. UU. también ha sancionadoa los Chapitos en virtud de la llamada Ley Kingpin.
A pesar de estar en la mira de las autoridades estadounidenses, los Chapitos intensificaron sus esfuerzos para dominar al grupo que una vez dirigió su padre. En febrero de 2022, hombres armados —al parecer leales a los Chapitos— que viajaban en una caravana de decenas de vehículos asediaron el municipio de Caborca, cerca de la frontera entre México y Estados Unidos. Durante horas, el convoy ocupó la ciudad, pues la policía local fue incapaz de repelerlos hasta la mañana siguiente. Al final, el ataque dejó dos muertos y al menos otros cinco secuestrados.
Después de que su notoriedad aumentara significativamente a lo largo de 2021 y 2022, los Chapitos sufrieron un golpe en enero de 2023, cuando Ovidio fue detenido en Culiacán, la capital del estado de Sinaloa.
Tras su detención, al igual que en 2019, se establecieron bloqueos en toda la ciudad y en otras partes de Sinaloa, y los miembros del cartel dispararon contra la policía y las tropas del ejército e incluso derribaron un helicóptero militar. A las pocas horas, el gobierno federal envió refuerzos para calmar la situación.
Aunque Ovidio no fue liberado esta vez, esta acción demostró la rápida capacidad de movilización y respuesta del Cartel de Sinaloa en su propio territorio.
En septiembre de 2023, Ovidio fue extraditado a Estados Unidos tras un proceso expedito.
En julio de 2024, Joaquín fue detenido en Estados Unidos después de volar allí en un avión privado con El Mayo, quien afirmó que Joaquín lo había secuestrado.
Actividades criminales
El principal negocio de los Chapitos, tal como lo fuera de su padre, es el narcotráfico internacional. Según varios pliegos acusatorios en Estados Unidos, los hijos están involucrados en el tráfico de grandes cantidades de todo tipo de drogas, desde cocaína y marihuana hasta metanfetamina, hacia Estados Unidos, usando una amplia red de contactos en toda la región.
En particular, el grupo se ha adaptado a los cambios en los mercados de la droga y se ha involucrado cada vez más en el comercio de drogas sintéticas, especialmente en lo que respecta al tráfico del potente opioide sintético fentanilo. De hecho, los Chapitos han ampliado sus actividades para incluir la explotación de centros de rehabilitación de consumidores de droga para reclutar a nuevos traficantes, otra de las causas de la continua violencia entre ellos y la facción de El Mayo.
Además, el grupo ha buscado otros mercados diferentes al estadounidense y ha comenzado a capitalizar los lucrativos mercados en Australia.
Los Chapitos son unos de los principales proveedores de fentanilo y metanfetaminas en Estados Unidos. El Departamento de Justicia estadounidense presentó cargos contra ellos por conspiración para distribuir cocaína, metanfetaminas y marihuana en 2021 y ofreció recompensas de US$5 millones por cada uno.
Sin embargo, en 2023, varias organizaciones criminales del estado de Sinaloa, incluidos los Chapitos, impusieron presuntamente una prohibición absoluta a la producción y el tráfico de fentanilo, probablemente en respuesta a la presión judicial sobre el grupo tras la captura de Ovidio. Cerca de Culiacán, se hallaron nueve cuerpos con signos de tortura y pastillas de fentanilo regadas alrededor.
“El que desobedezca será ejecutado”, informó un jefe de seguridad asociado a los Chapitos en entrevista con InSight Crime, y añadió que en 2023 habían ejecutado a más de 50 personas por desobedecer el veto sobre el fentanilo.
De momento no es claro si la prohibición se mantendrá por mucho tiempo y cuál será la reacción de rivales de los Chapitos, como el CJNG.
Geografía
El principal bastión de los Chapitos es su lugar de origen, Sinaloa, un estado del noroeste de México situado en la costa del Pacífico.
Los hijos de El Chapo parecen tener mucha más influencia y poder dentro de Culiacán, la capital de Sinaloa, y otros centros urbanos. Por otro lado, se cree que las facciones asociadas al Mayo matienen un control fuerte en las zonas circundantes a la capital.
En su conjunto, el Cartel de Sinaloa opera en grandes ciudades que van desde Nueva York, Estados Unidos, hasta Buenos Aires, Argentina, y un sinnúmero de otras más. El grupo también ha tenido influencia o presencia en por lo menos 17 estados mexicanos, y según algunas estimaciones, hasta en 50 países.
Aliados y enemigos
El mayor rival interno de Los Chapitos son las facciones asociadas al Mayo. Además, se han reportado fricciones con su tío, El Guano, por el control del territorio de tráfico y los presuntos pagos de extorsiones que se pensaba que él cobraba en algunos lugares de Sinaloa.
El CJNG sigue siendo uno de los mayores enemigos de Los Chapitos, por su disputa con el Cartel de Sinaloa por el control de las vastas economías criminales en varias regiones de México. Se presumen que el líder del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, creó un grupo de sicarios para encontrar y asesinar a los hijos de El Chapo.
Aparte de eso, Los Chapitos se han enfrentado con la Organización Beltrán Leyva, otrora aliada con el Cartel de Sinaloa antes de que una división en 2008 desatara una sangrienta guerra entre ambos. En 2016, más de 100 integrantes de los Beltrán Leyva fueron presuntamente responsables de saquear la casa de la madre de El Chapo en las montañas de Sinaloa, lo que la obligó a huir de la región, junto con cientos de personas más de comunidades cercanas.
Con el fin de ganar fuerza en sus actuales guerras territoriales, Los Chapitos han reclutado aliados en varios estados. Entre ellos se encuentran antiguos rivales, como Pablo Edwin Huerta Nuno, alias “El Flaquito”, quien pertenecía al Cartel Arellano Félix en Baja California, así como viejos socios como Néstor Ernesto Pérez Salas, alias “El Nini”, en Culiacán.
Perspectivas
Con Ovidio y Joaquín bajo custodia de Estados Unidos, el futuro de los Chapitos parece incierto. Funcionarios estadounidenses han dicho que Joaquín se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses en julio de 2024. El Mayo sostiene que Joaquín lo secuestró y lo llevó a Estados Unidos en contra de su voluntad cuando se entregó.
La aparente traición ha generado una gran tensión dentro del Cartel de Sinaloa. Actores criminales asociados con el grupo dijeron a InSight Crime que se están preparando para un posible conflicto entre las dos facciones. Pero incluso si estalla la violencia, la naturaleza descentralizada de la cadena de suministro de drogas significa que los flujos de drogas probablemente continuarán sin interrupciones significativas.
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Este trabajo fue realizado por InSight Crime. Para consultar el contenido original, dar clic aquí.
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