Al asumir el mando de la UAS, Candelario Ortiz arropa al PAS y abandona a universitarios

Sin tomarse tiempo para medir el estado de ánimo de estudiantes, padres de familia, profesores y trabajadores al interior de la casa de estudios, e inclusive pasando por alto la situación de inseguridad que de por sí preocupa a las familias y sociedad en general como para agregarles mayor intranquilidad, al nuevo encargado del despacho de Rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Candelario Ortiz Bueno, se le ocurrió en cuanto asumió el cargo convocar a paro de actividades en la institución de educación superior.

Para colmo de males en la UAS, a pesar de que los ex rectores Jesús Madueña Molina y Robespierre Lizárraga Otero están sujetos a procesos judiciales por posibles de corrupción, Ortiz Bueno se sacó de la manga del chaleco de las ocurrencias la decisión de paralizar las tareas académicas, a manera de imposición en perjuicio de unos 160 mil alumnos y cerca de 20 mil docentes y trabajadores administrativos.

Todo indica que se trató de una reacción política en protesta porque un Juez de Control destituyó a Robespierre Lizárraga de la función de encargado de la Rectoría, puesto en que se mantuvo durante un año a pesar de que la Ley Orgánica de la UAS se lo impide en el artículo 35 que determina que “las faltas temporales del Rector Titular que no excedan de 40 días hábiles serán cubiertas por el Secretario General de la institución, las mayores a dicho término pero menores de 80 días hábiles por un Rector Interino y si las faltas exceden este último término se convocará a un nuevo proceso de elección, para designar nueva persona titular de la Rectoría, que concluirá el periodo”.

Está a la vista que la disposición que dictó Calendario Ortiz va encaminada a defender la permanencia del Partido Sinaloense dentro de la UAS y de ninguna manera optó por proteger a la Universidad del grupo que ha utilizado al centro de estudios como ariete político causándole daños a las finanzas de la institución, no se diga de lo ilegítimo del nuevo encargado de despacho de Rectoría pues lo que procede, según la norma universitaria, es elegir a nuevo rector.

A la tarea ciudadana en ciernes consistente en recuperar la seguridad pública se le agrega la también emergencia de rescatar a la Universidad Autónoma de Sinaloa, porque afecta a estudiantes y familias que han puesto en manos de la casa rosalina la oportunidad de mejores futuros, porque el PAS se aferra a continuar con el modelo de Universidad-botín, y porque los que tienen el control de la casa de estudios proponen estar fuera de la ley como forma de implantar la anarquía.